Shell invertirá 9 millones de euros en su red de cargadores para coches eléctricos de Sevilla

El primer gran salto en España ha sido la adjudicación del contrato convocado por el Ayuntamiento de Sevilla. Cable Energía, ya en la órbita de Shell, extenderá una red de 200 cargadores de distintas potencias de forma homogénea en los once distritos de la ciudad. Forma parte de un plan más amplio del Ayuntamiento, que llegará hasta las 700 estaciones, en el que participan también las empresas Eranovum, Wenea y Endesa.

Cable Energía ha obtenido la máxima puntuación y ha podido elegir en primer lugar los emplazamientos de sus cargadores. «Los grandes desarrollos de redes de recarga pública en ciudades son uno de los obtjetivos de nuestra estrategia de expansión y Sevilla ha sido la primera gran palanca», explica Jesús Nieto, socio fundador de la empresa sevillana, que se mantiene como director de Operaciones en esta nueva etapa, tras la venta a Shell.

El primer paso tras el desembarco de la multinacional británica en Sevilla ha sido abrir una nueva sede en el edificio Galia Puerto y reforzar su equipo humano. De los 16 trabajadores de plantilla que aportaba Cable Energía ha pasado a 36 en solo cuatro meses, más del doble, con la previsión de llegar a 50 en el primer trimestre de 2023.

«La oficina está certificada para tener hasta un centenar de empleados de Shell. A medio plazo se perderá la marca Cable Energía porque la adquisición fue para la liderar movilidad eléctrica y en este negocio Shell tiene su propia enseña internacional», subraya Nieto. Después de Tesla, la de Shell es la mayor red de puntos de recarga del mundo, con más 80.000 estaciones en operación.

En Sevilla, Shell prevé invertir entre 7 y 9 millones de euros para desarrollar la red de recarga pública, una horquilla de inversión en función del número de transformadores que finalmente tenga que colocar.

El contrato con el Ayuntamiento es por diez años con la posibilidad de prórroga por otros cinco. Se trata de una concesión demanial: el Consistorio cede el espacio a la empresa y la concesionaria le abona el 5% de la facturación como canon. Los cargadores se van a instalar en suelo público no regulado por la zona azul. Se van a ocupar 700 plazas en total en la ciudad donde solo podrán aparcar vehículos eléctricos. En función de la potencia tendrán diferente tiempo de uso: desde 30 minutos los puntos súper rápidos, hasta las 12 horas en zonas residenciales, «para que el usuario pueda dormir sin tenerse que preocupar de la recarga de su coche», apunta el directivo.

El mapa de cargadores dibujado por Shell ha tenido en cuenta localizaciones como las puertas de supermercados, hoteles, gimnasios o cafeterías, para establecer los cargadores ultrarrápida, donde el usuario pueda cargar en media hora su vehículo. «Por eso es importante llegar primero, porque así nos hemos asegurado las mejores localizaciones de Sevilla que no son zona azul», añade.

«Nosotros invertimos en los equipos y desarrollamos la red. Para ello tenemos que conseguir los permisos, las licencias y las conexiones que nos aseguren la potencia necesaria para hacer el despliegue previsto», explica el director de Operaciones.