Encuentro de Deloitte y ABC
El agua, la palanca de crecimiento del sector agroalimentario
Destacados representantes del agro andaluz debaten en la Casa de ABC sobre los retos a abordar
La cuestión hídrica, la falta de trabajadores y la política europea, las grandes preocupaciones
El regadío, la palanca de cambio que activará la 'nueva agricultura'
El sector agroalimentario supone en Andalucía casi un 6% del PIB y un 7% del empleo regional, con más de 240.000 trabajadores. Unas cifras que, a grades rasgos, demuestran la importancia de la agricultura, ganadería e industria agroalimentaria en la región.
No obstante, el gran objetivo de la agroalimentación es seguir creciendo, aportando más valor añadido y consolidando su presencia en un mercado cada vez más global. Así lo aseguraron algunos de los principales nombres del sector en un encuentro organizado por Deloitte y ABC de Sevilla, celebrado en la Casa de ABC, que sirvió para poner sobre la mesa los grandes retos, y también los logros, de la agricultura andaluza.
Si hay algo que los presentes reclamaron al unísono es una mejor gestión del agua, recurso imprescindible para la actividad, así como la construcción de infraestructuras que Andalucía tiene pendientes desde hace décadas y más colaboración entre administraciones en la cuestión hídrica, ya que es un tema «trasversal y nacional». «Todos, en mayor o menor medida, hemos tenido problemas con el agua», recordaba Antonio Luque, presidente de la cooperativa Dcoop.
De hecho, fue el propio consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, quien recordó que en la región no se hace una obra hidráulica de gran calado desde 2008. «Estamos armando la administración andaluza del agua, es nuestra gran obsesión», reconocía.
Para ello, nombró algunas medidas puestas en marcha recientemente, como el Plan Parra, a través del que la Junta destinará 165 millones para que las comunidades de regantes apuesten por el agua regenerada, el gran recurso del que aún queda mucho por explotar.
Complejidad burocrática
Por su parte, Julio Roda, director general de Agrosevilla, puso en foco en la necesidad de aliviar las dificultades administrativas a las que se enfrenta el sector que, en ocasiones, se ve obligado a recurrir a varias administraciones para sacar adelante un proyecto relacionado con el aprovechamiento de las aguas industriales, como es su caso.
También se trató en el foro la necesidad de que el sector esté «más unido», como afirmaba Imanol Almudí, CEO de Agroponiente, que incidió en la necesidad de que las ayudas lleguen, además de a los agricultores, «a las empresas de cierto tamaño».
«Somos las medianas compañías las que ejercemos de tracción del sector y, sin embargo, las sociedades nos quedamos fuera de, prácticamente, todas las partidas», lamentó. Agroponiente, detalló, prácticamente ha duplicado su facturación en tan solo dos años.
No obstante, también se recordó la importancia del otro gran modelo, el de las cooperativas, que como recordaba Antonio Luque, «ejercen una labor social».
Otro punto en el que todos los participantes del foro estuvieron de acuerdo es en la necesidad de integración. Consolación Vera, viceconsejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, aseguró que, desde la Consejería, se hacen «grandes esfuerzos presupuestarios» por facilitar la concentración a las cooperativas, pero que no siempre funciona.
«En Andalucía hay más de 1.800 almazaras y más de 1.600 envasadoras, cuando son cinco grupos los que comercializan prácticamente el 80% del aceite de oliva», ilustraba Gonzalo Guillén, presidente de Acesur, que reiteraba la necesidad de fomentar «la eficiencia e integridad».
Colaboración público-privada
De su parte, los representantes de Deloitte, el socio director Andalucía y Extremadura, Adolfo Gutiérrez de Gandarilla, y José Perez Paniagua, socio de auditoria, recalcaron la importancia del sector agroalimentario para Andalucía, y la necesidad de que la colaboración público-privada sea, también, un impulso para que las empresas de la región sigan creciendo. «La gran asignatura pendiente es la llegada decidida de otros inversores al sector, lo ya está empezando a verse en el creciente interés de los fondos de inversión y la banca privada. Esto puede acelerar integraciones», afirmó Gutiérrez de Gandarilla.
La nueva PAC
La Política Agraria Común (PAC) y sus implicaciones fueron otro de los temas que se trataron durante el encuentro. Estamos a escasos días de que la Comisión Europea presente su propuesta para el Marco Financiero Plurianual (MFP) que, según temen desde la Consejería de Agricultura, no será «demasiado favorable para Andalucía». «Andalucía ha perdido 100 millones en esta PAC y, las noticias que llegan sobre cómo podría ser la siguiente son muy malas», lamentaba el consejero de Agricultura, que avanzó que la Junta «va a posicionarse claramente», junto con el sector agrario en todos los foros europeos que sean necesarios.
Sin embargo, los empresarios incidieron en la necesidad de presionar en la UE no solo para lograr una PAC justa con Andalucía, vital para gran parte de los agricultores de la región sino también para garantizar un futuro hídrico sostenible. «Es clave conseguir ayudas europeas para infraestructuras», insistía Luque, presidente de Dcoop pues, como confirmaba Guillén, presidente de Acesur, «ojalá no hiciese falta la PAC a ningún agricultor y fuese suficiente con la rentabilidad de sus tierras».
Mano de obra
Otro de los grandes temas que se trataron fue la falta de mano de obra, y de talento especializado, en el sector agrario. Macarena García Otero, CEO de Royal, llamó la atención sobre el gran problema que supone el absentismo. «Trabajamos con fruta, un producto delicado y perecedero, y hacemos todo legalmente. Sin embargo, nos encontramos con que hay trabajadores que prefieren trampear, cumplir las peonadas necesarias para cobrar el subsidio agrario y marcharse...No sé cuál es la solución, pero el sistema debería cambiar», aseguró.
Igualmente, Francisco Gallego, director corporativo de Migasa, recalcó la ausencia de transportistas, un problema «silencioso» que, sin embargo, pone en jaque el buen funcionamiento de la cadena agroalimentaria. «Dependemos de ellos», recalcó.
El déficit de mano de obra, auguró José Manuel Rodríguez, director general de Aceites Abasa, aumentará si continúa la inestabilidad geopolítica mundial. «Habrá sectores, como la industria, que necesitarán cada vez más mano de obra», aventuró.
Por último, Juan Soltero, presidente de Bionest, puso en valor la gran labor que se ha hecho en Huelva con los contingentes de trabajadores extranjeros, algo lo que el sector de los berries ha sido «pionero». «La agricultura del entorno de Doñana ha cambiado por completo, y hemos logrado ser muy productivos y eficientes en pocas décadas», recalcaba, al tiempo que daba las «gracias» a la Junta de Andalucía por su trabajo en la cuestión hídrica, como el impulso, al fin, de la presa de Alcolea, la gran obra pendiente.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete