Un Cristo del siglo XIV de Perpignan saldrá en la procesión de Roma por el Jubileo de las Cofradías

Esta talla llama poderosamente la atención porque será otro crucificado pero va a ser la imagen más antigua que participe en la procesión debido a que las otras son de centurias posteriores como es el Cristo de la Expiración de Triana y la dolorosa malagueña (ambas del XVII), los crucifijos de Génova (del XVIII), el Nazareno leonés (también del XVII) o la Virgen de los Dolores de Enna (del mencionado siglo XVIII).

'Le Devot Christ' de Perpignan fue posiblemente tallado a principios del siglo XIV y hay un interesante estudio que realizó en los años 80 Ángela Franco Mata, quien fuera directora del Departamento de Antigüedades Medievales del Museo Arqueológico Nacional, donde analiza su posible origen y lo compara con otras tallas de la misma época que se reparten por la propia Francia, Alemania y el norte de España, en concreto, en Cataluña o Navarra.

Franco explica que «el crucifijo de Perpignan es el fruto maduro de una serie de precedentes españoles y españolizantes en Italia a los que se suma como elemento sustancialmente constitutivo el de Santa María in Kapitol, dando como resultado esta obra expresionista, modelo a su vez de una serie de derivaciones en Francia, Italia y España, con mayor o menor sentido imitativo, pero nunca con la intensidad dramática conquistada por esta maravillosa representación del Cristo sufriente, tanto moral como físicamente momentos antes de expirar».

También, apunta la investigadora que «personaliza de manera soberbia y contundente, quizá como ningún otro, el retrato profetizado por Isaías», provocando una «intensidad emocional» de Cristo como Varón de Dolores, algo que se podía ver en los altares mayores de muchas iglesias y catedrales europeas. Con respecto al crucifijo de Perpignan que saldrá al mediodía del sábado 17 de mayo por las calles romanas, Franco Mata asegura en el artículo consultado que la imagen francesa sigue la estela del que se encuentra en la iglesia de Santa María in Kapitol en Renania y realiza una serie de comparaciones con otras tallas repartidas por Andernach, Colonia, uno que se conserva en el Museo de Arte de Cataluña, Andria o el de Camps.

Se tratan de crucificados donde se observa claramente el sudario largo que llega hasta las rodillas en algunos casos, las costillas destacan en el tórax, algunas tallas tienen numerosas llagas, la corona de espinas está tallada en el cráneo siguiendo escritos medievales de Santa Brígida o San Bernardo. Las obras de las que habla Franco Mata son del siglo XIV y en Sevilla, existen algunas referencias como el Cristo del Millón de la Catedral, el crucificado de San Pedro de Sanlúcar la Mayor o los desaparecidos de San Agustín o el de la Buena Muerte de Omnium Sanctorum.

Sin duda y para todos los que se acerquen a Roma para contemplar la procesión del Jubileo de las Cofradías, será una oportunidad especial para ver de cerca esta imagen que encierra tanta historia y que es una referencia dentro del arte europeo gótico donde la escultura también tuvo un papel protagonista para acercar a los fieles el Evangelio.