La constructora Hijos de Terrats crece de la mano del sector hotelero

Esta firma sevillana se caracteriza por mantener relaciones a muy largo plazo con sus clientes: la compañía trabaja desde hace décadas con El Corte Inglés, donde este año ha desarrollado proyectos de reforma en Bilbao, Madrid o Marbella, y también opera con otras firmas del sector retail como MediaMarkt. La otra clave de su 'resiliencia' es la tipología de obras que desarrolla. «El plazo medio de nuestros proyectos es de seis meses, son periodos relativamente cortos en los que no afecta tanto la inflación ni la variación del precio de los materiales», incide.

Junto a su posicionamiento en grandes cadenas y centros comerciales, uno de los segmentos que ha permitido a la empresa sevillana elevar su volumen en los últimos años es la rama hotelera. Este ejercicio ha culminado una de las iniciativas emblemáticas en la capital andaluza, con la entrega del nuevo establecimiento de la cadena Vincci de la Plaza de Molviedro; junto a ello, en el primer trimestre del año concluirá el nuevo hotel de la Plaza de San Francisco que promueve Millenium Hotel.

Pascual-Terrats recuerda que el negocio hotelero «es un sector que requiere una construcción de alta calidad y un cumplimiento muy escrupuloso de los plazos». Ahora ha entrado en la órbita de Catalonia, con dos proyectos en Madrid -uno en Atocha y otro en Hortaleza- y participa en la rehabilitación del antiguo Cine Trajano (que incluye un establecimiento hotelero), entre otras iniciativas en este campo.

«Hemos cumplido sesenta años porque seleccionamos bien en qué ámbitos podemos generar valor; no vamos allí donde no esté nuestro nicho de mercado». Bajo esta premisa, no entra en actividades como la construcción de viviendas para terceros.

En los últimos años Hijos de Terrats ha incrementado paulatinamente su área patrimonial, adquiriendo edificios de tamaño pequeño o mediano en el centro de Sevilla, donde ya suma una cartera de viviendas en alquiler que ronda las noventa unidades. Una de sus últimas adquisiciones está en la esquina de las calles San Salvador y Exposición, en el barrio del Porvenir, donde desarrollará veinte viviendas. Se trata de una obra del arquitecto regionalista José Espiau Muñoz del que solo se levantó una fase. «Nos habría encantado terminar este edificio tal como lo concibió Espiau, pero con la edificabilidad actual de la zona y el planeamiento de ese barrio no es posible; respetaremos y reformaremos íntegramente la obra antigua y ejecutaremos un proyecto singular en el resto del solar».

La compañía también adquirió un edificio en la calle Baños, próximo a Torneo, con el que sumará otras seis viviendas. Sus proyectos no tienen como destino final el alquiler turístico, sino cerrar contratos de arrendamiento a largo plazo. «Hacemos viviendas con un tamaño mínimo y alta calidad que mantienen su valor a largo plazo al margen de que haya o no turismo». La empresa sigue estudiando el mercado para hacer nuevas compras que se ajusten a sus parámetros. «Antes de cada inversión analizamos decenas de operaciones; hay una altísima competencia entre inversores que presionan los precios al alza, lo que exige reforzar el estudio de la viabilidad de cada activo», concluye este empresario.