El Cachorro en Roma
José Luis Aldea, hermano mayor del Cachorro: «Vamos a prestar lo más valioso que tenemos al resto de la humanidad»
El Cachorro dormirá este martes en Roma, al igual que su hermano mayor, que vive con intensidad los días previos al Jubileo de las Cofradías
Paloma Saborido: «Los concejales de Roma están alucinados con los preparativos de la procesión»

El teléfono móvil de José Luis Aldea, hermano mayor del Cachorro, no deja de sonar mientras saca un hueco para atender a ABC poco antes de partir hacia Roma, donde llegará esta noche el Cristo de la Expiración. La hermandad vive en un torbellino ... de preparativos en vísperas de que el crucificado trianero amanezca en la basílica de San Pedro del Vaticano y presida la procesión del Jubileo de las Cofradías el próximo sábado, uno de los mayores hitos en la historia de las hermandades.
—¿Cómo ha sido el día a día de estas últimas semanas de trabajo previo al Jubileo de las Cofradías?
—Llevamos prácticamente desde el 1 de septiembre muy inmersos en los trabajos. Y en las últimas semanas, pues te puedes imaginar, había que trabajar para celebrar una Cuaresma y un Viernes Santo que fue magnífico de forma paralela a todo el lío de Roma, con muchísimas cuestiones logísticas que debían ir quedando planificadas, si no solventadas. Han sido unos meses agotadores, pero ahora ya llega el momento de ir recogiendo los frutos y disfrutar esto, a pesar de la responsabilidad que todavía tenemos por delante.
—Los últimos preparativos han coincidido con el cambio de Papa, lo que ha podido suponer un hándicap.
—Sí, nos cogió por sorpresa después de que Francisco saliera del hospital. Cuando el lunes de Pascua amanecimos con la noticia, fue otro motivo más de incertidumbre sobrevenida, aunque tengo que decir que en muy pocas horas se nos transmitió una tranquilidad absoluta desde el Dicasterio y que todo seguía a priori conforme al plan previsto.
—El Jubileo de las Cofradías va a ser uno de los primeros actos del pontificado de León XIV, motivo de orgullo para la hermandad y los cofrades.
—Pues sí. Estoy convencido de que todo esto está sucediendo porque Dios ha querido, y nosotros, los que vemos a Dios en el Cachorro, así lo pensamos. Pero con este tipo de carambolas del destino, lo que parece al principio un bache enorme acaba suponiendo un privilegio mayor que lo que ya íbamos a vivir. Que la misa final del Jubileo sea la misa de inicio del pontificado del Papa León XIV hace que esto, que ya era algo único y excepcional, ya no sé qué adjetivo se le puede aplicar. Lógicamente, esto complica las cuestiones logísticas y de seguridad hasta unos niveles enormes. Pero bueno, Dios proveerá.
—Esta situación enfatiza el esfuerzo del Vaticano por dar por fin a las cofradías el espacio que merecen.
— Sin duda. Monseñor Fisichella nos transmitió en una de las últimas reuniones que tuvimos con él en Roma que ha habido 1.800 ofrecimientos de todo el mundo para participar en la procesión del sábado. Eso da buena cuenta de la dimensión universal del acto y del interés que ha generado en todo el mundo. El hecho de que el Vaticano contara con nosotros desde el primer momento para celebrar dicha procesión es un orgullo al ser un refrendo desde el Vaticano hacia la religiosidad popular. Desde la jerarquía eclesiástica ha habido veces que no hemos sido del todo bien entendidos. Esta vez se nos ha cursado esta invitación desde la cima de la Iglesia y nos tenemos que sentir orgullosísimos a los hermanos del Cachorro y a todos los cofrades sevillanos y andaluces.
«En 24 horas intensivas puede estar el paso preparado para procesionar»
José Luis Aldea
Hermano mayor del Cachorro
—¿Desde cuándo hay hermanos del Cachorro en Roma y a qué se están dedicando?
—El pasado jueves, se trasladó allí uno de nuestros priostes para recibir el paso y dejarlo ubicado en la estructura. El resto de enseres salieron el sábado, y como ya sabes, el domingo salió casi de madrugada el Cristo que, cuando llegue, irá directo al Vaticano, mientras que los enseres irán a la estructura. Este martes por la tarde llegará la mayor parte de la junta de gobierno para recibir al Cristo por la noche y prepararlo dentro de San Pedro para su veneración a partir del miércoles. Y el grueso de personas de priostía llegará el jueves. Estimamos que en 24 horas intensivas el paso puede estar preparado para procesionar. Va prácticamente entero, incluso con los faldones, a falta de los elementos sensibles y los candelabros. La cera va ya fundida.
—¿Cómo son las ganas que hay por ver al Cachorro en Roma según le hacen llegar desde la ciudad eterna?
Me tengo que remitir a las palabras de Fisichella. Él, que vive allí y conoce muy bien a los romanos, nos transmitió que hay una expectación tremenda, ya no sólo de los cofrades, que lógicamente van a ser decenas de miles según lo que espera el propio Vaticano, sino del propio pueblo romano, que va a ver algo que nunca ha visto de esta manera. Él mismo nos aclaró que, aunque en Italia hay muchísimas cofradías y hermandades, tan sólo puede haber algunas por el sur del país que puedan tener un leve eco de lo que son las procesiones tal y como las entendemos en Andalucía. De hecho, hay mucha preocupación en el Ayuntamiento, y por eso se están extremando las medidas de seguridad. El recorrido de la procesión es amplio y va a estar aforado porque el Ayuntamiento romano está un poco desbordado y no sabe muy bien qué esperar.
—¿Qué espera la hermandad del Jubileo de las Cofradías?
—Por un lado, que los frutos perseguidos desde el Dicasterio para la Evangelización sean plenamente cumplidos. Y luego, en clave mucho más local, como hermano mayor del Cachorro, que todos los cofrades de Sevilla lo vivamos como algo propio. Va a Roma una de las grandes devociones de Sevilla, a las que creo que todos los sevillanos le hemos rezado en algún momento de nuestra vida. Verla allí va a ser algo emocionante y sobrecogedor, y todos los sevillanos debemos sentirnos orgullosos.
—El Cachorro no lleva ni dos días fuera y ya hay quien me ha dicho que lo echa de menos.
—Somos conscientes de que para muchas personas el Cristo es algo que tienen diariamente y en su vida cotidiana. Como yo siempre les digo, ha llegado un momento en el que hay que ser generosos y dar lo más valioso que tenemos los hermanos del Cachorro, que es nuestro Santísimo Cristo. Por unos días, vamos a prestárselo al resto de la humanidad. Y si Dios quiere, en poco menos de diez días lo volveremos a tener allí, de nuevo en su casa.
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