El presidente de Fadeco: «Podrían paralizarse obras públicas por la subida de los precios de las materias»

¿Cuál es la situación del sector de la construcción en Andalucía año y medio después del inicio de la pandemia?

Nuestro sector está creciendo. A nivel nacional tenemos 136.800 empresas, un 6,2% más que hace un año, y a nivel andaluz contamos con 22.779 empresas, un 8,5% más, creciendo por encima de la media nacional de una forma suave. La construcción está siendo una locomotora de la economía andaluza y del mercado laboral, ya que a nivel nacional tenemos 1,3 millones de trabajadores en alta, con lo que estamos volviendo a cifras del año 2019. En Andalucía tenemos a 240.000 personas trabajando en la construcción, igual que antes del Covid.

¿Cuáles son las expectativas del sector para finales de 2021 y 2022?

A la vista de las licitaciones públicas podemos decir que las perspectivas a corto y medio plazo son esperanzadoras. En obra privada, la promoción de viviendas está tirando porque hay demanda. El precio de la vivienda se está manteniendo, incluso podría subir. No obstante, la subida de los precios de las materias primas es un freno a la promoción privada en estos momentos porque está el aire la firma de contratos a precio cerrado. Esa subida de costes podría provocar una cierta desaceleración en la promoción de viviendas.

¿Hay un descenso en la compraventa de viviendas nuevas?

No porque el precio de la viviendas está manteniendo aunque hay perspectivas de que pueda sufrir un leve incremento por dos motivos: la demanda y el cumplimiento de los nuevos equipamientos que necesitan por temas medioambientales y, por supuesto, del Código Técnico de la Edificación.

Sin embargo, se han reducido los visados de viviendas nuevas, que es la cartera de negocio de la que se nutrirá la construcción los próximos años.

En los dos últimos años, la promoción de vivienda privada por los grandes fondos va cubriendo la demanda pero con la subida de precios de las materias primas, el tema de los alquileres... esté produciendo esa desaceleración.

¿Existe temor en el sector a que el Gobierno apruebe finalmente la limitación en el precio de alquileres?

Evidentemente, el anuncio de la posible intervención del precio de alquileres es un freno y crea una incertidumbre e inseguridad jurídica que seguro paralizará muchos proyectos previstos o en estudio.

Denuncia el desorbitado incremento de los precios de las materias primas. ¿Qué materias están más afectadas?

Según la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de infraestructuras (Seopan), el acero llegó a sufrir un aumento del 70%, el cobre del 92%, el aluminio del 56% y el betún del 85%. Ahora se han reducido los incrementos y el acero estaría en un incremento del 35%, los derivados del plástico en un 50% y la perfilería del Pyl (Placas de Yeso Laminado, lo que se conoce como pladur) un 28%. Este último elemento es fundamental hoy en día para la construcción de vivienda porque prácticamente toda la tabiquería interior, recubrimientos y paramentos están hechos con Pyl.

¿A qué se debe ese disparatado incremento de precios?

Por cuestiones coyunturales, como la pandemia, la retención de contenedores en el tráfico marítimo, el incremento del precio del transporte por la subida de los combustibles, la especulación y porque algunos países están acaparando materias primas. Por ejemplo, había escasez de madera y su precio subió al 400%, aunque ya ha bajado al 200%, un incremento inasumible. En Estados Unidos, por ejemplo, con la subida del precio de la madera se están planteando poner cláusulas de revisión de precios en la compraventa de vivienda por la inseguridad en el precio de la materia prima.

¿Qué países está acaparando materias primas?

Parece que China porque ha salido de esta crisis antes que nosotros y han acaparado materias primas para mantener ese nivel tan extraordinario de crecimiento.

¿En Andalucía ha problemas de abastecimiento de materias para la construcción?

No, es más bien un problema de precio y de alargamiento del plazo en la entrega de las materias.

¿Ello impedirá a los constructores y promotores cumplir con sus compromisos de entrega de obra pública?

En cuanto a la administración pública, nos hemos reunido con la consejería de Fomento de la Junta de Andalucía para tratar este grave problema que amenaza la viabilidad y estabilidad de las empresas de construcción. Como siempre, la respuesta de la Consejería ha sido profesional, seria y constructiva, mostrando su apoyo y colaboración con el sector. Estamos buscando fórmulas jurídicas para ver qué posibilidad hay de revisión de precios de obras críticas dentro de la Ley de Contratos del Estado.

¿Ha accedido la Junta de Andalucía a modificar el banco de precios de materias que rige para las licitaciones?

Hemos pedido una actualización del banco de precios de Andalucía porque no se modifica injustamente desde 2017. La Consejería de Fomento se ha comprometido en su última reunión con Fadeco a actualizar el banco de precios de forma inmediata y que esté en vigor antes de final de año. De hecho, todos los presupuestos que se están elaborando se están haciendo con precios actualizados, aunque sin tener en cuenta las grandes subidas precios porque no creemos que se mantengan en el tiempo.

¿Está diciendo que podría paralizarse la construcción de obras públicas por ese incremento de precios?

Sí existe esa posibilidad pero la voluntad de todos es buscar una solución para evitar que no se paren obras porque si ocurre el problema se trasladará a las subcontratas, proveedores... a toda la cadena productiva de construcción. Hay que acordarse de la última crisis, que provocó no sólo la ruina de constructoras, sino también de empresas auxiliares, como empresas de carpintería y aluminio, pinturas, revestimientos, instaladoras... Tenemos que ser conscientes de que un buen acuerdo es mejor que cualquier problema en los tribunales o la paralización porque eso provocaría en cadena catástrofe económica, desempleo y ruina.

¿Qué sucederá si las promotoras se niegan a asumir parte del incremento del precio de las materias primas?

Hay que subrayar que la subida de precios de las materias es una cuestión internacional, ajena a los constructores, no es un problema que hayamos creado nosotros. La cuestión es que los contratos últimos que se estaban haciendo con los fondos y grandes promotoras eran a precio cerrado, sin posibilidad de incremento de precios. Hay prevista una reunión en septiembre entre grandes promotoras y constructoras con presencia en Andalucía para intentar trasladar el problema y llegar a un acuerdo para evitar que quiebren empresas constructoras y que ello provoque al cierre de compañías auxiliares.

Los promotores pueden entender la situación de los constructores pero ¿cómo pueden ellos asumir esa subida si ya están vendidas las viviendas?

Hay dos posibilidades: que el promotor no haya vendido todas las viviendas, con lo que puede actualizar el precio, y que el margen del promotor tenga la posibilidad de asumir algún coste adicional para llegar a un acuerdo con su constructor, poniendo en la balanza si es más rentable desde el punto de vista económico, de imagen y producción eso o paralizar la obra. Cualquier acuerdo al que lleguemos en estos momentos será bueno para todos.

¿Cuáles son los cambios que piden los constructores para que el sector siga tirando de la economía?

En los momentos graves de la pandemia, Fadeco se reunió con la Consejería de Fomento para pedir tres cosas en materia de obra pública: que se devolvieran los avales retenidos por la Administración para que las empresas tuvieran liquidez para seguir trabajando, que se agilizarán los pagos de las certificaciones retenidas y que las obras previstas se licitaran por urgencia. La Junta cumplió esas tres peticiones. Las empresas medianas y pequeñas estamos respirando gracias a que se ha reactivado la licitación, sobre todo en Andalucía. A nivel de vivienda hemos pedido una reducción de la fiscalidad porque actualmente el 30% del precio de la vivienda son impuestos, algo que la gente no sabe. Además, en cuanto a la rehabilitación de vivienda hemos solicitado que las licencias y permisos se otorguen en varios meses y no en cuestión de años, algo que también evitará que los casos antiguos se queden vacíos.