Alerta por SMS fraudulentos que suplantan a Movistar para obtener datos bancarios

El objetivo de los timadores es engañar al usuario para que confíe en que el mensaje es realmente de la compañía telefónica y acceda a un enlace que le redirigirá a una página fraudulenta de similar aspecto a la original . Una vez dentro, la víctima en teoría podrá reclamar un supuesto reembolso de 96,50 euros de su factura.

De esta manera, quienes pican y entran en dicho enlace comienzan a seguir unas indicaciones facilitadas por los ciberdelincuentes que culminan en la concesión de los datos bancarios de los usuarios , momento en el que se consuma la estafa, ya que los estafadores ya han obtenido lo que buscaban.

Por ello, la OSI avisa a todo aquel que reciba un SMS en nombre de Movistar indicando que está disponible su factura, que es posible reclamar un reembolso de la misma y que para ello hay que acceder a un enlace de que desconfíe y no lo haga, pues se trata de un fraude.

Se recomienda a los usuarios que hayan sido víctimas de los estafadores y hayan facilitado sus datos bancarios que sigan los siguientes pasos :

— Lo primero es contactar lo antes posible con la entidad bancaria correspondiente para informarles de lo sucedido y cancelar posibles transacciones que se hayan podido efectuar.

— Si también se han facilitado también datos personales, hay que permanecer atentos y revisar periódicamente qué información hay publicada sobre nosotros ( egosurfing ) en Internet para comprobar que no se esté haciendo un uso indebido de la misma.

— Por último, una opción que siempre está ahí es denunciar esta situación ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).

Para prevenir estas situaciones y evitar ser víctimas de fraudes del mismo tipo de este, la OSI aporta varias medidas contra el «smishing»:

— No abrir mensajes de usuarios desconocidos o que no se hayan solicitado. De hecho, lo mejor es eliminarlos directamente. No debemos contestar en ningún caso a estos SMS.

— Tener precaución al seguir enlaces , aunque sean de contactos conocidos. Si hay la más mínima duda acerca de su procedencia, lo mejor es no pinchar en el enlace.

— Revisar la URL de la página web . Si no hay certificado, o si no corresponde con el sitio al que accedemos, no debemos facilitar ningún tipo de información personal: nombre de usuario, contraseña, datos bancarios, etc.

— En caso de duda, podemos consultar directamente con la entidad implicada a través de sus canales oficiales.