Persán apunta a crecer en Latinoamérica tras el aterrizaje en EE.UU. con la compra de Mibelle

Esta compañía está pisando el acelerador de la internacionalización. Recientemente, ha reforzado su presencia en Europa y ha desembarcado en Estados Unidos. Este salto ha sido posible con la compra de la compañía suiza Mibelle Group.

Es la mayor operación en la historia de Persán, que fue fundada en 1940 en Sevilla, y le ha permitido asumir las instalaciones que Mibelle tenía en países como Suiza, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Estados Unidos o Australia.

Más allá de los nuevos puntos, a firma sevillana ya contaba con instalaciones propias en Francia, Polonia y España. Las primeras están centradas en sus productos de lavaplatos, mientras que sus otros dos centros fabrican el resto de referencias.

Por primera vez, la compañía superará en este 2025 los 1.000 millones de facturación, ya que uno de los objetivos de la firma era ser 'one billion'. En 2024, sus ventas fueron de 862 millones, un 6,2% más que en 2023 y muy por encima de 2019, año prepandemia, cuando facturaba alrededor de 300 millones.

La otra consecuencia de la compra de Mibelle es la diversificación en el portafolio de productos. Si bien en un primer momento Persán se dedicaba a la higiene y el cuidado del hogar, incorpora también referencias de cosmética. La firma adquirida pertenecía a un Migros, un retailer suizo, que ha decidido concentrarse en su actividad principal: los supermercados

Por otro lado, la empresaria hizo ayer una férrea defensa de la formación y la educación y puso en valor la apuesta de la Fundación. «Desde hace 40 años pagamos los estudios de los hijos de los trabajadores», subrayó. Así, reconoce que esta estrategia no solo ha beneficiado a las familias de la plantilla, sino que ha sido es una decisión que ha redundado en la propia empresa: «nuestro CEO es el hijo de la persona de confianza de mi abuelo».

Preguntada por la apuesta más difícil de la compañía, la economista sevillana recordó la crisis que atravesó Persán en los 90 y cómo su marido, José Moya, llevó a cabo una profunda transformación que sentó las bases de la empresa actual. «Fallecieron los tres socios fundadores y mi marido y yo tuvimos que avalar personalmente las nóminas de agosto de 1994», recordó.

Tras ello, entraron en la firma varios socios, como un fondo de capital riesgo y las dos cajas sevillanas. «Al final la familia compra todo el capital y decidimos iniciar la Fundación porque creo que hay que dejar un legado a la sociedad», resaltó la empresaria.

Por otro lado, Yoldi también defendió la necesidad de que los equipos de trabajo sean diversos para facilitar la integración de diferentes puntos de vista y se mostró partidaria de incorporar a la Inteligencia Artificial en la agenda empresarial.

En este evento se encuentran más de 500 presidentes de compañías y líderes institucionales de una veintena de países. Los debates se centran en la geoestrategia, la responsabilidad social, la innovación o la tecnología, entre otros.

Participan otros dirigentes de firmas andaluzas como es el caso de Pilar Cosentino, CEO de Cosentino, con una intervención sobre mujer, empresa y el liderazgo en Iberoamérica, o el presidente de Azvi, Manuel Contreras, en una mesa sobre cómo aportar otra mirada a la empresa familiar.