Emerita sigue en pérdidas y no saca adelante ningún proyecto minero

Emerita mantiene en este momento un desequilibrio patrimonial que supera los 315.000 euros y registró unos números rojos de 800.000 (según las cuentas auditadas por McGobern Hurley ). La firma no tiene actualmente ningún proyecto minero maduro en marcha, tal como se constata en el hecho de que no registre ingresos que procedan de alguna actividad productiva.

«Dadas las continuas pérdidas operativas, la continuidad de la compañía como empresa en funcionamiento depende de que consiga una financiación adecuada y que alcance unos niveles rentables de operación», reconocen los administradores de Emerita, que también admiten que desde que comenzaron su actividad hace una década y hasta la fecha no ha identificado ningún recurso mineral ni ninguna reserva.

La trayectoria de la firma ha sido errática y ha levantado expectativas que finalmente no ha logrado sostener a medio plazo. Según su memoria, cuenta actualmente con tres permisos de investigación en España. En Paymogo y Puebla de Guzmán está el proyecto que denominan Iberian Belt West; en Reocín (Cantabria), el denominado Plaza Norte; y en Asturias cuenta con Sierra Alta. «En cada una de estas zonas hay permisos de investigación emitidos por las autoridades competentes».

En el caso de Cantabria el incumplimiento de las expectativas generó un chasco político y social. Emerita sostuvo en 2017 que realizaría una inversión inicial de 17 millones de euros en investigación para desarrollar, en caso de encontrar recursos suficientes, un desembolso de más de 600 millones de euros (que crearía 2.000 empleos comenzaría en 2018).

El presidente de esta comunidad, Miguel Ángel Revilla , tuvo que reconocer el pasado septiembre que Emerita no cumplió con los plazos de realización de sondeos a los que se había comprometido. De hecho, sólo realizó seis sondeos de los 145 prometidos y tan sólo había invertido 1 millón de los más de 17 millones a los que se comprometió en el plan de investigación inicial.

En el caso de Asturias reconoce que su permiso de investigación tenía validez hasta el 31 de julio de 2020. En la actualidad ha expirado su posibilidad de investigar mineral en el Principado , donde no ha realizado ninguna actividad investigadora durante los tres años que tuvo vigencia el permiso (del que ha solicitado una prórroga).

En el caso de Huelva reconoce que al menos dos partes de las tres donde ha solicitado el permiso de investigación (las zonas conocidas como La Romanera y El Cura) están sujetas a restricciones ambientales. Los Ayuntamientos afectados denegaron el pasado diciembre la compatibilidad urbanística para la actividad que pretende Emerita y el alcalde de Puebla de Guzmán reconoció que conceder tales permisos a la empresa canadiense podría suponer un «un delito urbanístico grave».

En las cuentas anuales hacen referencia al proceso judicial que se inició en 2015 contra la adjudicación de la mina de Aznalcóllar. Reconocen no tener ninguna certeza sobre el resultado del proceso y tampoco tienen seguridad sobre el momento en que pueda recaer la resolución judicial, ni sobre el eventual éxito de su reclamación, ni sobre la capacidad de la compañía de que el actual Gobierno Andaluz llegara a otorgarle finalmente los derechos mineros de Aznalcóllar.

Parte de los argumentos de Emerita en el proceso judicial que se mantiene abierto actualmente ha sido su teórico compromiso de invertir una cantidad económica más cuantiosa que la que proyectó Grupo México (que es uno de las diez primeras compañías extractoras de cobre en el mundo). En el caso de Asturias, Cantabria y Extremadura, Emerita -cuya dimensión es minúscula- no ha sido capaz de pasar de la teoría a la práctica.