En la muerte del Papa Francisco
El legado de Francisco: Sevilla cuenta en Roma
El Papa argentino canonizó a dos santos sevillanos y beatificó a los mártires y al confesor de Sor Ángela
Creó cardenal a Miguel Ángel Ayuso, uno de sus más dilectos colaboradores en el diálogo interreligioso
El sínodo de la sinodalidad propició que se escuchara con fuerza el acento sevillano en Roma
El Papa Francisco y su magisterio de la piedad popular a través de la religiosidad sevillana

La procesión del Cachorro desde el Coliseo hasta el circo máximo de Roma, prevista para el próximo 17 de mayo, no puede tomarse como una simple anécdota sino como la evidencia de que Sevilla ha vuelto a contar en Roma, desde donde se gobierna ... la Iglesia universal, durante el pontificado de Francisco.
En la última misa del Gallo, coincidente con la apertura del año santo del Jubileo de la Esperanza, los televidentes pudieron reconocer al profesor Carlos López Bravo, exsecretario del Consejo de Cofradías, como lector de la epístola de San Pablo a Tito en representación de los fieles hispanohablantes. Pueden parecer minucias, pero hablan de la creciente influencia ante la Curia y aprecio del Papa por Sevilla y sus fieles.
El Papa del sínodo de la sinodalidad propició que se escuchara con fuerza rezar con acento sevillano no sólo en los actos del jubileo, sino en muchos otros momentos de su pontificado. No visitó nunca España pero sí puede decirse que conocía Sevilla y estaba al tanto de lo que se cocía en la cuarta ciudad de España.
El sínodo de la sinodalidad, celebrado por fases a lo largo de tres años entre 2021 y 2024, también tuvo acento hispalense aunque la Iglesia en Sevilla no estuviera formalmente representada. El cardenal Ayuso Guixot, nacido en Heliópolis y fallecido el año pasado, formaba parte por su cargo como prefecto del dicasterio (ministerio) para el Diálogo Interreligioso.
Ayuso fue uno de los más destacados colaboradores del Papa Francisco en las relaciones con las otras religiones y, muy especialmente, el Islam. Es posible advertir algunos trazos de su pluma en el documento «Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común», firmado por el Papa y el Gran Imán de la mezquita Al-Azhar, más conocido como declaración de Abu Dhabi.

Francisco lo promocionó desde el cargo de secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso por su experiencia de misionero comboniano en Egipto y Sudán para el que lo había nombrado en 2012 su antecesor, Benedicto XVI. Lo hizo prefecto en 2019 y lo creó cardenal en octubre de ese mismo año. Puede decirse que era el sevillano más cerca del Papa.
Pero no era el único. El arzobispo Saiz Meneses ha sabido moverse en Roma desde que tomó posesión de la sede de San Isidoro y San Leandro con una sabia combinación de prudencia y audacia. En la actualidad, es miembro de dos dicasterios: el de las Causas de los Santos, desde 2022, y el nuclear de Laicos, Familia y Vida desde el año siguiente.
Ello le ha permitido acceder a un buen número de cardenales y arzobispos de la Curia romana a los que trata con familiaridad. Y ha sabido mover sus fichas. Envió al vicario de Nueva Evangelización, Óscar Díaz Malaver, como uno de los tres españoles presentes en el encuentro internacional de Párrocos por el Sínodo que tuvo lugar en Roma del 28 de abril al 2 de mayo del año pasado.

Era la forma de evidenciar la abrumadora participación de la Iglesia sevillana en la fase diocesana y nacional del sínodo: alrededor de quinientos grupos inscritos, equivalente a más de 10.000 personas, que aplicaron el método de la escucha, el camino de la participación y el discernimiento en sus aportaciones a la Iglesia nacional. Esas cifras superaban a diócesis con mucha más población.
En general, la Iglesia hispalense ha ganado peso y presencia bajo el pontificado de Francisco. El Papa canonizó a dos santos muy sevillanos: primero a María Purísima de la Cruz, superiora general de las hermanas de la Cruz, que los sevillanos sentían como propia aunque hubiera nacido en Madrid, en octubre de 2015; y un año después a Manuel González, el obispo de los sagrarios abandonados, el primer niño seise (nacido en la calle Feria) que sube a los altares de la Iglesia.
Pero el catálogo de intercesores sevillanos se ha ampliado notablemente estos años desde 2013: a la beatificación del confesor de Santa Ángela, el padre Torres Padilla, hay que añadir la de los mártires de la Iglesia local en la persecución religiosa de los años 30, especialmente durante los primeros días de la Guerra Civil española.
Y puede que pronto haya noticias alentadoras de dos sevillanos que aguardan turno: sor Bárbara de Santo Domingo, la monja dominica hija del campanero de la Giralda, o el cardenal Marcelo Spínola. Será, naturalmente si Dios quiere, la próxima noticia feliz para la Iglesia en Sevilla aunque ya no esté en Roma el Papa Francisco.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete