Resignación en el agro: los aranceles de Trump tendrán un impacto de 500 millones en Andalucía

A falta de que se conozca la letra pequeña con los artículos que quedarán exentos de este arancel, el impacto que se prevé que tenga en las ventas de andaluzas en este mercado será cercano a los 500 millones de euros. 

«En 2024, la región exportó a EE.UU. bienes por valor de 3.138 millones de euros, de aplicarse un arancel general del 15%, ese sería el sobrecoste adicional para las empresas andaluzas», explica el presidente de la patronal andaluza, Javier González de Lara. Aunque reconoce que es una «cifra importante», valora que existan acuerdos que «aporten estabilidad y certeza» a las empresas.

La parte positiva es que este acuerdo evita una guerra comercial y aporta, en cierto modo, certidumbre. «Dentro de la amenaza podría haber sido mucho peor», apunta a ABC el economista José María O'Kean. Coinciden con él desde el gobierno andaluz: el consejero de Agricultura, Ramón Fernández-Pacheco, subraya que «ningún arancel es buena noticia», pero celebra que «por fin, vamos a saber a qué atenernos».

«Los mercados cuando eligen libremente, seleccionan productos andaluces por su calidad, por su sostenibilidad y porque son sinónimos de salud y de seguridad alimentaria. En el caso del aceite, el español, andaluz en su mayoría, superó en ventas por primera vez al italiano en Estados Unidos en 2024», remarca.

Otros países resultarán más perjudicados que España. «Francia y Alemania cuentan con más exportaciones a este país, en España el dato es del 5%», apunta O'Kean. En concreto, las firmas andaluzas concentran el 17,3% de las ventas de España en este mercado, solo superadas por Cataluña, con el 23,9% y un valor de 4.351 millones.

Aunque de manera colateral también impactará en la economía española, si bien Alemania es quien exporta, por ejemplo, automóviles, muchos de sus componentes se fabrican este país. «Notaremos la falta de crecimiento europeo y todo apunta a que la economía se ralentizará», añade el economista.

Hay productos que sí pueden verse más afectados por el acuerdo arancelario, como la aceituna negra, que ya cuenta con un gravamen del 31% desde el 1 de agosto de 2018. Todo parece indicar que se sumaría ahora este 15% extra.

En cuanto al sector del vino, aunque aún están a la espera de conocer los detalles del acuerdo, reclaman que sus productos entren en el acuerdo «cero por cero» arancelario.

El director general de la Federación Española del Vino, José Luis Benítez, explica que en 2024 Estados Unidos fue el primer mercado para los vinos envasados españoles, tanto tranquilos como espumosos, por lo que es «vital» para el sector eliminar el arancel general. A su juicio, podría lastrar el comercio con este país hasta en un 10%. No obstante, la cifra del 15% es mucho menos lesiva que el 30% inicial que, prácticamente, «los expulsaba del mercado», como reconoce César Saldaña, presidente del Marco de Jerez.

También hay inquietud en el sector del aceite de oliva. Estados Unidos es el tercer país consumidor de aceite a nivel mundial, con una demanda de alrededor de 430.000 toneladas y una producción que apenas sí cubre el tres por ciento de su consumo.

De esas toneladas, alrededor de unas 300.000 son de origen español, tanto directa como indirectamente. «Es una muy mala noticia para un sector que en los últimos años ha realizado grandes inversiones en infraestructuras, comercialización y promoción de los aceites de oliva españoles en un mercado líder para nuestro país», asegura el director adjunto de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva), Rafael Pico.

En concreto, considera que este arancel podría suponer un deterioro económico de toda la cadena de un sector que tiene «un valor económico» de 6.000 millones de euros y supone el 12% de las exportaciones alimentarias españolas y es el primer producto andaluz.

«Si bien es cierto que el consumidor estadounidense está muy concienciado con los beneficios para la salud que ofrece el aceite de oliva y que, históricamente, siempre ha estado dispuesto a pagar más por un producto como este, es probable que el incremento de precios en el producto español haga que se decante por otros aceites de oliva como los provenientes de Marruecos o Turquía que, en principio, tienen un 10% de gravamen», avisa Rafael Pico.

En cuanto a los consumidores, Eduardo Martín, secretario general de Asaja Sevilla, afirma que «esperan» que la subida que provocará el arancel «repercuta por parte de la industria en el consumidor norteamericano, como es lógico, y que no se pretenda pagar menos a los productores andaluces». «La imposición de aranceles es una mala noticia y provocará pérdida de competitividad del sector si no se impone el mismo gravamen a competidores como Egipto o Turquía», insiste.

De otro lado, el responsable de Olivar en la ejecutiva de COAG Andalucía, Francisco Elvira, ha lanzado un mensaje de tranquilidad ante los nuevos aranceles y su efecto en el aceite de oliva. «En la fecha que estamos, tenemos comercializada gran parte de la producción del año pasado y de los estocajes que teníamos de años anteriores. Con los precios que tenemos en origen, cabe más que de sobra ese arancel que se ha negociado entre la Unión Europea y Estados Unidos», afirma.

Además, añade que el mercado de EE.UU. es «muy exigente y exige aceite de muchísima calidad» y España «es uno de los pocos países que tiene todavía algo de esa producción para poder servirle». «Con los precios que tenemos en origen, hay más que de sobra para abastecer y asumir esos aranceles», asegura Elvira.

Por tanto, la sensación general en el sector es que hay que mantener la «prudencia» hasta que se conozcan los detalles del acuerdo. «Si los aranceles es al aceite de oliva envasado, la incidencia será mínima», porque «ya la inmensa mayoría de los exportadores que van a Estados Unidos tienen situadas allí las envasadoras y se lleva a granel, por lo tanto, estaríamos exentos de ese arancel», concluye Luis Carlos Valero, portavoz de Asaja Jaén.