¿Quién es el estonio que ha donado al SAS 600.000 mascarillas y 30.000 trajes de protección?

Se trata de Kristjan Rahu (1972, Estonia), un empresario del sector energético con fuerte vinculación a la Costa del Sol yque ha realizado la misma aportación de material sanitario a su país, para lo cual fletó un avión en Beijing (China) que llegó a Tallín, capital de Estonia, con otras 600.000 mascarillas y 30.000 trajes protectores. El envío y el transporte tuvieron un coste de 950.000 euros, sufragados por Rahu, conocido mecenas cultural y nombrado en 2018 «emprendedor del año» en su país. Además, Kristjan Rahu donó 100.000 euros a su isla natal, Saaremaa, para combatir la propagación y las consecuencias del coronavirus.

El joven empresario estonio se dedica ahora a administrar su patrimonio después de protagonizar recientemente una las mayores transacciones en el negocio de Estonia, la venta de una participación mayoritaria en el grupo energético Utilitas a un fondo de inversión australiano, una operación en la que habría ganado casi 280 millones de euros, según la Prensa económica estonia. Entre las principales actividades de Utilitas se citan generar energía térmica y electricidad y proporcionar servicios de calefacción urbana, para lo cual tiene diez grandes centrales térmicas. Ello le valió a Rahu del apodo del «rey de las calefacción» en Tallin.

La donación de Rahu —asesorada por el bufete Martínez Echevarría, del que es socio director Vicente Morató — ya fue anunciada en abril por el empresario estonio, que pasa largas temporadas en la localidad malagueña de Estepona, donde tiene varias propiedades. Con esta donación, el empresario cumple su promesa y colabora en la lucha contra el coronavirus en Andalucía, una tierra en la él aprecia mucho y que considera su segunda casa, según fuentes del despacho Martínez Echevarría, cuyo socio Felipe Martínez del Mármol es su abogado de confianza.

El citado bufete ha realizado la gestión administrativa de la donación con el gerente del SAS, Miguel Ángel Guzmán. Desde el despacho han detallado que el material cuenta con los correspondientes certificados de calidad y que de hecho estos 30.000 trajes de protección son una prenda de una sola pieza de pies a cabeza con capucha incorporada, más protectores incluso que los conocidos como equipos de protección individual (EPI).