Catherine Breillat: «Es fundamental encontrar una firma que te defina como cineasta»

Su ausencia se ha hecho especialmente presente en esta gala, ya que Bermúdez fue siempre una persona muy apreciada en el sector cultural andaluz, programador de la sección Panorama Andaluz del propio festival y vicepresidente durante casi una década de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (Asecán). José Antonio falleció en noviembre de 2022 y un año después, la organización del Festival ha querido brindarle un sentido homenaje.

Una gala que llegó precedida por la alfombra roja en uno de los bellos patios del antiguo complejo fabril, por la que han desfilado algunos nombres del panorama cinematográfico andaluz como Antonio Dechent, Alfonso Sánchez, Mercedes Hoyos, Mariano Peña, el autor del cartel del festival, el diseñador sevillano Pedro Cabañas, el alcalde de Sevilla José Luis Sanz o el director Paco Órtiz.

La encargada de presentar la gala fue Concha Ortiz, una mujer muy vinculada a la historia del festival, quien explicó cómo estamos asistiendo y celebrando «20 años de una historia de amor entre Sevilla y el cine europeo, una historia que ha cristalizado en un festival. Todo esto demuestra el poder aglutinador de la cultura, el poder mágico del cine».

Por su parte, Manuel Cristóbal, el coordinador del Festival aseguró en su intervención que «para el festival de cine 20 años ha sido mucho, por eso hoy quiero dar las gracias a todos los que han participado en estas dos décadas. Sólo el firme compromiso del Ayuntamiento de Sevilla, la Junta de Andalucía, el Ministerio de Cultura, la Fundación Cajasol y el sector audiovisual, ha permitido que estemos hoy aquí. Sevilla tiene que tener un festival que sea igual de bonito, elegante y apasionante que la ciudad».

Antonio Saura, miembro de la Junta directiva de la Academia de Cine Europeo (EFA) quiso lanzar «un mensaje de apoyo y celebración a los que habéis hecho posible el salvamento del festival y estamos ante una edición fantástica, agradezco al Ayuntamiento ya los cineastas andaluces que hacen que Sevilla siga siendo un faro en la creación mundial».

Seguidamente llegó uno de los momentos culminantes de la gala, cuando Minerva Salas, delegada de Cultura y Deporte del Ayuntamiento de Sevilla hizo la entrega del Giraldillo de Oro que reconoce toda una trayectoria a la directora francesa Catherine Breillat, quien explicó que «siempre he sido una cineasta de las emociones. Es importante que exista un cine dedicado a la distracción y al entretenimiento, pero también tiene que haber espacio para la ficción que sirva para conocerse a una misma y reencontrarse. Para que exista este tipo de cine es fundamental la labor que realiza los festivales».

La cineasta francesa citó a «Bergman y Buñuel como mis principales influencias en mis inicios». Breillat destacó «la importancia de buscar una firma que te defina como cineasta». Y explicó como después de visitar el Museo de Bellas Artes de Sevilla «pude comprobar como en los cuadros de Murillo y Zurbarán la utilización de los colores y el encuadre también son vitales para la creación de una firma».

El momento emotivo de la gala se vivió sin lugar a dudas en la entrega del Giraldillo de Oro póstumo de manos de José Luis Sanz a Juan Antonio Bermúdez, que fue recibido por su madre, Carmen Bermúdez, quien confesó a través de un portavoz de la familia sentir «hoy una mezcla de emociones, por un lado la alegría por recibirlo en el marco del festival, porque esta fue su casa, pero a ello se une el dolor por su ausencia que sigue pesándonos cada día».

El encargado de cerrar el propio alcalde quién quiso dar la «enhorabuena a los galardonados y extender un especial agradecimiento a Minerva Salas, que ha hecho posible esta edición y a todo el sector del cine andaluz y del cine en Sevilla, gracias a vuestra colaboración y a vuestra comprensión hoy podemos estar aquí. Nada más que acabe esta edición, entre todos tenemos que trabajar para poner en marcha el próximo, el festival va a seguir siendo un pilar fundamental de la actividad cultural de esta ciudad»

Todo ello en una gala, que a pesar de contar con meritorias actuaciones entre otras de la violagambista Johanna Rose, la banda de cornetas y tambores de Las Cigarrreras o la cantaora Alba Carmona, perdió empaque con respecto a las celebradas en otros enclaves como el teatro Lope de Vega, ya que en este caso el público siguió el desarrollo de la misma en pie, sin guardar en muchos momentos el debido silencio que requiere un acto de estas características.