Ignacio Soro: «Le hice saber al arzobispo de Sevilla que el formato de la magna no me convence»

-Desvélenos una cosa. ¿Le llegaron a plantear la posibilidad de que el Señor participara en el Santo Entierro Grande de 2023?

-Sí. Y declinamos la invitación por una serie de motivos debidamente justificados que el hermano mayor de la hermandad del Santo Entierro, a quien agradecí la invitación cursada, comprendió a la perfección.

-¿Le gusta la magna del año que viene que culminará el Congreso Internacional de Hermandades y Religiosidad Popular? ¿Le convence el formato, la concepción, su idoneidad…?

-No es una cuestión de gustos. En nuestro caso, en concreto, es una cuestión de respeto. A la hermandad del Gran Poder se nos pidió, por parte directamente del señor arzobispo, que participáramos de esos actos, que todavía no están definidos. Yo estuve reunido con él, en una entrevista como siempre muy agradable y distendida, y yo me vi en la obligación, como Iglesia que somos, de atender a esa solicitud del pastor. No cabía otra respuesta más que la afirmativa. ¿El caso de que sea o no acertada, que me guste o no me guste la Magna? Yo tengo que decir en honor a la verdad que a mí el formato no me agrada. Así se lo hice saber al arzobispo el mismo día que mantuvimos la reunión. Le hice saber que el formato no me convence. Creo que el objetivo se hubiera podido cumplir con un formato más reducido o con otro tipo de culto o de acto. No por la dimensión en sí del acto… porque tampoco estamos acostumbrados aquí en Sevilla a este tipo de celebraciones, sino a algo más medido. Todo en Sevilla es muy medido: las celebraciones, los cultos, y no me gustaría que se perdiese esa medida. Yo respeto que haya otras advocaciones de acendrada devoción, porque el deseo del señor arzobispo era dar sitio a otras devociones de fuera de la capital teniendo en cuenta que la Archidiócesis de Sevilla cuenta con más de 700 hermandades. Yo ahí no tengo nada que objetar. Aunque en un sentido subjetivo, como he dicho antes, a mí no me agrada ese formato. Pero es que tampoco sabemos en qué consistirán esos actos. No sé nada. Todo lo que conocemos es a través de la prensa. Y creo que las hermandades tendremos que decir algo al respecto. Todos tenemos que ir en el mismo barco.

-Entre sus proyectos cuando se presentó a hermano mayor figuraba la reordenación de los espacios de la hermandad para que diera cabida a las necesidades que tiene en su día a día. ¿Se han dado pasos en pos de ese logro?

Hemos avanzado algo. Desgraciadamente no todo lo que quisiéramos, porque el día a día de la hermandad exige una dedicación a otros temas e imprevistos. Surgen nuevas inversiones en mobiliario, surgen reparaciones que hay que hacer, sobre todo en la casa-hermandad de la calle Hernán Cortés, que va a cumplir un siglo dentro de dos años, y hay muchos pormenores que solucionar. En el sentido de la pregunta que me hacía, hemos dado ya los primeros pasos, primero fijando un orden de las dependencias de las que tendríamos necesidad hoy por hoy y en un futuro próximo teniendo en cuenta todos los grupos que hay dentro de la hermandad, de formación, los jóvenes, la mayordomía, la secretaría… Nos queda elegir el arquitecto que va a llevar a cabo ese proyecto, que a mí me gustaría que conociese la vida de las hermandades, y en segundo lugar, contar con los recursos económicos para hacer frente por lo menos a un primer tramo de ese proyecto de ejecución.