¿Qué tienes que hacer en la Feria de Sevilla para no desentonar?

A continuación, algunos detalles para saber qué debe hacer en la Feria sin pasarse de la raya y disfrutando al mismo tiempo.

Es toda una tradición quedar en la Portada de la Feria, sin embargo, la cosa puede complicarse, ya que todo el mundo lo hace y puede que no encuentre a su grupo de amigos. La bulla puede ser monumental . Mejor queda fuera del Real, en alguna calle aledaña o directamente en alguna caseta para evitar quedarte solo o pasar horas dando vueltas admirando el ambiente bajo la Portada. Algunas recomendaciones este año: «te espero debajo de Curro» o «en el arco de la izquierda o el arco derecho»...

Una vez dentro del Real debes adaptarte a él. Aquí se come y se bebe, no importa qué hora sea. Ya sea una copa de manzanilla, fino o algún refresco, pero hay que ponerse al lío pronto. No olvide el clásico rebujito o esa jarrita que va y viene de cerveza . Lo importante es refrescarse el gaznate en buena compañía y saber controlar el tiempo y las ganas, no vale abusar del alcohol, eso sí, bien serviría esponjar la bebida con el clásico montadito de lomo que se pega en el paladar. También siempre viene bien el clásico plato de jamón, la ensaladilla, las gambas de Huelva, las tortillitas de camarones o el plato de queso. Todo vale -según lo que te apetezca- para ayudar al cuerpo a aguantar el paso de las horas.

No te olvides de una parte fundamental en la Feria. Una buena sevillana a tiempo alegra los sentidos y mejora tus relaciones sociales. A algunos les cuesta arrancar, pero una vez metido en la jarana hay que improvisar como sea, si no se tiene la técnica adecuada. La primera , sencilla y elegante para ir entrando en calor. La segunda, donde se empieza a improvisar, pero igualmente fácil. La tercera, el taconeo más puro y atrevido, para pasar a la cuarta, la más complicada técnicamente. ¡Un cúmulo de sensaciones!

Como marcan los cánones. Es toda una tradición que la mujer se vista de flamenca para pisar el Real. El traje de flamenca , nunca de faralaes, sigue las tendencias de la moda para sumar año tras año más adeptas. Con el clásico lunar, estampados o transparencias... Broches en infinidad de formas, claveles o rosas para adornar el cabello, los pendientes o el mantoncillo, los complementos insdispensables para lucir el traje de flamenca. Sin embargo, no todo vale para pisar el Real , como bien apunta BulevarSur .

No te puedes ir de la Feria de Abril sin pisar la calle del Infierno. La noria, los coches de choque, las tómbolas, el mítico Canguro o el clásico Látigo ... decenas de cacharritos esperan tanto a los más pequeños como a los más mayores para hacerles pasar una tarde más que divertida. Saltos, volteretas, caídas en picado, incluso con increíbles chorros de agua. Movimientos, sonidos y luces que llamarán su atención Todo está ya a punto para un día inolvidable. Otra opción dentro de la calle del Infierno sería ir al circo . Situado al final de la calle están las carpas, que incluye dentro de sus actuaciones acróbatas, payasos, magos, adiestradores de animales que harán que los más pequeños disfrutan de una increíble tarde. También hay puestos de comida donde tomar o comer algo: hamburguesas, pizzas, dulces, churros con chocolate, carnes, pescado, etc.

Durante el día tiene lugar el tradicional paseo de caballos y enganches por el recinto ferial. Jinetes, amazonas y enganches recorren las calles del Real, en una muestra de elegancia y belleza en este espectáculo único. Ellos, ataviados con el traje típico corto y ellas, de flamenca . El traje de corto proviene de las ropas que se llevaban en el pasado en las tareas del campo con el ganado. Desde entonces apenas ha variado. Cuando el pantalón del traje de corto es sustituido por una falta larga se le llama «traje de amazona» , y la monta es con ambas piernas en el mismo lado del caballo.Son muchos los que se acercan para disfrutar de este increíble desfile.

El templo del toreo por excelencia, se dice que no hay público más serio que el que va a los toros en Sevilla . El silencio característico en la plaza se palpa cuando el torero está en plena faena. Durante la Feria se programan los carteles, tanto de toreros como de ganaderías. Una corrida de toros es, además, todo un rito que la ciudad espera año tras año y que solemnemente atesora. Tras ésta, nada mejor como volver al Real a seguir disfrutando de la fiesta en buena compañía.

Nada como rematar el día en la Feria con una parada tanto en las chocolaterías aledañas al recinto ferial como tomar unos buñuelos con chocolate en el «Patio de las buñueleras» de la Feria. Las gitanas guardan en secreto la receta de estos increíbles buñuelos, de sabor inigualable. No hay nada como unos buenos churros con una taza de chocolate caliente para reponer el cuerpo tras un día de excesos con la comida y la bebida.