La multinacional francesa Grupo Capgemini creará 300 empleos este año en Andalucía

La compañía Capgemini, que registró unos ingresos de 22.500 millones de euros en 2023, tiene 350.000 empleados en 50 países unos. Su filial Capgemini Engineering, especializada en servicios de ingeniería e I+D, está centrada en grandes clientes, líderes de cada sector, como Airbus, Carrefour, Santander, CaixaBank, Repsol, Telefónica... «Les proporcionamos servicio de IT, de desarrollo o mantenimiento de software, de consultoría de negocio o de ingeniería. Les ayudamos a desarrollar nuevos productos», resume el responsable Capgemini Engineering en España, que concentra 4.000 de los 11.000 trabajadores que tiene en el país.

«En Andalucía tenemos como clientes a Airbus o Navantia, y presencia en el sector público, sobre todo en servicios de desarrollo y mantenimiento IT. Así, trabajamos para la Junta de Andalucía en diversos proyectos. Además, desde la comunidad autónoma andaluza damos servicios a clientes locales, nacionales e internacionales», explica Perea, quien desglosa el número de empleados que la compañía tiene en la región: 600 en Sevilla, 250 en Cádiz y 150 en Málaga.

«Queremos crecer en Andalucía, donde venimos haciéndolo al 30%. Prevemos seguir haciéndolo a un ritmo de un 10 o 15% en los próximos años», agrega este directivo, que no facilita datos de facturación en España porque la compañía cotiza en la Bolsa de París y sólo da datos agregados por región.

Capgemini Engineering, que tiene acuerdos con varias universidades andaluzas, entre ellas la gaditana, contrata ingenieros con perfil de matemáticos, físicos, tecnología, desarrollo informático, telecomunicaciones... aunque también profesionales de administración de empresas y titulados en FP.

En Cádiz acaba de inaugurar su primer Laboratorio de Industria Inteligente para avanzar en la transformación digital de entornos industriales con soluciones innovadoras potenciadas por tecnologías como cloud, inteligencia artificial, internet de las cosas, edge computing y 5G. El laboratorio alberga el primer prototipo de la 'fábrica del futuro', un proyecto desarrollado en colaboración con Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (Catec).

«Este laboratorio -dice- es un espacio de co-creación, de co-innnovación con nuestros clientes. Hasta ahora, nuestras capacidades las hemos desarrollado en las instalaciones de nuestros clientes haciendo diseño de futuras implantaciones. Este laboratorio nos permitirá hacer demostraciones e inspirar a nuestros clientes porque pueden ver las tecnologías, imaginar el futuro con más posibilidades, desarrollar prototipos y testearlos».

El director de Capgemini Engineering en España afirma que «llevamos nueve años en Cádiz con capacidades en industria inteligente, hemos desarrollado unos activos que luego hemos incorporado a este laboratorio. El laboratorio cuenta con 70 empleos y el objetivo es duplicar el personal en los próximos tres años».

A su juicio, «la industria inteligente aporta tres tipos de beneficios. El primero es hacer más eficientes los procesos industriales y ser más competitivos a nivel global. El segundo es desarrollar nuevos productos y nuevas fuentes de negocio. Y tercero, permite desarrollar nuevos proyectos productivos, incluido los que necesitamos para la transición energética. La descarbonización de la economía necesita desarrollar nuevos tipos de plantas de baterías, de fabricación de catalizadores de hidrógeno... y la industria inteligente facilita acelerar su desarrollo tanto en la construcción y la puesta en marcha de la mismas».

Perea declara que «históricamente nuestros clientes industriales han buscado de forma recurrente hacer más eficientes sus procesos y ganar entre 5 y 10% de productividad. Para seguir logrando ese 5 y 10% de mejora anual se necesitan palancas digitales. El coste de las nuevas tecnologías baja lo suficiente para permitir una inversión rentable».

Además, no cree que se trata sólo de un ahorro de costes, sino también de facilitar la innovación. «El caso más común es el coche de 2024, que no tiene nada que ver con el de hace 10 o 20 años porque está más conectado y ofrece más servicios». Sobre la destrucción de empleo que podría generar la industria inteligente, precisa que «gracias a la innovación se generan muchos puestos de trabajo» y además facilita la formación.