¿Cuánto dura una casa prefabricada?

Si la vivienda se ha instalado correctamente y es de calidad, una casa prefabricada o modular puede durar tanto como una convencional construida directamente en el suelo. Existe cierto consenso entre el tiempo medio de vida de este tipo de viviendas: entre los 50 y los 70 años . Por otra parte, los materiales, el proceso de construcción y el de instalación va evolucionando y mejorando a pasos agigantados, por lo que esta duración irá en aumento.

No obstante, el tiempo estimado anteriormente comentado varía mucho en función de diferentes factores como el mantenimiento o los materiales empleados en su construcción. Las casas fabricadas con madera de pino o abeto pueden llegar a durar alrededor de 100 años si se convervan adecuadamente. Las de hormigón sí que se encuentran en la franja anterior, llegando a los 70 años. Estas últimas, no obstante, están formadas por paneles que previenen la aparición de grietas y las vuelven incluso resistentes a movimientos sísmicos, además de que no requieren un mantenimiento específico.

Las de madera son las más respetuosas con el medioambiente. Para asegurar una durabilidad mayor necesitan que se les aplique barniz cada cierto tiempo. Aguantarán más años sin él las que se encuentren en lugares con temperaturas suaves y menor exposición al sol que las de sitios con cambios térmicos bruscos o mucho sol. No obstante, por lo general cada cinco años es buen momento para ello, además de repasar puertas y ventanas.

Las casas prefabricadas de acero , por su parte, están construidas con un material estable y flexible que no varía con el paso del tiempo. No suelen necesitar trabajos específicos de mantenimiento, especialmente si se trata de acero inoxidable y anticorrosivo.

Además de la ya mencionada capa de barniz en las viviendas de madera, hay ciertos aspectos que se pueden cuidar si quieres prolongar el máximo posible la vida útil de tu casa prefabricada hasta el punto de alcanzar e incluso superar la de los inmuebles tradicionales:

— Elección del lugar idóneo para la instalación de la vivienda: como hemos visto, es mejor un sitio no excesivamente soleado, pero también con una humedad que no sea demasiado elevada , ni en el ambiente ni en el terreno, para evitar, especialmente en el caso de la madera, que las paredes se deformen con el paso del tiempo.

— Chapa y pintura : es recomendable pintar el exterior de la casa de vez en cuando (lo que también viene bien desde el punto de vista estético) y cerrar las juntas exteriores para que no entre el agua.

— Buena ventilación y labores de fontanería : se trata de arreglar rápidamente las posibles fugas que puedan ir apareciendo, además de mantener la casa bien ventilada para que no aparezcan hongos u otras formas de vida.