Cremades & Calvo Sotelo crea un área de negocio digital en Sevilla

Para ello, la firma ha fichado a Manuel Terriza , fundador de Grupo Business Go y directivo con experiencia en el sector. Dirigirá este nuevo área, que engloba la implantación de procesos de automatización de servicios jurídicos, de herramientas tecnológicas para el control de la presencia en internet o para la mejora de la toma de decisiones a través de los datos y acciones de crecimiento de mercado on line, según detalla el bufete dirigido por Francisco José Fernández Romero.

Con la creación del nuevo área de negocio digital, Cremades-Calvo Sotelo Sevilla pretende diversificar y ampliar el alcance de su consultoría tecnológica , convirtiéndose también en un despacho desarrollador de determinados proyectos relacionados con el crecimiento de negocio digital.

Manuel Terriza cuenta con una dilatada experiencia en el sector de las nuevas tecnologías, con una experiencia de más de 25 años. Tras su paso por diferentes empresas ampliamente reconocidas en el mercado nacional, es gerente del Grupo Business Go y presidente de la Fundación SSG (organización sin ánimo de lucro).

Los nuevos servicios se suman a los que Cremades & Calvo-Sotelo Sevilla ya venía ofreciendo en este campo. Así, el despacho ha asesorado recientemente proyectos como la estrategia de la Junta de Extremadura en contratación digital, el proyecto de P uerto de Algeciras Teleport 2.0 de integración de todos los procesos de negocio de la comunidad portuaria a través de los datos, o el proceso de cambio de modelo educativo del Liceo francés . Asimismo, en unión con Accenture, ha desarrollado un Observatorio para atraer proyectos tecnológicos innovadores a Andalucía.

La demanda de asesoramiento sobre la integración jurídica de las nuevas tecnologías es cada vez más relevante por parte de las empresas, cada vez más conscientes de la importancia de asegurar las inversiones, garantizando el encaje legal de las diferentes aplicaciones y usos pensados para ellas, sobre todo en un entorno de creciente protección en el uso de los datos.

«La clave es el impacto de la tecnología en el negocio. Y en ese impacto, el encaje jurídico y su adaptación al entorno regulatorio es como ya hemos dicho vital. Pero si las empresas pueden incurrir en el error de pensar que la tecnología es la única variable a tener en cuenta, los despachos también podemos incurrir en el error de pensar que la variable legal es la única relevante. Y tampoco es eso, lo importante es el todo. El aspecto jurídico es relevante, pero también la evaluación de la viabilidad financiera y los riegos, así como el propio análisis comercial y de impacto en el negocio y en las políticas corporativas», explica Francisco J. Fernández Romero, socio-director de Cremades Calvo Sotelo.