Sabías que...
Este es el Cristo de Sevilla que se talló en una cárcel y está inspirado en un preso
Antonio Perea recibió el encargo mientras cumplía una condena por auxiliar a las barricadas de San Marcos durante el inicio de la Guerra Civil en Sevilla y talló la imagen de este Cristo en la cárcel de La Ranilla
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La Guerra Civil española fue una de las etapas más negras que tuvo que vivir la Semana Santa de Sevilla a lo largo de la historia. La pérdida de imágenes de incalculable valía histórica es la cara más visible de aquellos fatídicos años ... que se saldaron con miles de sevillanos, muchos de ellos también cofrades, en las prisiones. Entre tanta sinrazón, el destino quiso que el rostro de uno de aquellos presos quedara grabada para siempre en la madera de un Cristo para Sevilla que fue tallado en la cárcel.
Jesús Despojado, el Cristo de la cárcel
Corría el año 1938. La hermandad, recién creada en la parroquia de San Marcos, confió la talla de la imagen cristífera a Antonio Perea. Su taller se ubicaba a escasos metros del templo, en la calle Vergara. Sin embargo, este imaginero cumplía una condena en la antigua cárcel provincial de La Ranilla. Su delito fue el de auxiliar a sus vecinos durante las barricadas de San Marcos en 1936. Por esta razón, a Perea se le habilitó una habitación a modo de taller para que pudiera tallar la imagen de Nuestro Padre Jesús Despojado, el Cristo que se talló en la cárcel.



La primera procesión de esta nueva imagen tuvo lugar el Domingo de Ramos de 1941. La crónica que ABC publicó al día siguiente destacaba que «las calles de la ciudad y el pueblo creyente están a punto de recibir con emoción insuperable el paso de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras». Al año siguiente, la hermandad fue denunciada por «falta de orden y compostura» y no pudo volver a salir hasta 1977.
Durante muchos años, Antonio Perea creyó que, en parte, el severo correctivo que le fue aplicado a la Hermandad de Jesús Despojado se debió a sus antecedentes. De hecho, fue condenado por un Consejo de Guerra a más de 14 años y medio e ingresó en La Ranilla el 1 de junio de 1937. En 1940 fue trasladado al campo de concentración de Los Merinales, en Dos Hermanas, para participar en la planimetría del Canal del Bajo Guadalquivir, más comúnmente conocido como el Canal de los Presos. Un año después se le conmutó la pena y no sería hasta 1977 cuando se le concediera la amnistía.
Un preso condenado a muerte, el modelo para el Cristo de la cárcel
Perea recibió el encargo de tallar la imagen de Jesús Despojado mientras estaba en la cárcel. Allí, entre tanto dolor, impotencia y resignación, el imaginero tuvo que dar forma en la madera a esta imagen de la Semana Santa sevillana, que fue bendecida en 1939. Aunque la fuente artística de esta obra fuera El Expolio de El Greco, el imaginero de San Marcos halló la inspiración más pura y directa en el rostro de uno de los presos de La Ranilla a quien tomó como modelo para tallar a Nuestro Padre Jesús Despojado.
Misterio de Jesús Despojado

'El Expolio', de El Greco

Todo parece indicar que el preso en cuestión era Juan de Dios Creagh, según las fuentes orales recogidas por Carlos José Romero Mensaque en su estudio histórico de la Hermandad de Jesús Despojado. Cabe destacar que Creagh trabajaba en el servicio de Correos y Telégrafos y se le atribuye el fracaso del golpe militar que el General Sanjurjo quería llevar a cabo contra la República en 1932 gracias a un telegrama que envió al sevillano Diego Martínez Barrio, ministro de Comunicaciones por aquel entonces. Con estos antecedentes, y tras el inicio de la Guerra Civil, Creagh compartió Consejo de Guerra con Antonio Perea y fue condenado a la pena capital.
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