UNIA: Innovar en la relación Universidad-Sociedad

El aprendizaje y la I+D son dos pilares fundamentales de la llamada tercera misión de la Universidad: la transferencia del conocimiento. En un contexto de incertidumbre, donde la COVID-19 mantenía en jaque a los sectores no esenciales, la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) asumió la tarea de innovar en su relación con la sociedad, situándose como punto de encuentro para las ideas y la reflexión.

En palabras de su rector, José Ignacio García, «hemos buscado nuevas fórmulas para capacitar a la ciudadanía, sobre todo a los profesionales de las distintas áreas, aportando un conocimiento clave para sortear en lo posible ese tsunami que ha supuesto para todos la pandemia ». El foco, apunta, no era tanto ofrecer una formación reglada sino «tender, en lo posible, un salvavidas y ayudar a comprender mejor las repercusiones de todo esto que estábamos y estamos viviendo».

Así, en pleno confinamiento nació el proyecto #DiálogosUNIA . Un ciclo de seminarios sobre el cambio social tras el coronavirus con 3.800 inscritos y que acaba de arrancar su segunda edición. En él se han dado cita a referencias nacionales e internacionales, para analizar el efecto de la COVID-19 en el empleo , sobre la reforma del derecho social, en la medicina o en la propia enseñanza.

Dentro de estos webinars gratuitos han participado, entre otros, Juan José Almagro, exvicepresidente de UNICEF; Aurora Bueno, catedrática de Medicina Preventiva y Salud de la Universidad de Granada; Álvaro Pascual, catedrático y jefe de servicio de Microbiología del Hospital Virgen Macarena; Virginia Álvarez, responsable de investigación en Amnistía Internacional, o los politólogos Pablo Simón y Berta Barbet.

«En nuestra vocación de servicio público, creímos importante poner a debatir a grandes expertos y ofrecer la oportunidad de resolver alguna de las dudas que venía generando una situación tan desconocida para nuestra sociedad», señala García. En este sentido, comenta que «el grueso de los participantes son profesionales, de la empresa y también de la administración, y profesorado universitario, tanto español como de América Latina».

El salto a lo digital ha permitido a la UNIA abrir ventanas a distintos proyectos. Junto a los seminarios, otra iniciativa que nació en pleno confinamiento fue la serie web «Coronavirus. Reflexiones para niñas, niños y jóvenes ciudadanos». Un proyecto que surge desde la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos e Interculturalidad, donde su directora Ruth Rubio trasladaba los principales debates abiertos en torno a la pandemia a un lenguaje y en un tono más cercano a los jóvenes.

Acompañados de guías de didácticas, para extender su uso como herramienta educativa, la producción centra su atención a lo largo de seis episodios en temas como el derecho a la información, las fake news, las implicaciones del estado de alarma, la solidaridad en una situación de pandemia o el enfoque de género .

Los tradicionales Cursos de Verano que la Universidad Internacional de Andalucía celebra en sus sedes de Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla también han tenido una vuelta de tuerca. «Tras 75 años de actividad, consideramos que era una responsabilidad mantener esta línea de formación en esta edición, con todas las medidas de seguridad, reduciendo la oferta e innovando en el formato», señala José Ignacio García.

Con ello, por primera vez la UNIA ha incluido en su oferta estival cursos virtuales y ha emitido en abierto y de manera gratuita, a través de sus redes sociales, las ponencias de mayor calado. «En términos de público, nos hemos mantenido en niveles similares a otros años, pero el impacto social logrado ha sido muy superior», afirma. En total, señalan desde la institución, más de 20.000 personas han atendido conferencias o cursos completos sobre sostenibilidad, seguridad, arte, literatura o calidad universitaria.

El propio rector ha dirigido uno de estos cursos de verano, organizado en colaboración con la Consejería de Empleo. «Con el mismo espíritu que los #DiálogosUNIA, este año hemos tenido un curso sobre políticas activas de empleo al que han acudido primeros espadas nacionales y en el que han participado profesionales del sector público. Quiero que la UNIA esté ahí, aportando conocimiento útil para la toma de decisiones», apunta García.

En esa labor, señala, un proyecto estratégico de la institución será la creación de un Observatorio sobre nuevos perfiles profesionales. Una herramienta que aspira a conectar las demandas del sector productivo con la formación, por un lado, y con el diseño de políticas y actuaciones encaminadas a mejorar la empleabilidad en la comunidad.

Durante este año, la Internacional de Andalucía ha mantenido su línea de trabajo ligada a la mejora de la enseñanza, introduciendo algunas novedades. En el caso de su programa #WebinarsUNIA , vinculado a la digitalización, la edición de 2020 se ha centrado en formar en cuestiones clave para la docencia no presencial.

«La pandemia empujó toda la enseñanza al espacio virtual, donde no todo el personal docente tenía experiencia y requiere metodologías distintas a lo presencial, tanto en el proceso de aprendizaje como en aspectos como la evaluación», apunta García. Como respuesta, la UNIA adelantó el inicio de estos seminarios al mes de junio, con el objetivo de facilitar el diseño del nuevo curso académico, y amplió la oferta a 20 sesiones.

La acogida de la comunidad docente, tras superar los 10.000 inscritos, ha empujado a la UNIA a reforzar este proyecto, con dos spin-off. Por un lado #DIenlínea, una iniciativa de carácter modular, que recopila, estructura y amplía el contenido de las últimas ediciones de estos webinars, para facilitar su acceso y asimilación de contenido. De otro, un curso intensivo en francés que tiene como público a profesionales de la enseñanza del Magreb. «Desde la universidad queremos y debemos estar más presentes en los grandes retos de nuestra sociedad, aportando conocimiento y rigor, para facilitar tomar la mejor decisión. Ya sea personal, profesional, empresarial o institucional. Tenemos que innovar, no solo en la I+D o las patentes, sino también en todo aquello que nos permita conectar mejor con nuestro entorno», concluye José Ignacio García.