La guía del hidrógeno en Andalucía: potencial, empresas y proyectos

Estas plantas funcionan de manera intermitente (cuando brilla el sol o sopla el viento) y pueden estar en un momento de máxima producción justo cuando la demanda es baja, con lo cual esa electricidad se pierde. Se están desarrollando sistemas de baterías para almacenar estos excedentes, pero en el futuro sobrarán megavatios y habrá más producción que consumo. Esa exuberancia energética ha resucitado una vieja aspiración: utilizar el exceso de potencia para convertir el agua en el nuevo petróleo. Con un uso intensivo de energía se puede descomponer la molécula del agua (H20), se separa el oxígeno del hidrógeno, y se utiliza este último como combustible libre de dióxido de carbono (con usos similares al gas natural). Si la energía es barata y el proceso industrial para obtener el hidrógeno es eficiente, sería el salto hacia una economía libre de carbono . Andalucía —con sus altos niveles de radiación solar— está en una situación de privilegio para entrar en esta nueva carrera industrial.

El Ministerio de Transición Ecológica ya ha presentado l a «hoja de ruta del hidrógeno» , a la que destinará 1.500 millones de euros en fondos europeos en los tres próximos. El desafío es impulsar tecnologías competitivas para producir, distribuir y consumir este hidrógeno «verde» en sectores como la automoción, la industria y los hogares. Antes de 2030 deberían existir electrolizadores (máquinas para producir hidrógeno) que transformen en hidrógeno la energía de 4.000 MW solares o eólicos.

«España pretende cubrir el 10% del objetivo global de la UE, un porcentaje mayor que el peso de su PIB, pero tiene las mejores condiciones para ello», afirma Javier Brey , presidente de la asociación AeH2 , y añade: «Y Andalucía debe copar una parte relevante de este desarrollo en España, dado que su potencial en el despliegue de renovables es mayor». Brey remarca que «Europa será importadora de hidrógeno, que entrará en el continente por el Sur de la Península, con lo cual Andalucía puede ser el centro logístico que distribuya su propia producción al resto del continente y canalice la que se genere en el Norte de África».

Andalucía tiene el otro gran requisito: los potenciales consumidores. El plan del Gobierno se estructura en tres fases. La primera está encaminada a que las industrias que ya consumen hidrógeno (como los fertilizantes, la siderurgia y el refino de petróleo), sustituyan el que utilizan actualmente (que se produce a partir de combustibles fósiles como gas natural) por el que se genera con placas solares. Es lo que se denomina el relevo del hidrógeno «gris» por el «verde».

Andalucía acoge dos de los polos industriales que más hidrógeno consumen: Huelva (con los fertilizantes de Fertiberia y la refinería de Cepsa) y Algeciras (con otra refinería de Cepsa y la firma siderúrgica Acerinox). «Los primeros electrolizadores estarán junto a los centros de demanda ya existentes en refinerías, plantas de acero y complejos químicos», apunta el plan del Ministerio.

Esta revolución está en marcha. Iberdrola se ha aliado con Fertiberia para desarrollar el mayor proyecto de la UE (con una inversión de 1.200 millones). Fertiberia produce fertilizantes a partir de amoníaco, que se elabora a su vez con hidrógeno. El proceso requiere usar gas natural, a partir del cual se produce hidrógeno (después se hace el amoniaco y de ahí el fertilizante). Para abastecer este hidrógeno, Iberdrola se ha unido al fabricante líder de electrolizadores en el mundo (el nórdico Nel Hydrogen). Para ello ha constituido Iberlyzer (junto a la firma vasca Ingeteam).

Acerinox , por su parte, también ha iniciado ya las pruebas para sustituir gas natural por hidrógeno verde en sus procesos en el Campo de Gibraltar. El Ministerio ha señalado a estos dos polos como posibles «valles de hidrógeno» , que es donde se concentra la producción, la transformación y el consumo.

La hoja de ruta del Gobierno señala que hay 20 grandes proyectos identificados con potencial de crecimiento en España . Aunque no revela sus promotores, hay cuatro provincias andaluzas (Sevilla, Huelva, Cádiz y Málaga) en el mapa de estas futuras inversiones.

Andalucía tiene el potencial renovables, los consumidores y los proyectos. Añadido a todo ello, también cuenta con un tejido empresarial vinculado al hidrógeno. «Abengoa ha desarrollado innovación en este sector desde hace más de quince años», afirma José López, director de tecnología de la firma . El submarino S80 de la armada está propulsado por un sistema de hidrógeno fabricado por la compañía sevillana (que ha sido pionero en la conversión de etanol en hidrógeno). A su vez, levantó en Sanlúcar la Mayor y el Puerto de Sevilla las primeras hidrogeneras de España (estaciones de servicio para ensayar el abastecimiento a vehículos movidos por hidrógeno). «Estamos en todas la partes de la cadena, desde la producción hasta el almacenamiento y la aplicación de esta energía en la industria».

La compañía H2b2 , liderada por Felipe Benjumea , diseña y construye electrolizadores (sistemas de producción de hidrógeno) y las integra en plantas solares y eólicas. «Estamos aportando soluciones tecnológicas para los tres grandes mercados: transporte, industria y sector energético», según indicó África Castro , directora de desarrollo de negocio de H2B2 en la presentación de la «Hoja de ruta del hidrógeno». Su objetivo es elevar su capacidad de fabricación para hacer 100 MW anuales de electrolizadores, para lo que estudia distintas alianzas industriales. La empresa sevillana Clantech es pionera en el desarrollo de hidrogeneras (está construyendo ahora una en Madrid). Inerco , nacida en la Escuela de Ingenieros, se ha aliado con la startup Lean Hydrogen para entrar en la ingeniería de proyectos en este sector.

Javier Brey indica que «hay sectores como el aeronáutico, que ya están estudiando cómo pueden diversificar una parte de su actividad hacia el hidrógeno». La adaptación de vehículos, industrias y hogares al consumo de hidrógeno requerirá el desarrollo de una nueva industria en el que «Andalucía está en una buena posición», remarca.

Este tejido empresarial parte a su vez de una gran tradición en investigación. «Las placas solares y la conversión de su energía en hidrógeno nace para alimentar satélites», apunta Felipe Rosa , catedrático de la Escuela de Ingenieros de Sevilla . Precisamente por esta vinculación con el espacio, este investigador participó en el desarrollo de uno de los primeros electrolizadores de Europa, que se situó en las instalaciones del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial en el Arenosillo (en Mazagón).

Ahora este investigador trabaja en los electrolizadores y las pilas de combustible del futuro. «Tanto para producir hidrógeno como para consumirlo hace falta un dispositivo mecánico que redistribuya el oxígeno y el hidrógeno». Analiza el comportamiento de la naturaleza (como la forma en la que los pulmones distribuyen el oxígeno, e incluso la fotosíntesis de las hojas. «Aplicamos fluodinámica computacional para ver las condiciones de operación y diseño que permiten obtener el máximo rendimiento energético».

El catedrático Francisco J. Jiménez-Espadafor , por su parte, está investigando el uso del hidrógeno como combustible en motores; y el catedrático Pedro Ollero dirige proyectos sobre la hibridación del hidrógeno con otras tecnologías, como la biomasa. Estos investigadores forman un grupo de excelencia para hacer conjuntamente proyectos a mayor escala.