Abengoa entra en la industria de Defensa de la mano del gigante John Cockerill

Este acuerdo tiene el objetivo de «colaborar en el sector de la defensa internacional y crear un nuevo actor mundial en la industria de los sistemas de defensa », destacan las partes. La nueva compañía se establecerá en España y abordará las necesidades futuras de las fuerzas armadas españolas y de las fuerzas armadas en otras partes del mundo.

Ambas compañías aportan el know-how adquirido mediante la participación en proyectos de electrónica para sistemas de defensa en vehículos militares. En el pasado, Abengoa y John Cockerill España ya colaboraron en otros sectores industriales, como el de la energía.

Para Abengoa, la firma de este acuerdo representa «una oportunidad para seguir participando en proyectos de alto contenido tecnológico , incrementar su cartera de productos y de clientes potenciales y abrir así nuevas líneas de negocio, en base a su apuesta por el mercado de la defensa en España».

Para John Cockerill Defense , el establecimiento de una empresa conjunta con Abengoa «se adapta perfectamente a su estrategia de expansión internacional diseñada para atender a nuevos clientes importantes como las Fuerzas Armadas Españolas . Con Abengoa, establecerán rápidamente una huella importante en España y en otros mercados proporcionando sistemas únicos de torreta modular», subraya el comunicado.

Abengoa señala que el desarrollo tecnológico es su «principal ventaja competitiva» y recuerda que una de las líneas de negocio en las que trabaja la empresa presidida por Gonzalo Urquijo es la aeroespacial, en el que se encuadran todas las actividades de desarrollo de productos para la defensa.

La multinacional belga CMI , en la que se integra la división CMI Defence, ha cambiado su denominación por la de John Cockerill, rememorando el nombre del emprendedor que fundó el grupo industrial hace más de 200 años. Con este nuevo nombre acaba de aterrizar en España. Grupo John Cockerill tiene más de 6000 empleados y logró una facturación de 1.300 millones de euros en 2018 en 23 países de los cinco continentes.