Especial I+D+i
Rogelio Velasco: «La financiación de la universidad debe depender en parte de su I+D»
El consejero de Transformación Económica prepara la estrategia de innovación que marcará el periodo entre 2021 y 2027
Luis Montoto
Entre las tareas que debe afrontar el consejero de Transformación Económica en lo que resta de legislatura está la elaboración de la Estrategia de I+D+i en Andalucía para el periodo 2021-2027, que sentará las bases de la política autonómica en esta materia. «Tendrá que ... poner el foco en la digitalización, la transición ecológica y, dadas las circunstancias sobrevenidas por la pandemia, en la biomedicina, un sector que ayudará en la emergencia sanitaria y acelerará también la recuperación económica», remarca. Rogelio Velasco es catedrático de Economía, ha trabajado en la Universidad de Berkeley, ha sido consultor de instituciones como el Banco Mundial y dirigió las inversiones de capital riesgo de Telefónica. Sostiene que Andalucía tiene ante sí una oportunidad histórica. «Antes la innovación dependía de grandes empresas de carácter industrial, pero ahora vivimos una época distinta: quince de las mayores empresas del mundo no existían hace dos décadas, eran pequeñas startups muy intensivas en innovación». Por ello «la promoción del conocimiento y la mejora de la I+D+ es ahora, más que nunca, un motor potente de desarrollo para una comunidad en la que no hay compañías de gran dimensión».
¿Qué balance hace del Plan Andaluz de Investigación (Paidi) que concluye ahora?
No ha funcionado como debía por su alto grado de paralización. Se ha sufrido un retraso muy considerable en la convocatoria y resolución de expedientes, algunos de ellos parados desde 2012. Ha habido un esfuerzo extraordinario de todo el equipo de la consejería para darle la vuelta a esta situación. Algunas de las intenciones que recogía el Paidi no eran malas, pero no puedo tener una opinión positiva porque el retraso administrativo ha ocasionado un impacto negativo tanto en la estructura productiva de Andalucía como en la generación de conocimiento. Hemos puesto orden y estamos ya al día tanto con las convocatorias antiguas como con las nuevas, que ahora se anuncian con antelación, tal como reclamaban los investigadores. Hemos acabado, en definitiva, con la improvisación y la incertidumbre que marcó la anterior etapa.
¿Qué objetivos se marca para la estrategia 2021-2027?
Hay dos ejes fundamentales que lo reconocen todos los informes y organismos internacionales. Uno es la digitalización, en un sentido amplio, empezando por el despliegue de infraestructuras de comunicaciones ultra rápidas que permitan a los investigadores estar conectados entre sí. El segundo eje es el medio ambiente, ya que el cambio climático es una realidad que si no se combate puede llevarnos a un proceso de deterioro irreversible. Aunque no estaba contemplado como prioritario, ahora también hay que situar como tercer eje la investigación biomédica, necesaria para salvar vidas, detener la pandemia y, a su vez, acelerar la recuperación económica.
De los tres ejes, ¿las renovables tienen un potencial especial por el desarrollo que están alcanzando en Andalucía?
Hay un gran desarrollo de parques fotovoltaicos, pero no debemos olvidar que las placas solares se realizan en China y que el impacto en el empleo es muy alto durante la construcción de los mismos, pero una vez concluidos se reduce su efecto en la economía local. Nuestro plan de I+D+i debe reforzar las capacidades de las empresas andaluzas para el desarrollo de estas tecnologías; no me voy a quedar satisfecho si solo son las grandes empresas eléctricas las que acometen estas inversiones.
¿La capacidad fotovoltaica instalada conllevará innovar en Andalucía en almacenamiento, generación de hidrógeno o redes inteligentes?
Abrigo la esperanza de que, al socaire de estas actividades, surjan empresas que desarrollen esas tecnologías, que en Andalucía no seamos solo consumidores, sino productores.
Ha convocado un concurso para la gestión de tres fondos de capital riesgo que sumarán más de 45 millones de euros. ¿Qué espera de esta convocatoria?
La inversión en capital riesgo es muy difícil de analizar, precisamente por ello requiere de directivos altamente especializados, y es un perfil del que carecemos en la administración pública andaluza; así que hemos sacado a concurso público la gestión de tres fondos (uno para startups y dos para empresas en fase de expansión) porque queremos que los criterios de inversión sean estrictamente profesionales. Dado que quienes se adjudican la gestión tienen que aportar también una parte de los recursos, el incentivo para realizar el mejor análisis posible de potenciales inversiones es muy fuerte. Arriesgan su propio dinero, es una forma de gobernanza mejor que cualquier otra alternativa.
«La digitalización y la transformación digital serán esenciales»
«La pandemia obliga a que hagamos un esfuerzo especial por la biomedicina»
¿Hará más concursos de la misma naturaleza?
Los fondos que ahora se han licitado tendrán un periodo de maduración de al menos cuatro años, así que habrá que esperar a evaluar su resultado para repetir la experiencia. Es una actuación dentro de una paquete más grande de medidas de impulso a los emprendedores y la digitalización, que incluyen el plan general de emprendimiento, el de captación y retención de talento innovador, la industria 4.0 y la inteligencia artificial.
El informe Cotec advierte de que la Universidad y las empresas siguen muy alejadas. ¿Cómo se deben acercar ambos mundos?
Estamos reforzando la relación de la Universidad con las empresas de su entorno más próximo. Aparte del sistema actual de las Oficinas de Transferencia de la Investigación (Otris), que ceden o venden patentes a empresas, en el Puerto de Sevilla ya funciona una colaboración de la universidad con otros dos centros portugueses para realizar actividades de I+D directamente relacionadas con la labor de las compañías que están allí asentadas. Otro ejemplo es el Centro de Fabricación Avanzada (CFA) en Cádiz, donde hemos comprometido 16 millones, está en fase de exposición pública y se ha presentado un grupo de empresas extraordinario; en el área de la Bahía de Algeciras habrá otro centro orientado al sector de la logística y el transporte. Son ejemplos de colaboración público privada asociados a la I+D empresarial.
El caso del CFA era un proyecto que ya estaba planteado…
En efecto, estaba planteado pero también paralizado. EL CFA, por ejemplo, lo hemos reformulado porque el planteamiento inicial no era el correcto, precisamente por ello estaba parado desde hace años. Se ha cambiado la estructura para facilitar que tras un concurso público una o varias empresa privadas con experiencia se hagan cargo de la gestión del centro.
¿Y en la futura estrategia de innovación 2021-2027 se incentivarán las alianzas público privadas?
Es una exigencia de la UE. Hay volúmenes muy importantes de recursos para hacer I+D+i que se queda sin una aplicación práctica. Es fundamental que una parte relevante del conocimiento que se genera se materialice finalmente en bienes y servicios para que se puedan resolver demandas del mercado;eso requiere necesariamente el concurso de las empresas privadas que exploten ese i+d y se conviertan, a su vez, en organizaciones orientadas de manera muy intensiva al conocimiento. Esa relación la vamos a fomentar.
El informe de la AIREF incide en la burocratización del mundo universitario. ¿Son necesarias estructuras más ágiles?
La simplificación burocrática es un objetivo de todo el Gobierno. De los 862 procesos burocráticos de la Junta de Andalucía, en dos años hemos logrado suprimir cien de ellos; y esto se aplica también a las universidades, que deben gestionar de una manera más ligera y ágil. En el informe de la Airef hay dos cuestiones fundamentales: el criterio que se utilice para dotar de financiación a las Universidades debe estar orientado precisamente a sus actividades de I+D; y hay que evitar solapamientos entre grados y másteres entre los distintos centros. Esto último requiere una revisión y los rectores están de acuerdo.
Retroceda a los tiempos en los que era profesor de emprendimiento en el IESE. ¿Qué potencial ve en las nuevas empresas tecnológicas de Andalucía?
Estos dos años he viajado por toda Andalucía visitando numerosas empresas y centros de innovación. Veo a muchos jóvenes cargados de buenas ideas empresariales que necesitan conectar con quienes les escuche y les valore. Hemos lanzado una primera parte del plan de emprendimiento que es Andalucía Road Show Startup, en colaboración con las Cámaras de Comercio, y en la que queremos que afloren todas estas propuestas. Hemos recibido proyectos de las ocho provincias y seleccionaremos las mejores para ofrecerles mentores e información específica de los mercados a los que se dirigen. Habrá un grupo en cada edición a las que les acompañaremos al South Summit en Madrid y al Web Summit en Lisboa, y les apoyaremos en la internacionalización y en la búsqueda de inversores.
«Reducir la burocracia es un objetivo del Gobierno, también en la Universidad»
«Estamos reforzando la unión de investigadores con empresas del entorno»
Las regiones de España con mayores índices de I+D+i son aquellas en las que hay una industria potente y hay numerosas empresas de gran dimensión. ¿La industria y el tamaño son la primera premisa para avanzar?
Las grandes empresas invierten más en I+D+i y tradicionalmente el gasto en innovación ha estado muy asociado a las grandes corporaciones del sector industrial. Hoy también hay enormes oportunidades en sectores como las telecomunicaciones y las tecnologías de la información, con compañías que no tienen que ser necesariamente grandes. Firmas muy ligeras, con escalas muy reducidas, pueden ser muy intensivas en innovación. Entre las veinte empresas más grandes del mundo hay muchas que no existían hace veinte años y que nacieron como una startups. Hoy el desarrollo de innovación y conocimiento ofrece mayores oportunidades que antes, y eso es una oportunidad para una región como Andalucía.
La crisis inmobiliaria provocó un derrumbe en los presupuestos de innovación públicos y privados. ¿Ahora podría ocurrir lo mismo con el covid?
En el presupuesto de 2021 hay más de 350 millones de euros para investigación y se mantendrá la apuesta por las universidades. A partir de ahí todos tenemos que hacer el máximo esfuerzo para que durante el periodo de vigencia del futuro plan de I+D+i la inversión, como mínimo, se mantenga y en la medida de lo posible crezca cada año tanto en la parte pública como privada. Será esencial el impulso a la I+D empresarial, que está articulada a través de la nueva Agencia Idea, en el que las convocatorias han tenido una excelente acogida y en plena pandemia han concurrido 429 empresas que proponen una inversión de 255 millones de euros. Para Andalucía debe ser estratégico que se equilibre el peso de la inversión en innovación de la parte pública y la privada, y que ésta última alcance al menos un 50% del total.
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