Por qué el Cristo de la Caridad de Santa Marta lleva una rosa junto a su mano en el paso

En un paso con tantas tallas, no son pocas las curiosidades que guarda. Entre ellas, una de las más llamativas y que más ha dado lugar a historias no ha sido otra que la rosa que hay bajo la mano derecha del Cristo de la Caridad, la cual resalta entre un mar de lirios morados.

A pesar de lo que muchos puedan pensar, esa rosa que se observa junto a la mano del Cristo de la Caridad de Santa Marta no ha estado ahí desde el comienzo en el que este paso hizo estación de penitencia hasta la Catedral. De hecho, la historia de esta rosa se remonta a a la segunda mitad del pasado siglo XX. Tirando de simbolismos, puede decirse que esta flor está presente en el misterio ya que «la última gota de sangre del Señor hizo que brotase«. Sin embargo, existe un trasfondo mucho más llamativo, relacionado con el periodista Iñaki Gabilondo.

Y es que, a principios de los años 70, coincidiendo con la etapa de Gabilondo como director de Radio Sevilla, la hermandad de Santa Marta recibía decenas de ramos de flores de hermandades y otras instituciones. La cadena para la que trabajaba el periodista vasco envió un Lunes Santo de por aquel entonces una rosa a cada una de las hermandades de la Semana Santa. En el momento en el que se trabajaba en los últimos retoques del paso de misterio para su procesión, Manuel Otero Luna, otrora hermano mayor, hizo mención a la rosa enviada por Gabilondo y se acordó de que su esposa estaba muy enferma, por lo que pensó que la mejor manera de agradecer el detalle era ubicar la flor lo más cerca posible del Señor. Entonces, Paco Cabello, prioste segundo, tuvo la idea de colocar esa rosa roja debajo de la mano del Cristo de la Caridad y, desde entonces, cada Lunes Santo, la hermandad procesiona con ella en su misterio.

Fue así como se fraguó una extraordinaria relación entre la hermandad de Santa Marta y el periodista Iñaki Gabilondo, además de nacer una nueva y llamativa curiosidad alrededor de la Semana Santa de Sevilla.