¿Apagón eléctrico? Ocho consejos para ahorrar gas y electricidad en casa
Sigue estas sencillas recomendaciones sobre el consumo en el hogar para reducir tu factura de la luz y del gas
Los consejos de la OCU para ahorrar agua en casa
P. T.
Sevilla
Los depósitos de gas europeos se encuentran en muchos casos en unos niveles bajos debido al conflicto entre Ucrania y Rusia. Países dependientes del gas ruso empiezan a notar las carencias cuando desde la Unión Europea ya se mira al invierno y se piden ... unas reservas que algunos Estados miembros no van a poder alcanzar. Mientras tanto, los países que menos dependencia tienen del gigante del Este, como Portugal y España, parecen algo ajenos a esta situación, oponiéndose a las medidas de solidaridad propuestas por Europa para afrontar esta crisis energética.
Sea como fuere, la amenaza de un apagón energético vuelve a vislumbrarse en el horizonte. Algunos Estados centroeuropeos han decidido coordinarse en caso de que este gran apagón se produjera. ¿Qué podemos hacer nosotros para evitarlo? ¿Y para reducir la factura de la luz? A continuación proponemos diez medidas para ahorrar gas y electricidad en el hogar.
Elegir electrodomésticos eficientes
Aunque los electrodomésticos con etiqueta energética A o superior son más caros que el resto, adquirirlos supone a largo plazo un beneficio en cuanto al ahorro eléctrico (este puede llegar hasta el 40 % respecto a los tradicionales) y, por tanto, para el bolsillo, dada su eficiencia. Si queremos ahorrar luz y tenemos intención de que nos dure muchos años, a la hora de cambiar los electrodomésticos debemos prestar atención a su etiqueta energética.
Dar un uso adecuado a los electrodomésticos
Además de contar con electrodomésticos eficientes, es muy importante el uso que les damos. Un empleo responsable de los mismos incluye no poner el lavavajillas ni la lavadora si no están llenos, así como no emplear agua tan caliente si no la necesitamos. Por otro lado tenemos el frigorífico, que es el aparato que más consume. Su temperatura ideal es de entre 3 y 7 grados.
Utilizar bombillas de bajo consumo
El ahorro de luz que constituyen las bombillas de bajo consumo respecto a las convencionales es más que relevante. Además, tienen una vida útil más larga que estas. Su precio de venta es superior que el de las bombillas incandescentes, pero sus cualidades lo compensan con creces. En el caso de la iluminación led, la que supone un mayor ahorro, la diferencia llega al 80 %.
No dejar las luces encendidas
Siguiendo con el tema de las bombillas y lámparas, un consejo tan recurrente como necesario es acordarse de apagar todas las luces cuando nos vamos de una habitación. Por supuesto, aún más importante es asegurarse de no dejar ninguna luz encendida al salir de casa, especialmente si vamos a estar varios días fuera. La creencia de que apagar y encender las luces cuesta más que dejarlas encendidas es un bulo.
Aprovechar las horas valle
Para que la factura de la luz no alcance límites insospechados, una buena forma de ser eficientes con nuestros gastos es aprovechar las horas valle, es decir, aquellas en las que el consumo eléctrico es más barato, para realizar las labores que requieren más electricidad. Poner la lavadora y el lavavajillas de 23 a 13 horas (en verano) puede ser decisivo a la hora de ahorrar mucho dinero.
Desconectar los enchufes y regletas
El famoso stand by puede llegar a suponer en torno al 10 % de nuestro consumo eléctrico. Sí, esa práctica de dejar enchufados los aparatos eléctricos que no lo necesitan cuando no los estamos utilizando, ya sea la televisión, los cargadores de móviles u ordenadores... Y lo mismo ocurre si dejamos un ladrón o regleta con el interruptor encendido, todos los sistemas que estén enchufados seguirán consumiendo algo de luz.
Ajustar bien la temperatura
En momentos como una ola de calor en pleno verano puede ser chocante decir esto, pero regular la temperatura del hogar sin pasarnos es fundamental para que la factura de la luz no se dispare y para ayudar al planeta. No pasarse con el aire acondicionado en verano ni con la calefacción en invierno estableciendo temperaturas suaves y constantes es clave. Ir con ropa de abrigo por casa en verano por tener el aire a tope repercute en la factura y en el medioambiente.
Duchas cortas y con agua tibia
Para contribuir al ahorro del gas (y del agua) lo ideal es optar por duchas más cortas y refrescantes en esta época del año tan calurosa en la que nos encontramos. Regular la temperatura de la misma para que salga tibia también es importante en este propósito. Por supuesto, nada de llenar bañeras, algo que incrementa muchísimo el gasto y es bastante perjudicial también en términos ecológicos.
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