Luz verde del Gobierno a la fusión Unicaja Banco-Liberbank

La resolución del departamento dirigido por Nadia Calviño tiene fecha del pasado viernes. Y en cualquier caso no es el último trámite. En la misma notificación a la CNMV se informa de que las dos entidades tienen previsto que la fusión se complete antes de que finalice el mes de julio , una vez culminados los últimos trámites administrativos.

Es decir, que todo marcha como se esperaba. El pasado diciembre, cuando l os consejos de administración de las dos entidades aprobaron su 'matrimonio' ya se dijo que el mes de julio sería el definitivo para dar por concluidos todos los trámites previos a la entrada en funcionamiento de un único banco.

En aquel movido fin de año , y no sin enormes dificultades que a punto estuvieron de dar al traste con la fusión, los consejos de Unicaja y Liberbank dieron su plácet al fin a su unión mediante un reparto del accionario del 59,5% para la malagueña y un 40,5% para la sociedad con origen asturiano. El objetivo, el quinto banco español con alrededor de 110.000 millones de euros en activos.

Manuel Azuaga , actual presidente de Unicaja, seguirá como máxima figura del banco resultante. Manuel Menéndez , consejero delegado de Liberbank, también continuará ejerciendo el mismo cargo que hasta ahora.

La sede principal de la nueva sociedad estará en Málaga, aunque mantendrá servicios centrales en otros puntos. Alcanzará los 4,5 millones de clientes y será el banco de referencia en seis comunidades autónomas: Andalucía, las dos Castillas, Extremadura, Asturias y Cantabria, con importantes cuotas de mercado en todas ellas.

Este reparto de papeles se mantendrá hasta que en 2023 Azuaga acceda a la jubilación. Entonces, tal y como establecen los reguladores, el puesto de mayor relevancia lo ostentará el CEO del banco, quedando el nuevo presidente con una función más institucional. ¿Quién llevará entonces el mando? Las dos partes pactaron que llegado ese momento se someterá a votación la continuidad de Menéndez .

Fue éste el principal escollo de las negociaciones. Pues desde Málaga se vaticina que si el timón pasan a manejarlo directivos procedentes de Liberbank, pueden perderse las señas de identidad que han caracterizado a Unicaja desde sus inicios.

Incluso se teme a que llegado el caso pudiera a ceptarse la primera operación corporativa que se planteara y Unicaja terminara siendo engullida con sus principales centros de decisión en la lejanía.

En cuanto a la estructura del nuevo consejo, lo aprobado es que cuatro de los siete consejeros dominicales lo serán a propuesta de Unicaja y tres de Liberbank. De los seis independientes, cuatro procederán del banco malagueño y dos del absorbido.