El cine andaluz busca financiación entre inversores que quieran deducciones fiscales

E l productor de éxito Gervasio Iglesias (Sevilla, 1966) ha financiado mediante ese sistema sus películas «El hombre de las mil caras » -ganadora de dos goyas- y «El mundo es suyo». Pero no es el único, Maestranza Films, de Antonio Pérez, también usó ese sistema para financiar «El niño», que ganó cuatro goyas.

El despacho de abogados Montero & Aramburu reúne la próxima semana a la banca e inversores privados para explicarles este tipo de inversión empresarial alternativa, consistente en usar los incentivos fiscales previstos para el desarrollo y promoción de este tipo de actividades y su posible aprovechamiento por cualquier entidad, empresario o profesional. Gervasio Iglesias participará en ese encuentro para contar su experiencia.

El productor sevillano ha declarado a ABC que «hasta ahora las producciones cinematográficas se financiaban básicamente con la venta anticipada de los derechos de emisión a cadenas de televisión, las inversiones de los productores y las subvenciones públicas. Sin embargo, hace diez años comenzaron a usarse los incentivos fiscales para promover las inversiones en el cine asiático y se produjo un boom. Posteriormente llegó a Sudamérica y Estados Unidos, y hace cuatro años comenzaron a usarse en España».

«El sistema de las subvenciones públicas estaba muy bien hace 30 años pero ahora el cine comercial no puede depender de esas ayudas . Las subvenciones deben quedarse para el cine de nuevos realizadores porque hay que cuidar la cantera. El nuevo sistema de financiación usando los créditos fiscales que generan las inversiones en cine es más sencillo, directo, ágil, dinámico y eficiente. Para estos inversores, casi tan importante son los beneficios fiscales como el hecho de que les gusta promocionar el cine español», añade Gervasio Iglesias.

estos incentivos fiscales están contemplados en la Ley del Impuesto de Sociedades (artículo 36) para actividades cinematográficas y espectáculos en vivo. «Es una inversión empresarial alternativa para empresas y particulares con actividades económicas que tengan liquidez».

Para alguien ajeno al sector cinematográfico que quiera poder beneficiarse de esas deducciones fiscales tiene que crear una Agrupación de Interés Económico (AIE) y en función de la inversión realizada, se genera un porcentaje de desgravación. «La mayoría de las películas que este año han optado a premios Goya estaban producidas por AIE», explica Contreras, quien informa que «en el sector del cine, el primer millón que se invierte puede desgravarse hasta un 25%, lo que suponen 250.000 euros. Por cada millón siguiente de inversión, se generan créditos fiscales del 20%».

«Lo máximo que se puede deducir fiscalmente por estas inversiones son 3,5 millones de euros pero para ello habría que gastar 14 millones de euros y normalmente las películas en España suelen tener un presupuesto de unos 4 o 6 millones de euros», subraya Contreras.

Un buen ejemplo de ello es la película «El mundo es suyo», que fue producida por Atresmedia, Warner, Canal Sur, La Zanfoña (de Gervasio Iglesias) y Mundoficción (de Alfonso Sánchez, uno de los famosos «compadres»). La película supuso una inversión de 2,4 millones, incluida el lanzamiento, lo que generó 400.000 euros de deducciones fiscales, que fue aprovechado por un inversor, en este caso la empresa madrileña Balance, pero con inversiones en China y España, explica Iglesias.

«Taxi a Gibraltar», la película que acaba de rodar Gervasio Iglesias, está también cerrando ahora la financiación a través de Mogambo, un fondo de inversión especializado en actividades de crédito fiscal para el cine.

En producciones extranjeras, el incentivo va aún más allá porque permite monetizar y recuperar íntegramente la totalidad del incentivo fiscal generado, aunque cuando no se tenga cuota suficiente en el Impuesto de Sociedades.

Además, en estas operaciones suele actuar normalmente auditores para comprobar que se están cumpliendo todas las condiciones para obtener deducciones fiscales. En ocasiones, para una mayor garantía del inversor se usa compañía de seguros para cubrir contingencias en caso de inspecciones futuras de Hacienda o porque el rodaje de la película se paralice por imprevistos. «Esos seguros garantizan el buen fin de la producción, de modo que tienen las potestad para tomar las riendas del proyecto y acabar la película», declara Gervasio Iglesias.