nuria vilanova
La presidenta de Ceapi: «Los inversores mexicanos han confiado en España. No ahondemos en las diferencias»
Ceapi, que agrupa a 340 presidentes de compañías latinoamericanas, españolas y portuguesas, celebrará en Sevilla en 2025 su octavo congreso
Nuria Vilanova admite que Ceapi funciona como un 'lobby' de empresarios que no sólo buscan que sus compañías crezcan, sino también la sociedad
«No sólo España invierte en América Latina, sino que América Latina se está convirtiendo en uno de los mayores inversores en España»

Nuria Vilanova (Villanueva y Geltrú, 1965), fundadora y propietaria de la consultora de comunicación Atrevia, está al frente de Ceapi, un selecto club de 340 presidentes de las mayores empresas latinoamericanas, españolas y portuguesas. Vilanova, elegida como una de las cien mujeres más influyentes de ... España en la lista publicada por Forbes Woman este 2023, ha estado este miércoles en Sevilla para presentar el octavo congreso de Ceapi, que por primera vez se celebrará fuera de Madrid, lo que permitirá a la capital andaluza convertirse del 2 al 4 de junio de 2025 en «epicentro de las relaciones económicas entre Iberoamérica y Europa».
-¿Ceapi es un 'think tank' o un 'lobby' de grandes empresarios para defender Iberoamérica como lugar de inversiones?
-La definición de 'think tank' se me queda corta porque el mundo de las ideas es importante porque nos ayuda a fijar objetivos pero si después no pasa nada, no me vale. Así que somos más bien una 'Action Tank', que puede englobar la palabra 'lobby', pero entendido como un diálogo entre la empresa y los gobiernos para ayudar a que nos centremos en lo importante: crear nuevos emprendimientos para que la gente tenga trabajo y las sociedades aumenten su bienestar. En ese sentido, sí somos un 'lobby'.
-¿Se podría decir que Ceapi es una especia de 'club Bilderberg' iberoamericano que reúne a las personas más influyentes en ese ámbito?
-Es un club donde hay grandísimos empresarios, pero también medianos. Y no es secreto, sino abierto porque hay un enorme compromiso por Iberoamérica. En Neurología se habla de las neuronas espejo, de forma que si vez a alguien estudiar, a ti te apetece hacer lo mismo. Pues en las ideas y decisiones pasa algo parecido. Cuando vez a personas muy inteligentes, influyentes, con capacidad de decisión, que apuestan e invierten en una región, tú también quieres hacerlo. Compartir experiencias positivas, cambia y acelera la transformación de la realidad.
-En junio de 2025, Ceapi celebra su VIII Congreso Iberoamericano. ¿Quiénes participarán y de qué hablarán?
-Vamos a hablar de Iberoamérica. Es un congreso de presidentes de empresas y familias empresarias, que son las que más arraigadas están en cada lugar y no piensan en el corto plazo, sino en el medio y largo plazo. Es importante que nos reunamos para empujarnos desde ese convencimiento de que Iberoamérica existe y de que es una oportunidad. No sólo España invierte en América Latina, sino que América Latina se está convirtiendo en uno de los mayores inversores en España. Sólo uno de nuestros socios acaba de anunciar una inversión de 400 millones de euros en España y gran parte de ella en Andalucía.
España está siendo el país que más crece en la UE. América Latina está con unos índices de crecimiento bajos. Por debajo del 4% de crecimiento del PIB, en países en desarrollo es muy difícil que la riqueza llegue a la gente aunque el país vaya bien. En muchos países de América Latina estamos en crecimiento del 2 o 2,5% de crecimiento, por lo que tenemos que crear confianza. Para que las empresas lleguen a ser grandes tienen que ser globales. Nos estamos convirtiendo en una plataforma para la globalización de las empresas de América Latina.
-Ceapi quiere ser un agente de interlocución con los diferentes gobiernos. Pero existe una patronal, asociaciones sectoriales... ¿No puede existir un cierto malestar por estar intentando ocupar un lugar que las patronales creen que les corresponde a ellas?
-Ceapi es una asociación de personas, no de empresas. Tenemos más de 340 socios, muchos propietarios pero también ejecutivos, CEO o presidentes, que toman las decisiones en las empresas. Cuando hacemos encuentros con los gobiernos, la participación no es delegable. Además somos una asociación profundamente española porque Ceapi nació aquí pero también iberoamericana porque la mitad de los socios son representantes de América Latina. Buscamos sumar, no dividir.
-¿Os han recibido muchos gobiernos?
-Sí, nosotros tenemos la suerte de tener interlocución con los presidentes de muchísimos de los países porque todos son conscientes de que para cumplir su proyecto electoral o de Gobierno, es imprescindible el concurso de la empresa privada. El objetivo es siempre crear nuevos empleos, generar riqueza... y eso no se puede hacer sin las empresas. El crecimiento de los países va ligado a la confianza de la empresa en invertir y de ahí que seamos tan obsesivos en el diálogo, imprescindible para explicar el impacto en la sociedad de un proyecto empresarial. Con los empresarios también reflexionamos sobre la importancia de tener el mayor impacto social posible. No sólo hay que hacer que crezcan las empresas, sino que crezca la sociedad a tu alrededor. Para eso nos ayuda las nuevas generaciones, los hijos de los socios de Ceapi porque ellos han crecido preocupados por su entorno y con ganas de que a la gente le vaya mejor. En la empresa familiar, las nuevas generaciones quieren dejar su huella en el mundo.
-La inversión de las empresas latinoamericanas en España aumentó un 138% en 2023. ¿Por qué está pasando esto, cuando ha sido siempre España la que ha invertido en Latinoamérica?
-Esos datos se nos quedan cortos. Es mucho más porque la inversión extranjera se mide teniendo en cuenta de donde viene el capital que constituye una empresa. Mucho capital de América Latina lleva decenas de años en EE.UU., Suiza o Luxemburgo. Detrás de muchas inversiones que a efectos estadísticos computan como si fueran de EE.UU, hay capital de Guatemala, México o Chile. Como empresaria abrí oficinas en Brasil en la crisis de 2008. Yo les decía que había oportunidades de invertir en España y ellos me decían que para qué se iban a distraer cuando Brasil es un continente que conocían bien y su rentabilidad era mayor. ¿Qué ha cambiado ahora? Pues las empresas son conscientes de lo que nosotros aprendimos a base de palos en 2008: que no puedes depender de un solo ciclo económico y político. Los empresarios de América Latina entienden que sus empresas son mejores porque se someten a situaciones de competitividad en países diferentes, tienen diferentes fuentes de ingresos y beneficios, son más estables... Una vez que toman esa decisión, el país seguro es España porque lo conocen y les gusta estar aquí. Sus hijos están estudiando en España y cuando tienes ese gen emprendedor, decides primero comprar una casa en Madrid y después quieren comprar compañías.

-Pues el Gobierno español ha decidido eliminar la golden visa.
-Todo lo que ayude a atraer inversión es bueno y por eso no creo que sea bueno eliminar la golden visa. Deberíamos estar obsesionados en atraer inversión y patrimonios.
-El impuesto a las grandes fortunas no parece tampoco que ayude mucho a atraer inversiones.
-No ayuda a que vivan en España los grandes empresarios porque cuanto más vivan aquí, más invertirán aquí. Y si tienen que estar mirando la agenda para estar menos de cuatro meses en nuestro país, pues no estarán realizando el tipo de inversiones que podrían hacer.
-¿Qué hace atractiva España a los inversores iberoamericanos?
-Desde la óptica fiscal, España sigue teniendo ventajas porque es el país que tiene más convenios de doble imposición de Iberoamérica. Desde la óptica financiera, España tiene lo que los latinoamericanos llaman 'moneda dura', sin una gran inflación. La financiación bancaria, comparada con América Latina, está regalada. Además, el talento en España es brutal porque la gente está muy bien formada y nuestras empresas han hecho grandes proyectos en tecnología, informática, infraestructuras, ingenierías... y además España sabe crear marcas globales.
-Europa está perdiendo peso específico frente a los dos bloques geopolíticos que lideran EE.UU y China.
-Europa tiene que escribir su propio futuro y dado que la apuesta alemana por el gas ruso no ha sido la buena, si queremos influir está claro que nuestra mirada tiene que ir hacia América Latina. Llevamos 30 años para firmar el tratado entre la UE y los países de Mercosur, entre otras cosas por la oposición de Francia. Ahora ha cambiado el proceso de votación y para frenarlo hay que tener una mayoría en contra, por lo que creemos que ese acuerdo saldrá, marcando una línea de una Europa que se da cuenta de que Latinoamérica cuenta como socio estratégico frente a las economías de EE.UU o China.
-Promueven la inversión extranjera en Iberoamérica pero la inestabilidad política puede disuadir a muchos empresarios y ahora hay dos puntos calientes en Iberoamérica, uno es México y otro Venezuela. México no invitó al Rey de España a la toma de posesión de su nueva presidenta porque exige que pida perdón por los excesos cometidos durante la conquista, mientras que la Asamblea Nacional de Venezuela pide a Maduro que rompa relaciones diplomáticas y comerciales con España por reconocer a Edmundo González como presidente electo.
-Hay que separar el momento político de la economía. Hay momentos como éste, en el que desafortunadamente las relaciones son más complejas, no en lo social o empresarial, que es excelente, sino en la parte política. Espero que al final triunfe el compromiso con la población, con las personas y las empresas. La realidad que une a España y México es demasiado tozuda e importante para que no encontremos un camino de acercamiento. Los inversores mexicanos han confiado en nuestro país y, por tanto, a nosotros nos toca no ahondar en las diferencias y seguir creyendo que tenemos demasiado en común como para ponerlo en juego. En cuanto a Venezuela, lo que ocurre es muy doloroso porque Europa y América Latina son las dos regiones más democráticas del mundo.

-Con la globalización y las economías de escala, ¿qué futuro tienen las compañías familiares que no opten por la concentración para poder competir?
-Las empresas familiares no están llamadas a desaparecer. Hoy hay empresas familiares a las que les entra un' private equity' para ayudarlas a crecer pero siguen siendo familiares y después de puede entrar otro 'private equity' o salir a Bolsa. Una empresa familiar tiene una capacidad que a lo mejor no tienen otras empresas de establecer relaciones con otras empresas familiares y eso les ayuda a entrar en otros países. Las alianzas funcionan.
-Ceapi se preocupa porque las mujeres sean más relevantes en las compañías. La práctica totalidad de las empresas españolas cuentan ya al menos una mujer directiva (94%) y es el país europeo con más mujeres directivas, pero hay una pega: los puestos de alta dirección siguen copados por hombres.
-Eso sucede en España, Latinoamérica y Estados Unidos. Y tenemos que empeñarnos en cambiarlo.
-¿Cuántos mujeres hay entre los más de 340 socios de Ceapi?
-Pues no lo sé pero la mayoría son hombres. Aunque afortunadamente tenemos una mayoría de hombres que son conscientes de que el papel de la mujer es cada vez más importante. Es importante que haya mujeres ejerciendo el poder a nivel ejecutivo, como accionistas y como directivas.
-¿Por qué Ceapi se marca como objetivo la responsabilidad social?
-Una cosa es la acción social, es decir, cuánto invierto de mis beneficios en mejoras sociales, y otra es la transformación social que puedo lograr a la hora de elegir a mis proveedores de productos, como empresas pequeñas, lideradas por mujeres, de pueblos...; en la elección de mis empleados en un entorno de gente que no tiene posibilidades de formación; si mi producto es de alimentación, usar productos claves para la desnutrición...
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