Vueling tiene alternativa para las rutas de Ryanair que pierden Sevilla y Málaga

La filial del grupo IAG mantiene para la próxima temporada, que comienza el último fin de semana de octubre, conexiones desde ambas ciudades. Lo que está por ver es si aumentará la capacidad para ocupar ese hueco que deja la low cost irlandesa. Esta aerolínea también cubre las rutas con el resto de las ciudades canarias -Fuerteventura, Las Palmas y Lanzarote- en las que se reduce un 10% el número de asientos.

Aena ha confirmado que trabaja para que otras aerolíneas operen los trayectos que quedan sin servicio. No es una labor nueva, desarrolla esta misión desde que Ryanair consumó el cierre de las bases de Jerez y Valladolid para este verano, aunque sin éxito. De momento, Volotea es la única compañía que ha mostrado interés por llevar a cabo ese plan, aunque no ha ampliado la capacidad ni ha anunciado nuevos vuelos. También negocia por Vueling.

El hachazo de la aerolínea que dirige Eddie Wilson ha dado a Canarias tiene un especial impacto en el aeropuerto de San Pablo, que es el que mantiene una mayor conectividad con el archipiélago. En 2024 los aviones que volaron a Tenerife Norte, una de las base que se cerrarán este invierno, viajaban a bordo 341.019 viajeros (entre llegadas y salidas), según los datos de Aena. La ruta con Santiago la utilizaron alrededor de 234.000 personas. También se verá afectada la actividad con el resto de las islas, que es alta.

Para Málaga el impacto es menor. En 2024 tuvo rutas con Tenerife Norte y Gran Canarias y entre ambas sumaron unos 500.000 pasajeros (entre llegadas y salidas), según los datos de Aena, mientras que la conexión con Santiago sumó en torno a 200.000 viajeros en todo el año. En este caso, el cierre de bases no tendrá efecto en el balance final, pues el tráfico internacional es el que tiene el mayor peso en este recinto. La dependencia de Málaga de la aerolínea irlandesa es del 26% y aunque es la líder, tiene capacidad para sostener las cifras si sigue suprimiendo destinos.

Por el contrario, la cuota de mercado de la low cost en Sevilla es del 36% y es en este aeropuerto donde tiene además su centro de reparaciones por el que pasa toda la flota del grupo durante el invierno. Disponer de este equipamiento ofrece a la ciudad un plus para mantenerse a salvo de los efectos de la guerra entre Ryanair y Aena por la subida del 6,62% de las tasas aeroportuarias, pero no es eximente. «Nadie está a salvo», llegó a advertir el CEO de Ryanair durante la rueda de prensa del pasado miércoles en la que anunció los recortes.

Por su parte, el presidente y consejero delegado de Aena, Mauricio Lucena, ha tildado la estrategia de Ryanair como un «chantaje» y le ha restado importancia al 'portazo' de la compañía, recordando los buenos resultados del sistema aeroportuario español, que prevé un incremento del 2% en el número de llegadas durante la temporada de invierno.

Con este nuevo recorte, Ryanair cuantifica en dos millones de plazas la capacidad recortada en los aeródromos regionales en un año, aunque la aerolínea está compensando con incrementos de plazas en los aeropuertos 'hubs' españoles y los turísticos. Aún así, el número de asientos ofertados en las infraestructuras menos usadas caerá un 41% respecto al invierno anterior y el estimado para toda España es el de una pérdida del 16%.