Del aceite al yeso: los aranceles de Trump ponen en jaque 3.138 millones de exportaciones andaluzas

Durante este año, un total de 2.766 firmas andaluzas tuvieron ventas en este país y, de ellas, 700 llevan más de cuatro años consecutivos exportando a este mercado, según datos de Andalucía Trade. El producto andaluz más vendido en EE.UU. es el aceite de oliva. De hecho, concentró el 27% de todas las ventas, con 860 millones de euros.

En cuanto a los sectores, el top tres se lo reparten el agroalimentario, industrial y alta tecnología. Las hortalizas y frutas alcanzaron los 175 millones de euros en ventas, con el 5,6% del total, seguidas por la aceituna de mesa, con 167 millones. Otros de los productos que más exporta Andalucía en norteamérica son los combustibles, aceites minerales, la piedra y el yeso, así como las aeronaves, las cerámicas, los pescados, las preparaciones a base de cereales, los plásticos y manufacturas.

Especialmente crítica parece la situación para la aceituna negra, un producto que tendrá aranceles mucho más altos que los competidores de otros países. Desde 2018, contaba con un 31% por lo que, de sumarse este 20% adicional, se situarían en el 51%, según avisó ayer el secretario general de la Asociación de Exportadores de Aceitunas de Mesa (Asemesa), Antonio de Mora.

Por tanto, el problema se agrava porque «los principales competidores se encuentran fuera de la Unión Europea y el arancel que se le aplica a Egipto, Turquía o Marruecos es la mitad que el de aquí, así es imposible competir en materia de precios». En este sentido, Antonio de Mora destacó que «desde 2018 se hacen esfuerzos comerciales para integrar la aceituna en otros mercados, pero es una labor de largo recorrido».

El sector se encuentra estudiando introducir la aceituna en el sudeste asiático. Sin embargo, matiza que «no se abren mercados a corto plazo y no es una solución para el sector actualmente».

También hay tensión en los productores y comercializadores de aceite. En el primer mandato, Donald Trump interpuso un arancel del 25% al aceite de oliva envasado de origen español. El que viajaba a granel no estuvo sujeto a estos impuestos.

Esta medida propició que una buena parte de los envasadores instalaran allí plantas para eludir esos tipos al enviarlos a granel para que fueran envasados allí o en países terceros. Se da la circunstancia de que, en esta ocasión, el anuncio afecta a todos los europeos, también Italia, que es el principal competidor de España. «Dentro de que la noticia es muy mala, estamos algo más preparados», reconoció el responsable del grupo de aceite de oliva de Asaja, Luis Carlos Valero.

Estados Unidos es el tercer país consumidor de aceite a nivel mundial, con una demanda de alrededor de 360.000 toneladas y una producción que apenas sí cubre el tres por ciento de su consumo. California, principal productor de aceite de oliva de Estados Unidos (99%) produjo en la campaña 2022/2023 alrededor de 6.800 toneladas. Se trata de una cantidad comparable con la que puede producir al año una cooperativa de un municipio medio de la provincia de Jaén.

El responsable de Olivar de COAG Andalucía, Juan Luis Ávila, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a los olivareros. «No podemos entrar en la dinámica de aquellos intereses que utilizan los aranceles y anuncios catastrofistas como estrategia para que se produzca una bajada del precio del aceite de oliva en origen», insistió.

El gobierno andaluz tratará de buscar «mercados alternativos» y ofrecerá incentivos para la internacionalización en mayo. Una de las estrategias será reforzar las ventas en Asia, según anunció hace unas semanas el presidente de la Junta, Juanma Moreno, que propuso acciones comerciales para que las empresas puedan exportar más hacia países como Japón.

«Aunque el presidente Trump ha anunciado que sería para toda la legislatura, hay un consenso importante entre todos los analistas de que el impacto va a ser significativo en la economía global y en la propia economía local americana», advirtió el consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, antes de mostrar su confianza en que la situación se pueda «reconducir».

Con ello, ha valorado el papel de la Unión Europea, que está «tratando de responder de manera quirúrgica a este juego» en el que «todo el mundo pierde». «Desde luego no es un momento positivo, quizás lo más surrealista es la velocidad a la que están ocurriendo las cosas y la volatilidad de las noticias, pero bueno, tendremos que ser fuertes», concluyó.