historia
Aguas de San Jacinto
El Arenal y Triana. Dos caras de la misma moneda que confluyen de pleno en la hermandad de las Aguas En septiembre, la corporación del Lunes Santo celebrará sus 275 años en el templo que la vio nacer y al que no regresa desde hace 83 años
Su hermano mayor abunda en los detalles y la intrahistoria de esta efeméride
La última vez que estuvo Las Aguas en Triana
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Iniciar sesiónEn los últimos compases del inminente verano, los cofrades 'revivirán' aquella atípica Cuaresma de 2001 en la que, apenas una semana después del viacrucis de las hermandades un paso de cristo recorrió calles clave como Pelay Correa, Adriano o Arfe. La hermandad de las aguas ... conmemoraba aquel mes de marzo que habían pasado dos siglos y medio desde su fundación en el desaparecido convento de San Jacinto con una procesión que les permitió impregnarse de toda la esencia del arrabal. Pero con un incomprensible matiz: el templo que supuso su sede hasta 1942 quedaba fuera de los actos. Con un simbolismo que se refuerza más en el dónde que en el cuándo, este mes de septiembre la corporación del Lunes Santo celebrará sus 275 años de historia con varios cultos en la majestuosa parroquia de Pagés del Corro, con el colofón de ver al misterio al completo sobre su paso por las calles de Triana rumbo al Arenal.
Desde luego la intención de la hermandad no es replicar lo vivido hace 24 años. De hecho, se dan múltiples divergencias entre estas dos salidas extraordinarias. La más evidente, y que justifica todo el esfuerzo, es la de poder salir de San Jacinto 83 años después. «En 2001 se intentó, pero las circunstancias eran diferentes. Ahora hay otro aire y, aprovechando que las normas diocesanas lo permiten y nuestras reglas lo contemplan -celebrar cultos en templos de mayor capacidad que la Capilla del Rosario- hemos querido aprovechar lo que es un momento idóneo», explica con franqueza el hermano mayor de la corporación, Narciso Cordero.
La cita se ha ido fraguando a paso firme desde «hace año y medio». La clave, sin duda, ha sido el nuevo párroco, Francisco Javier Rodríguez Sánchez, que les ha recibido «con los brazos abiertos». La idea es que el paso pueda estar montado, y que las imágenes puedan ser veneradas, en el presbiterio como antaño. Eso sí, ninguna de las imágenes estuvo nunca antes bajo la majestuosa nave central del templo trianero porque las primigenias fueron pasto de las llamas al igual que los enseres.
Cordero asegura que de momento no se ha cerrado el itinerario con el Cecop, pero desde luego no será exactamente igual al que siguió el cortejo en la conmemoración de los dos siglos y medio. Lo único claro es que harán estación en Santa Ana, donde se celebró el quinario aquel año que estrenaba el siglo XXI.
De la 'Catedral de Triana', el Cristo de las Aguas y la Virgen del Mayor Dolor pasaron a la Capilla de los Marineros, última parada de una estancia en el arrabal que se extendió durante 14 días. Lo que inicialmente fueron traslados en andas culminó en una procesión, ya sobre el paso del misterio, con origen en la calle Pureza y destino Dos de Mayo.
Ahora ambas imágenes atravesarán su collación y el Guadalquivir en viacrucis y permanecerán en San Jacinto algo menos de una semana (entre el sábado 13 y el viernes 19 de septiembre), tiempo suficiente para que pueda celebrarse una función en honor a la dolorosa y a la Santa Cruz -también titular por la fusión con otra hermandad más antigua, de 1635-, un concierto de marchas procesionales y una misa de acción de gracias presidida por el arzobispo de Sevilla José Ángel Saiz Meneses.
El regreso a la Capilla del Rosario guarda varios elementos diferenciadores. En 2001, la Hermandad concibió presentar un Stabat Mater con el crucificado y su madre del Mayor Dolor a sus pies, una imagen que sublimó las retinas cofrades, por lo inédito, no sólo durante su recorrido sino muy especialmente en aquellas horas en las que la Esperanza de Triana coronó el conjunto desde su camarín. «Está cantando una nana, en Pureza la Esperanza, y Dios sus aguas emana, con amor y confianza, 'pa' bendecir su Triana», le cantó el malogrado Sacri durante aquellas primeras chicotás. Otra voz también para el recuerdo.
Nuevo paso, nuevos sonidos
La salida extraordinaria que está por venir centra también el culto en ambos titulares -y en la citada Santa Cruz-, pero retomará el camino a su sede con todas las imágenes secundarias. De hecho, ni siquiera repite el paso, teniendo en cuenta que el actual fue completado por los Hermanos Caballero en 2007.
Tampoco sonará igual el discurrir del misterio por las calles de Triana y Sevilla. Desde luego no por una cuestión de corte de las composiciones, sino porque hace dos décadas y media era la Banda del Sol la que acompañaba a la primera parte de la cofradía y, desde 2019, quienes lo hacen son los músicos del Rosario de Cádiz. «Si Dios quiere allí estarán en septiembre», anticipa Cordero acerca de una banda de cornetas y tambores con cada vez más presencia -y seguimiento- en Sevilla.
Sobre la posibilidad de haber ampliado el itinerario a San Bartolomé, donde Las Aguas fue conocida por los cofrades más veteranos (entre 1955 y 1977), su hermano mayor es tajante: «el sentido era volver al sitio donde nació la hermandad de penitencia». Curiosamente, los planes del cincuentenario de la bendición de la Virgen de Guadalupe contemplaban una salida extraordinaria desde la Judería. «Se intentó, pero no se autorizó», recalca, pese a la gran vinculación que existe entre las dos entidades.
Las Aguas desarrolla allí una obra social específica con Cáritas y la sintonía con el párroco -Juan José Sauco- es inmejorable. En palabras del Cordero, «es un encanto de persona» y dice cariñosamente que la Virgen de Guadalupe es 'parroquiana suya'». Por ello, no descarta que «pudiéramos llegar a salir de allí si se dieran las circunstancias».
Asimismo, el hermano mayor concluye con que la conmemoración va más allá de ver procesionar al misterio en septiembre. Desde enero han ido celebrando conferencias con expertos sobre la trayectoria de la corporación, la religiosidad sevillana y, muy especialmente, la de Triana; se han preparado visitas guiadas por los principales templos de su historia 'reciente' -San Jacinto; Santiago, donde estuvieron instalados durante 13 años tras el incendio; y San Bartolomé- y está prevista una publicación a modo de legado impreso de todo lo que va a suponer el año 2025.
Eje de diversos hitos
Por ejemplo, la puesta en valor del que está considerado como obra cumbre del imaginero umbreteño Antonio Illanes, muy vinculado a la corporación hasta el punto de ostentar el cargo de hermano mayor en dos ocasiones. De su gubia era también el crucificado que pereció en el fuego, un encargo ejecutado apenas 12 años atrás porque las desavenencias con los dominicos ya no les permitían rendir culto a la imagen de pasta de madera de propiedad conventual como venían haciendo desde 1750.
Pese a no tener siquiera un siglo de historia, el actual Cristo de las Aguas ha sido el gran protagonista de episodios de calado. Más allá de las dos efemérides descritas en este reportaje, la talla fue trasladada en noviembre de 2018 a la iglesia de San Jorge, en el vecino Hospital de la Caridad, para los cultos en honor a los 75 años de su hechura. Y los Lunes Santos de 1989 a 1992 salió desde los Terceros -junto con el resto de la cofradía- por estar en obras su capilla, mientras el Sagrario de la Catedral se convertía en su sede temporal.
Pero sin duda, aún se recuerda la inusitada estampa del crucificado en plena plaza de Toros de la Maestranza, en un altar dispuesto sobre el albero del coso taurino, con motivo del XLV Congreso Eucarístico Internacional de 1993. Era la primera vez que una imagen atravesaba la puerta del Príncipe. Ante un engalanado ruedo y tendidos, el Cristo presidió la I Ultreya Europea, entendida como reunión de cursillistas de Cristiandad.
El acto tuvo un especial valor porque implicaba el regreso, tras 40 años de aislamiento en este punto, de los religiosos de los países del Este; y porque el Cristo de las Aguas fue el piadoso broche de un acto que congregó a más de 7.000 personas. Como apunte, el pasado 6 de junio se celebró la Ultreya Mundial en San Pablo Extramuros de Roma.
Paradójicamente es, junto al Cautivo y Rescatado de San Pablo, la única imagen del Lunes Santo que aún no ha presidido un Viacrucis de las Cofradías, y tampoco ha formado parte su misterio de ningún Santo Entierro Grande. Sin duda, dos nuevos capítulos por escribir en el horizonte de los tres siglos de Aguas en Sevilla.
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