La Sindicatura de Minoritarios se convierte en el primer accionista de Abengoa, con el 15,5% del capital

Esta plataforma de accionistas pide a Juan Pablo López-Bravo, presidente actual de la matriz, y a la consejera Margarida de la Riva -que gobiernan ahora la compañía- la urgente «convocatoria de la junta general extraordinaria solicitada el 30 de diciembre de 2020 e iniciar conversaciones con Clemente Fernández como representante de la sindicatura para alcanzar un nuevo acuerdo de refinanciación».

«Tras la salida de Gonzalo Urquijo, dejando a su suerte a 14.000 empleados y a decenas de miles de accionistas, desde AbengoaShares, se pide al Gobierno y a sus acreedores que nos ayuden a salvar a la compañía del concurso. La única forma de alcanzar un acuerdo pasa por contar con todas las partes implicadas, y la sindicatura de accionistas está dispuesta a inyectar 22 millones de euros para facilitar un nuevo plan de financiación, para lo cual AbengoaShares se compromete a acudir a una ampliación de capital, arriesgando nuevamente nuestro dinero», explica es te colectivo de accionistas, que logró el pasado 17 de noviembre destituir a Gonzalo Urquijo como presidente de la matriz.

La sindicatura considera «una irresponsabilidad que Juan Pablo López-Bravo y Margarida de la Riva Smith sigan enrocados sin querer hablar con los legítimos propietarios de la compañía y quienes les nominaron para sus cargos. Además, no están autorizados para nombrar un nuevo consejo en Abenewco1 sin escuchar a los accionistas. Deben atender al artículo 174 de la Ley del Mercado de valores que garantiza un consejero dominical a la sindicatura».

Asimismo, AbengoShares señala que «ningún consejo de administración está por encima de la ley, ni puede permitir la deriva de la empresa que administra, la cual, transcurrido más de un año, sigue sin presentar cuentas auditadas, sin comunicar información referente a su situación financiera y continúa ocultando información importante a los accionistas y organismos reguladores. Es un despropósito que los accionistas no podemos tolerar. La situación de la empresa es crítica y no puede pasar un solo día más en que la empresa continúe esta deriva destructiva, incumpliendo gravemente reglamentos y leyes».