Presta atención si te vas de viaje al extranjero y quieres pagar con tarjeta

Sin embargo, hay ciertos aspectos en los que quizá no reparemos hasta que nos encontramos en nuestro destino. Uno de ellos está relacionado con lo monetario. Por ello, el Banco de España avisa en su página web de lo que ocurre si tenemos pensado pagar con tarjeta durante nuestra estancia en un país extranjero .

Cuando viajamos a un Estado en el que la moneda de curso legal no es el euro, nuestra entidad bancaria podría cobrarnos una comisión por el cambio de moneda en determinadas circunstancias. Concretamente, al realizar pagos con tarjeta en un comercio o sacar dinero en un cajero automático.

Hay que tener en cuenta también que, además de las comisiones que aplique directamente nuestro banco, si sacamos dinero de un cajero, se nos podría llegar a cobrar el importe íntegro de la comisión de la entidad financiera propietaria de dicho cajero.

Naturalmente, esta última comisión no aparece reflejada en el contrato que hemos firmado con nuestro banco, pero el resto sí. Por ello, para saber cuáles podría cobrarnos nuestra entidad financiera al realizar estas operaciones, es aconsejable revisar las condiciones particulares de nuestra tarjeta antes de viajar. En caso de que las comisiones sean muy elevadas o no estemos conformes, habrá que valorar otras alternativas para pagar en el país de destino.

El Banco de España recomienda informarse y comparar los diferentes productos y opciones existentes en el mercado. De hecho, hay determinadas tarjetas que resultan especialmente atractivas para viajar al extranjero por sus menores comisiones o incluso por la ausencia de las mismas por este tipo de servicios.

Además, el banco central nacional aporta una serie de consejos para todo aquel que quiera cambiar sus monedas de euro por la del país al que vaya a viajar.

En otro orden de cosas, el Banco de España también ha alertado de los posibles problemas que puede acarrear el uso de las tarjetas revolving , basadas en el pago aplazado y fraccionado en pequeñas cuotas mensuales.

Lo más peculiar de estas tarjetas es que la deuda se renueva cada mes : disminuye con el pago de las cuotas, que genera así un nuevo disponible, pero aumenta conforme vamos usando la tarjeta (pagos, reintegros en cajero), y de igual modo ocurre con los intereses y las comisiones.