¿Qué pasará con el grupo Abengoa si antes del 1 de julio la SEPI no le presta 249 millones?

Se barajan diversas hipótesis sobre que ocurrirá con el grupo Abengoa si la SEPI no aprueba antes del 30 de junio el crédito de 249 millones de euros que ha pedido para garantizar su viabilidad. Ese día no sólo acaba la validez de la oferta de compra de Abenga por parte del fondo estadounidense TerraMar, sino que expira la moratoria concursal, que hasta ahora ha evita a Abenewco1, filial que concentra el negocio y activos del grupo, declarar su insolvencia en el Juzgado Mercantil.

Juan Pablo López-Bravo, presidente de Abenewco1 , ya avanzó que sin ayuda pública, tendrán que pedir el preconcurso o el concurso voluntario para blindar al grupo de embargos y evitar que los acreedores soliciten el concurso necesario, evitando así responsabilidades para los administradores. En juego está un grupo que tiene 200 empresas, 11.000 empleados (2.500 en Andalucía) y una deuda de casi 5.000 millones de euros.

Está por ver qué papel jugará el fondo TerraMar, que se comprometió a inyectar 200 millones de euros en Abengoa (140 en forma de crédito y 60 en capital) siempre y cuando la SEPI aportara los 249 millones de euros en créditos ordinarios y subordinados. Si finalmente ningún inversor entra en la compañía y tampoco la SEPI le concede el préstamo, el grupo tendría que negociar un convenio de acreedores , pero López-Bravo ha advertido que la multinacional «está en los huesos» y no podrá aguantar mucho meses más pagando nóminas.

Si no se alcanza un convenio de acreedores, el grupo podría ir a liquidación, un proceso en el que se venderían sus unidades productivas, como la de agua, energía, ferrocarriles... lo que a todos los efectos supondría la desaparición de Abengoa tras 81 años de vida.

Durante el proceso de venta de Abengoa, tres interesados hicieron una 'due diligence' (auditoría) de la empresa: TerraMar, los hermanos mexicanos Amodio a través de su sociedad Caabsa y una filial de Ezentis. Los Amodio (dueños deOHL), que llegaron de la mano de Clemente Fernández, actual presidente de la matriz de Abengoa, dieron la espantada tras la auditoría, mientras que la filial de Ezentis se dio cuenta de que no podía digerir Abenewco1 y poco después terminó solicitando 70 millones a la SEPI para su rescate, que le fueron denegados.

Juan Pablo López-Bravo lamentó que ninguna empresa española haya querido entrar en Abengoa a pesar de ser un referente mundial en tecnologías del agua y energía. Sí, admitió este directivo, que esas mismas empresas estaban dispuestas a comprar determinadas áreas de negocio que complementaban sus actividades, lo que en la práctica hubiera supuesto despiezar la compañía.

Clemente Fernández rechazó la oferta de TerraMar por entender que quería despiezar la compañía y criticó además que ese fondo no era español, aunque los Amodio que él propuso para entrar en la compañía era mexicanos. El presidente de la matriz de Abengoa y representante de los accionistas minoritarios reveló que se interesaron en comprar Abenewco1, la filial operativa de Abengoa, cuatro compañías cotizadas, cinco fondos de inversión y cuatro family office importantes, pero -aseguró- que finalmente se retiraron por la incertidumbre que generaban los pleitos judiciales pendientes.

«Parte del interés de esos grupos permanece y en una nueva fórmula viable que acote los riesgos estoy seguro de que retomarán el proyecto algo que estoy moviendo en esta semana o intentando un 'poo' de varios de ellos de forma unificada. Sin descartar que el Gobierno español participe de alguna manera con otras formas de rescate asociada a capital privado o de accionistas», ha declarado Clemente, que anda ocupado estos días también con el convenio de acreedores de la matriz, que debe estar aprobado antes del 1 de septiembre.