Posiblemente, los Tres Barrios y la Candelaria de Madre de Dios han vivido una de las jornadas más importantes de su historia. Unas de las zonas más humildes no de Sevilla, sino de España, peregrinó ante el Señor del Gran Poder como cierre ... del fin de semana del pregón de las glorias.
Así han querido agradecer a la hermandad del Gran Poder a lo ocurrido hace tres años cuando el Señor permaneció tres semanas en los Tres Barrios. Son rincones donde es más necesaria la fe que en ningún sitio o quizás son lugares donde más se demuestra la religiosidad, del valor de lo que representan las imágenes ante una sociedad cada vez menos creyente.
La estampa volvió a repetirse a la de 2021, pero a la inversa, la Virgen de la Candelaria de Madre de Dios ha visitado al Señor en su basílica, lugar que continuará recibiendo culto hasta mañana lunes.
La Candelaria de Madre de Dios presidió el pregón de las glorias de María en la Catedral, un acto realizado por Milagros Ciudad. Pero faltaba la guinda, la procesión de la Virgen por el casco antiguo.
Todo se preparaba en el interior de la Catedral, la cuadrilla y capataces inmortalizaban el momento, los acólitos tenían un momento delante de oración delante de la Virgen en el propio altar del Jubileo. Rezaban en voz baja, dando una auténtica demostración de amor a María.
Llegaba la hora de la salida, Ricardo Almansa llamaba a su gente e invitaba al deán de la Catedral y párroco de la Candelaria, Francisco Ortiz Bernal, a dar unas palabras a los costaleros. El capataz le indicó: «Aquí tenéis delante a vuestro párroco. Hacen falta muchos sacerdotes como él en la iglesia». Seguidamente, el sacerdote realizó una oración y pidió por Rafael de Alba Mauri, el hermano mayor de la hermandad que falleció recientemente.
A partir de ahí comenzaban unas horas que los vecinos y hermanos de la hermandad nunca olvidarán. Antes de salir, como es costumbre cada vez que una imagen va a la Catedral, rindió honores a la Virgen de los Reyes. La corporación hizo una ofrenda y la asociación de fieles le entregó la medalla de oro de la patrona, un acto concluido con una oración de Manuel Sánchez Sánchez, otro de los grandes artífices de la labor tan encomiable que hacen a diario en los Tres Barrios.
Pasadas las siete media de la tarde repicaban las campanas la Giralda ante una plaza Virgen de los Reyes repleta de público, una tónica dada durante prácticamente toda la procesión. Tal es así que hubo agobio por parte de algunos miembros de la corporación que no permitía en ciertos momentos el trabajo a los medios de comunicación presentes, incluido el de la caña, incluido en la zona vallada por el Ayuntamiento de Sevilla en la plaza Nueva.
La Cruz Roja no cesaba en tocar. La Virgen, con un sol radiante, transitó a los pies de la Giralda, para ir en camino del Ayuntamiento de Sevilla donde esperó una corporación municipal encabezada por el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz. Era el momento de despedida de las representaciones. Todo eran imágenes nuevas y únicas.
Tras la visita a la Casa Consistorial tocaba recorrer la calles del centro para ir en busca del barrio de San Lorenzo en una procesión que para muchos de los hermanos y vecinos de la corporación ha sido uno de los días más felices de sus vidas.
Cuando el reloj de la plaza de San Lorenzo marcaba las once de la noche, la procesión llegaba al barrio, en una comitiva formada por niños de las jesuitinas, representaciones de hermandades que llegaron al final, las corporaciones de la parroquia en la puerta recibiendo y esos vecinos que fueron de peregrinación en todo momento con su Virgen.
Se ponía punto y final, pasadas las once y media de la noche, a una procesión que marcó el inicio al tiempo de glorias. Los Tres Barrios dieron todo un ejemplo de testimonio de fe. El sábado próximo, la Candelaria de Madre de Dios volverá a salir a la calle, pero esta vez por su barrio y en la que hará visita a la parroquia de la Blanca Paloma.
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