Una casa con mucha historia y decoración excepcional a pocos pasos de la Catedral de Sevilla

El salón se encuentra dividido en varios ambientes. Por un lado, tenemos la zona de tertulia y televisión. Separada por unos preciosos arcos se encuentra un espacio de estar junto a unas enormes cristaleras, todas ellas decoradas con unas vidrieras espectaculares. Desde aquí puedes disfrutar de vistas a la Giralda . Llama poderosamente la atención el enlucido del mármol del suelo, que brilla como un espejo.

Al otro lado de la casa se encuentran los dormitorios. La habitación principal exhibe un cabecero de cama en capitoné que contrasta a la perfección con la decoración de las paredes. Tampoco pasa desapercibido el armario empotrado con cristaleras que deja definido el estilo elegante y señorial del conjunto.

Los detalles en madera son numerosos, como los que se hallan en la cocina habilitada, como alacena y barra de bar. La distribución cuidada aporta espacio para crear ese tipo de rincones que, además de funcionales, son divertidos.

Uno de los tonos que también se encuentra diseminado por todas partes es el dorado. Se consiguen efectos muy curiosos como el contraste con el amarillo de los sofás. Uno apenas se da cuenta, pero se perciben juegos de sensaciones . El ejemplo más claro es el de la pintura de la fachada, de un amarillo tan poderoso que recuerda vívidamente al metal noble que quiere representar. Por último, nos fijamos en los frisos de las columnas del salón que también aportan un extra de personalidad.

No quieren ser menos protagonistas en esta maravillosa creación los muebles . Sus colores vivos son el contrapunto perfecto a los detalles más clásicos. Esta forma de aportar color a los espacios también consigue que no nos parezca monótono el día a día en su interior. Cuesta creer que pudiéramos perder alguna vez el embrujo que nos atrae irremediablemente a esta casa.

Con toda seguridad habrás reparado en la intensa luminosidad de cada lugar. La luz natural entra a través de ventanas y cristaleras fácilmente, y de esta manera, disfrutamos de su reflejo en objetos y materiales, transformando un simple descansillo, en el tramo de una escalera, en un lugar donde podemos relajarnos durante un rato.

No hay duda de que nos encontramos ante un edificio en el que tanto los espacios interiores como los exteriores tienen un marcado carácter propio que nos habla de historia, de propietarios ilustres y de miles de momentos inolvidables entre paredes tan mágicas y exclusivas. ¿Su precio? 795.000 euros .