El documento que acredita a Juan de Mesa como autor del Cristo Yacente, restaurado por el IAPH antes de volver al interior de la talla

El manuscrito volverá a introducirse en el interior de la talla cubierto con una camisa de protección para garantizar su correcta conservación

La imagen de la hermandad del Santo Entierro, que continúa restaurándose, será repuesta al culto entre enero y febrero

Hallan un documento que certifica que el Cristo Yacente del Santo Entierro de Sevilla es de Juan de Mesa

La consejera de Cultura, el hermano mayor y el teniente del Santo Entierro, con los restauradores Raúl Doblado

El documento que certifica la autoría de Juan de Mesa sobre el Cristo Yacente de la hermandad del Santo Entierro se ha restaurado en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH). Esta importante pieza documental fue descubierta el pasado mes de septiembre durante la ... intervención de la imagen, pero se encontraba en un estado de conservación tan delicado que era necesario restaurarla por el riesgo de que se desintegrase o perdiese por completo.

El taller de Patrimonio Documental y Bibliográfico del IAPH ha sido el encargado de acometer estas delicadas labores que, ya concluidas, se han presentado este miércoles 11 de diciembre con la muestra del documento, en el que ahora puede apreciarse a la perfección el texto original, con más de cuatro siglos de antigüedad, puesto que data del año 1619.

La intervención, realizada durante el mes de noviembre, ha durado tres semanas, y «se ha fundamentado en cuatro pilares», como ha explicado la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, quien se ha referido al IAPH como «uno de lo mejores 'hospitales de arte' del mundo». En primer lugar, se hizo la restauración propiamente dicha del documento para frenar en la medida de lo posible el proceso de envejecimiento de los materiales constituyentes, su deterioro, a través de la limpieza y atenuación de manchas, la reparación de grietas y lagunas del soporte. Después, se ha creado una camisa específica de protección en material de conservación sin adhesivos, con cierre de lengüeta, para el documento, que volverá a su ubicación original, es decir, a introducirse en el interior de la talla, considerada por el IAPH como el mejor lugar para preservarlo y evitar su descontextualización.

Además de esto, se ha llevado a cabo una documentación fotográfica y digital de todo el proceso, realizándose una imagen digital de la pieza restaurada con fines tanto de investigación como de difusión del pasado a disposición de los hermanos del Santo Entierro, para que puedan conocer su propia historia, así como también para que tengan acceso al mismo investigadores del todo el mundo.

Documento encontrado dentro del Cristo Yacente ya restaurado Raúl Doblado

Por último, se ha llevado a cabo un estudio histórico y documental del manuscrito ―el cuarto que se encuentra dentro de una obra de Juan de Mesa―, así como una transcripción del texto del mismo, que confirma cuestiones fundamentales como la autoría de la obra de imaginería, de la policromía, la fecha de la misma, cómo se costeó y datos contextuales del momento.

Un encargo «con la limosna de muchos devotos»

El texto, que ocupa unos 22 renglones con la letra propia de la época, constata de forma clara la autoría del Cristo Yacente: «Juan de Mesa, vecino de esta ciudad y natural de la ciudad de Córdoba», y también quién se encargó de su policromía original: «Juan Sánchez Cotán, alcalde de los pintores en esta ciudad». También queda registrado el 12 de marzo de 1619 como fecha de finalización de la obra, aunque debe tomarse como día aproximado, puesto que, como han apuntado los restauradores del IAPH, los manuscritos de este tipo suelen hacerse e introducirse en las tallas antes de su finalización, eligiendo la fecha que se establece en el contrato de ejecución o la estimada por el artista.

Además de mencionar al papa Pablo V, al Rey de España, Felipe III y al arzobispo de Sevilla, Pedro Vaca de Castro y Quiñones, el manuscrito indica que el encargo de la imagen por para el Santo Entierro se costeó «con la limosna de muchos devotos». También deja constancia de los benefactores: «Asistieron al hacerla por su devoción Sebastián González, veedor del artillería de esta ciudad, y el licenciado Agustín Fernández de Castro y Luis Fernández de Salguero, su hermano». Los expertos hacen hincapié en que lo más probable es que el documento se realizara para dar testimonio de estos últimos nombres, personalidades de la época, no del autor de la obra, algo bastante habitual en este tipo de encargos por entonces.

El Cristo volverá a principios de 2025

El hermano mayor del Santo Entierro, Fermín Vázquez, presente en la presentación de la restauración del manuscrito, ha destacado la «celeridad» con la que se ha actuado con tan buen resultado y su agradecimiento al IAPH «porque nos han ayudado a recuperar el pasado de nuestra historia y a conservarlo, y se conservará en el lugar para el que se concibió, el interior del Cristo Yacente».

El Cristo Yacente, antes de su restauración J.M. Serrano/Raúl Doblado

También ha apuntado la importancia de poder situar cronológicamente la talla entre las primeras obras del autor, en 1619, dentro del llamado lustro magistral de Juan de Mesa (1618-1623), cuando las investigaciones anteriores lo ubicaban entre las imágenes más tardías del genio cordobés, pudiendo ser la primera o segunda de su producción.

Sobre la restauración del Cristo Yacente, que sigue acometiéndose desde su retirada al culto en septiembre, Vázquez ha indicado que esta se ha retrasado un poco debido a la importante y delicada actuación de limpieza que se se está realizando: «El Señor no se ha tocado durante doscientos años y acumulaba muchísima suciedad». De esta forma, la imagen será repuesta entre enero y febrero del año próximo.

La policromía del Yacente

En relación con la intervención de esta obra de juventud de Juan de Mesa, el hermano mayor también ha apuntado que la decisión de mantener la policromía del siglo XIX en lugar de la original, que ahora se sabe que corresponde al alcalde de pintores, Juan Sánchez Cotán, se tomó «con tranquilidad» después de conocer el manuscrito. «La policromía de José Domínguez Bécquer no se había intervenido, algún plumero y poco más».

Desde entonces se han hecho catas para conocer el estado de la original, «que se conserva en un porcentaje muy alto, pero nos hemos dado cuenta de que la de Domínguez Bécquer es muy buena, no desmerece en nada a la anterior». No han querido arriesgarse a «perder los matices y la calidad» que presenta el Cristo para recuperar una policromía ue «si se cambió, igual es porque presentaba muchas deficiencias». Sea como fuere, ha destacado que el resultado está siendo «impresionante».

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