ESPECIAL ECONOMÍA ANDALUZA
Pedro Bendala y Sergio Millanes: «No hay una guerra entre aeropuertos, nos complementamos»
Los dos principales aeródromos andaluces afrontan un año de récord absoluto y ponen a prueba la capacidad de las infraestructuras
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Iniciar sesiónLos aeropuertos de Málaga y Sevilla experimentaron un espectacular crecimiento el año pasado que les permitió cerrar en cifras récord. La tendencia ha continuado en estos primeros cinco meses del año con incrementos de dos dígitos. Las perspectivas no pueden ser mejores para los dos ... principales aeródromos de Andalucía, que miran al futuro con optimismo y unen fuerzas. Aunque de distintos segmento, los dos recintos se encuentran, por tamaño y volumen de tráfico, en la parte alta de la tabla. Tanto Sevilla como Málaga han tenido también ampliaciones recientes de sus instalaciones y se preparan para afrontar los nuevos retos.
Sergio Millanes es el director del Aeropuerto de Sevilla, y Pedro Bendala el director del Aeropuerto de Málaga.
–El tráfico aéreo nunca ha registrado cifras como las actuales. Este año también se cierra cada mes con números históricos. ¿Hay mercado suficiente para mantener estos niveles de crecimiento en sus respectivos aeropuertos?
–Pedro Bendala (PB): La recuperación del tráfico aéreo en la red de Aena ha sido espectacular desde la pandemia. Primero se recuperó el tráfico turístico y luego el nacional. Málaga está actualmente un 30% por encima de las cifras de antes de la crisis del Covid (rozó los 25 millones en 2024). Son crecimientos muy buenos y responden a cómo se ha comportado la economía en España y en Europa. Y digo Europa porque el 80% de los vuelos que llegan a Málaga tienen origen en el continente y un 17% son nacionales.
–Sergio Millanes (SM): Nosotros hemos recuperado con creces el tráfico prepandemia y mucho antes de los esperado (cerró el año en 9,17 millones de viajeros). Traíamos un nivel de crecimiento muy bueno y eso nos ha ayudado mucho. Respecto a la competencia, no existe ninguna guerra entre aeropuertos. Aunque las áreas de influencia de cada uno están bien diferenciadas, cuando empiezas a tener en ciertos mercados un desarrollo potente, los que toman la decisión de implantar la potencial ruta, que es la propia compañía aérea lo hace en base a lo bien que va en uno de los destinos. El exceso de tráfico en uno de los aeropuertos puede generar que se abra la misma ruta en otro.
–¿Entonces no hay una competencia directa entre destinos ni entre infraestructuras?
–PB: Es un error esa lectura y hay pruebas. Por ejemplo, en Málaga tenemos un puente aéreo con Reino Unido y en concreto con Londres. Es decir, se ha creado un mercado maduro con alta demanda y eso ha dado pie a que pudiera haber conexiones entre Granada y Londres. Otro ejemplo: aquí teníamos un vuelo diario a Estambul con Turkish Airline, luego tuvimos un segundo vuelo diario y cuando se ha creado una demanda suficiente se ha abierto un tercer vuelo, que no necesariamente va a Málaga, en este caso ha recalado en Sevilla. Cuando las aerolíneas estudian una región no ven fronteras, sino zonas geográficas. Ellos ven Andalucía como único destino y las aerolíneas deciden cómo distribuir las rutas que quieren operar. Nuestro trabajo es crear una demanda, la suficiente que dé para muchas rutas a nuestros propios aeropuertos y al resto de la red. Cuando hay demanda suficiente llega a todos los aeropuertos, pero han de ser las compañías las que decidan, porque si se repartiera ese tráfico con criterios matemáticos entre dos recintos corremos el riesgo de que ninguna de las rutas sea rentable. Primero hay que consolidar una demanda y cuando se excede la capacidad de una ruta, empezar a ampliar.
–SM: Suscribo lo que ha dicho Pedro. Somos motores y cuanto más se configuran y crecen los mercados, todos los que estamos alrededor disfrutamos de esos beneficios y ese aumento de la conectividad.
–Los dos aeropuertos han tenido ampliaciones recientes , pero dado el crecimiento que tienen están muy próximos a alcanzar su límite máximo de capacidad ¿será necesario volver a hacer obras en breve?
–SM: Los límites no son tan estrictos. El aeropuerto tiene una capacidad máxima en cada uno de los subsistemas de los que está compuestos. Esto qué quiere decir, que puede tener una capacidad total de cien millones, pero si luego tiene un filtro de seguridad que no es suficiente, al final se genera un embudo. Para aumentar la capacidad lo primero es analizar lo que necesitamos. Hay una división de nuestra empresa que está permanentemente vigilando, haciendo simulaciones y estimaciones de tráfico y determina las necesidades a medio y largo plazo. Luego tenemos compromisos con la regulación, decimos que ofrecemos una capacidad y hacemos unas inversiones asociadas a esa capacidad, pero si rompemos todos los récords y superamos las expectativas, se activan una serie de acciones que ya estaban planificadas de antemano. No tenemos por qué hacer una megaobra en el caso de Sevilla, porque la hemos hecho hace poco, pero podemos tomar otras decisiones como trasladar la demanda a las horas valle desde las horas punta, que tiene todo el sentido para darle la máxima eficiencia a una infraestructura.
PB: En Málaga funcionamos igual. A veces llegamos al aeropuerto y tenemos la sensación de que no cabe una persona más, pero eso ocurre sólo una hora al día y hay muchas otras en las que estamos vacíos. En eso estamos trabajando. También para cumplir nuestros criterios de sostenibilidad que indican que no se amplían los recursos hasta que estén agotados. Nosotros no planificamos con el número de pasajeros al año, sino con el de las horas punta y antes de plantear una nueva reforma tendríamos que llenar las horas valle o ampliar el tiempo de apertura del aeropuerto.
–¿Eso significa que no va a haber futuras ampliaciones?
–PB: No, se seguirán ampliando, pero será cuando sea necesario, ni antes ni después. Primero tenemos que desestacionalizar el tráfico, que es en lo que estamos nosotros inmersos y gracias a la desestabilización de la economía malagueña se está aumentando la demanda del aeropuerto.
–SM: Tenemos la confirmación de que se va a seguir ampliando, lo ha dicho el presidente de Aena, pero nos adecuaremos a los periodos de inversión, que son los periodos DORA (Documento Oficial de Regulación Aeroportuaria). A finales de 2026 termina el actual y a principios del 2027 empezará el nuevo y en ese tiempo es en el que tendremos que realizar las infraestructuras necesarias para atender la demanda futura, porque la de este año, la del que viene y la del siguiente la tenemos cubierta con los proyectos que hemos ejecutado.
Futuros proyectos
–¿Hay ya algunos proyectos identificados que sea necesario acometer en el siguiente periodo en los dos aeropuertos? Se viene hablando mucho de la tercera pista para Málaga.
–PB: Hay algunas necesidades identificadas, pero esa no es una de ellas. Málaga no necesita una tercera pista, tenemos dos pistas y dan capacidad de campo de vuelo para muchos años. Antes que consumir territorio hay que optimizar lo que se tiene. Tenemos una capacidad declarada y la iremos ampliando con procedimientos, pero no con más infraestructuras. El cajón no está vacío, tiene dentro mil propuestas, pero ya las iremos contando conforme sean necesarias, porque no somos autónomos en decidir las cosas. Somos un sector regulado y las inversiones las aprueba la Dirección General de Aviación Civil en un proceso dialogado con las aerolíneas y a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, porque tiene que ser una inversión efectiva.
–SM: Nosotros tenemos todavía algunas obras que se acaban de ejecutar y otras que se llevarán a cabo en breve de la última parte de este periodo DORA. A corto plazo se va a empezar a configurar la futura zona de carga, que requiere de una nueva plataforma y otro edificio terminal de carga. El modelo con el que trabajamos es que urbanizamos el terreno y el operador construye su propia instalación. Eso está ya en proyecto y esperamos que se ejecute en los próximos años.
–El viajero estadounidense es cada vez más habitual en los aeropuertos andaluces. ¿Creen que toda la guerra comercial y las políticas proteccionistas puedan afectar a la llegada de turistas de esta nacionalidad?
–PB: Nuestro vuelo directo con Nueva York va muy bien, tiene una buena ocupación y creo que para la compañía, para el territorio y para el aeropuerto es muy bueno. Pero si me pregunta cómo va a evolucionar todo el asunto de los aranceles y las relaciones internacionales, no sabemos realmente cómo se va a relacionar el turismo y las barreras arancelarias al comercio mundial. Estoy convencido de que el atractivo de Andalucía para los pasajeros norteamericanos cada vez es mayor, no creo que esto influya en sus decisiones a la hora de viajar y Sevilla y Málaga seguirán peleando por tener más rutas con Estados Unidos.
–SM: En Sevilla no tenemos vuelo directo con este país, pero sí mucho tráfico indirecto y no hemos apreciado una merma en cuanto a la visita. También hemos notado un crecimiento de la carga aérea, que ha sido continuado incluso después de los anuncios de los aranceles. A día de hoy no vemos un impacto sobre los aeropuertos en este sentido, pero estaremos pendiente a ver qué pasa.
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