Más de medio millón de trabajadores andaluces tienen ligado el sueldo al IPC

La industria aceitera de Málaga ha firmado una subida superior al 7% y otros grandes convenios sectoriales, que se han negociado en un clima de conflictividad previa, como los de la limpieza, el transporte por carretera en Sevilla o el de las confiterías se han cerrado durante el primer semestre del año con avenencia en Andalucía. Este último, que incluye también bollerías y pastelerías, ampara a 2.500 trabajadores y recoge incrementos retributivos equiparados al IPC en los dos años de vigencia.

El contexto altamente inflacionista y el encaje de la fuerte subida del Índice de Precios Al Consumo en los convenios, nuevos o revisados, marca todas las mesas de negociación colectiva en Andalucía, según confirman desde el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL), el órgano de intermediación en el que se sientan representantes de la Administración, patronales y sindicatos.

Los últimos datos oficiales recabados por este organismo apuntan que, de los casi 600 convenios colectivos firmados este año en Andalucía, con datos de mediados de septiembre, el 20,81% (124 del total) cuentan con cláusulas de garantía salarial, lo que afecta a un total de 504.589 trabajadores, el 52,86% de los asalariados que están amparados por pactos de empresa o sectoriales en la comunidad autónoma. El CARL precisa que casi el 40% de los convenios de sector (31 en total), contemplan subidas salariales vinculadas al IPC y el 18% de los convenios de empresa (93) también incluyen esta mejora para garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores.

Manuel Carlos Alba, director del Área Jurídica y Relaciones Laborales de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), matiza que la garantía salarial en la gran mayoría de los casos implica una vinculación al IPC, que no se traduce automáticamente en subidas anuales equivalentes al repunte del índice de precios. Hay casos en los que se pactan incrementos de dos dígitos que se prorratean en varias anualidades; y otros en los que las mejoras salariales se vinculan a objetivos de productividad.

En todo caso, lo que está sobre las mesas de negociación es que la inflación media en España se cerrará este año 2022 en torno a un 8,6%, según estimaciones de organismos oficiales y servicios de estudios; y alrededor de un 3,8% en 2023, aunque muchos convenios que se están firmando toman como referencia el IPC de 2021, que fue del 6,5%.

Salvados los casos polarizados, de subidas muy por encima del IPC o congelaciones salariales, en 2022 se han suscrito en Andalucía, hasta la fecha, un total de 596 convenios colectivos con vigencia expresa, con un ámbito de afectación de 916.103 trabajadores y 183.696 empresas. El incremento salarial medio se sitúa en la región en el 2,15%, muy lejos de la inflación prevista para este ejercicio y por debajo también del pacto de rentas aprobado por el Gobierno para los empleados públicos, que contempla aumentos de sueldos del 3,5%.

La contención salarial es la otra cara de la moneda de la negociación colectiva, que tiene una incidencia en Andalucía nada desdeñable. Así, 105 convenios vigentes han pactado un incremento salarial igual o inferior a cero, el 17,61% del total. De ellos, 94 son acuerdos laborales circunscritos a empresas concretas (el 20,27% ) y solo 6 son convenios de sector (el 7,69%). Hay 61.193 trabajadores afectados por congelaciones salariales en la comunidad autónoma, casi el 7% de todos los ocupados con convenio en vigor.

¿Se avecina un otoño laboral 'caliente' en Andalucía por la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, como se ha venido anunciando a escala nacional por los sindicatos? Los indicios no apuntan a ello. Yolanda Carrasco, secretaria regional de Condiciones de Trabajo de CC.OO.-A, subraya que «el ritmo de la negociación colectiva es ya similar al de antes de la pandemia» y que los acuerdos se han logrado «con mucha presión». En este sentido, apunta que la conflictividad previa, que finalmente no ha desembocado en huelgas o en ruptura de la negociación, ha aumentado un 22%. «Ello significa que hemos llegado a acuerdos, pero a base de pelea en la mesa de negociación y también en la calle», señala.

«No estamos en una situación de bloqueo o paralización de la negociación colectiva. Está transcurriendo con los mismos parámetros que antes del Covid, e incluso hay mayor volumen de acuerdos», subraya también el representante de CEA.

El resultado de este esfuerzo es que se hayan firmado un 5% más de convenios colectivos que el año pasado (596 en total, entre los nuevos y los revisados), que implican a un 40% más de trabajadores (916.000 de 163.670 empresas).

Manuel Carlos Alba considera que «sería un error» que el objetivo fuera condicionar toda la estructura salarial al IPC. «Si los convenios cubren esa inflación, el incremento de los salarios vuelve a repercutir en los costes y se genera una espiral. Es lo que se denomina inflación de segunda vuelta«, apunta.

Por otro lado, la actualización de los convenios al nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI) —a partir del próximo enero de 2023 hasta los 1.049 euros, desde los 1.000 actuales, y llegará al 60 % del salario medio— también ha tirado hacia arriba de las revisiones salariales. En este sentido, según apunta CC.OO-A, antes de la subida, en Andalucía había un 6% de convenios con categorías profesionales por debajo de los 14.000 euros.