Valdivieso reedita su monografía sobre Pedro de Campaña y lo realza como el gran pintor del Renacimiento sevillano

La presentación del libro ha corrido a cargo del director de Buenas Letras, Pablo Gutiérrez-Alviz, quien ha recordado que el profesor Diego Angulo dijo de Pedro de Campaña que había sido el principal retratista del Renacimiento español después de El Greco. Además, ha alabado que Athenaica haya vuelto a editar este libro, que es «un estudio vital y profesional que contiene ejemplos de las pinturas, dibujos y tapices que realizó este artista». Finalmente, ha recordado la labor fundamental que este académico hizo para recuperar el retablo de la iglesia de Santa Ana, ya que gracias a su intervención se pudo restaurar con una colecta popular que completó la otra parte que aportó la Junta de Andalucía. «Eso hizo que fuera nombrado Hijo Adoptivo de Triana, algo de lo que se enorgullece, pero yo espero que el Ayuntamiento lo nombre también Hijo Adoptivo de Sevilla».

A continuación, Valdivieso ha comenzado su intervención comparando el 'Autorretrato' que se hizo Campaña hacia 1550 y que es una tabla que se conserva en el Museo del Prado con el retrato que pintó Francisco Pacheco inspirado en la obra anterior y que incluyó en su 'Libro de descripción de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones'. Dicho 'Autorretrato' estuvo muchos años perdido hasta que reapareció con el tiempo.

Entre las primeras obras que el artista flamenco pintó en Sevilla fue su retablo de la 'Virgen de los Remedios' (1537-38) para la parroquia de San Vicente. Fue el primero que hizo en la ciudad y hoy no se conserva el marco del retablo original. Arriba estaba rematado por una Trinidad. «La pintura y el retablo son como el cuerpo y el alma. Cuando se ven pinturas en los museos sin sus retablos originales es como ver cuerpos en un cementerio», ha subrayado el académico.

También Valdivieso ha repasado otras obras maestras de Campaña como el retablo de 'San Jerónimo penitente' (hacia 1540) que el artista pintó para el monasterio de San Jerónimo de Sevilla y que, con el paso del tiempo, recaló en la familia Pickman. Tras inventariar los fondos de esta colección, el catedrático corroboró la atribución del artista flamenco en una obra que hasta entonces había permanecido anónima. Esta pintura está actualmente en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, pero no conserva su retablo original.

Tras analizar otras obras como el retablo de 'San Bartolomé' (1540) y la 'Virgen de la leche', «una pintura de gran dulzura que es una de las obras más bellas del artista», según ha asegurado este experto, también ha hecho hincapié en el retablo de 'La venida del Espíritu Santo', que está en la catedral de Burgos porque «la compraría un canónigo de esa ciudad», o el retablo que don Rodrigo de Pacheco encargó para Jerez de los Caballeros y que representa cinco escenas de la Pasión de Cristo. «Los retablos eran como una catequesis y que estas cinco pinturas estén ahora por distintos museos del mundo hace que se pierda todo su sentido», se ha lamentado.

Asimismo, ha mostrado otras curiosidades, como la 'Adoración de los Reyes' que se encuentra en la Catedral de León y que muestra a un San José anciano. «Antes del Concilio de Trento a San José se le representaba como un anciano, pero en el Concilio se subrayó que San José debía representarse joven para tener un papel más activo. El primero que lo pinta joven en España fue El Greco», destaca Valdivieso.

Por otra parte, este profesor ha recordado el gran expolio que realizaron los franceses cuando las tropas napoleónicas entraron en Sevilla en 1810. Entre las obras que se llevaron estaba un 'Descendimiento' (1547) que se encontraba en el ya desaparecido convento de Santa María de Gracia y que hoy se encuentra en el Museo de Montpellier tras venderlo la familia del mariscal Soult a su muerte. Igualmente pintó otro 'Descendimiento' (1548) para la capilla de Fernando de Jaén, en la antigua iglesia de Santa Cruz de Sevilla. Actualmente se halla en la Catedral hispalense y es una de las principales obras maestras de este artista flamenco. Igualmente sobresalen su 'San Pablo ermitaño y San Antonio Abad', que realizó para la iglesia de San Isidoro. También la Guerra Civil afectó a las pinturas de este maestro, ya que en 1936 se quemó su gran retablo del 'Calvario' de San Juan de la Palma.

Para la Catedral, Campaña pintó por encargo de Alonso Caballero otra de sus obras mayores, el retablo de 'La Purificación de la Virgen'. La figura central representa la 'Presentación de la Virgen'. Aquí ya aparece San José joven porque ha había sido el Concilio de Trento. «Angulo dijo que en el Renacimiento sólo El Greco había hecho retratos mejores que Campaña».

Llegados a este punto, el académico ha analizado el retablo mayor de la iglesia de Santa Ana, que contiene dieciséis pinturas del maestro flamenco. «Cuando llegué a Sevilla en 1976 se me cayó el alma a los pies cuando vi el mal estado de las pinturas porque estaban destrozadas», ha comentado Valdivieso, quien ha añadido que le sugirió a la Junta de Andalucía que lo restaurara. «Dijeron que si el Arzobispado pagaba la otra mitad lo arreglarían, pero como la Iglesia no tenía dinero suficiente, se hizo una colecta popular y se logró más de la mitad. Esa ha sido de las mejores restauraciones del IAPH», ha declarado Valdivieso. En dicho retablo se cuentan escenas de San Joaquín y Santa Ana, como cuando esta quedó encinta. También se muestra la infancia de la Virgen o sus desposorios con San José, además de la Visitación de Santa Ana. «Son pinturas de gran calidad y de una belleza extraordinaria», dice el catedrático, que ha recordado que el retablo está dedicado a la figura de San Jorge, que aparece en la pintura central matando a un dragón.

Enrique Valdivieso ha finalizado su intervención diciendo que Pedro de Campaña regresó a Flandes en 1563 muy desencantado de su paso en Sevilla por la crítica que había recibido de los pintores sevillanos, los cuales estaban molestos por el hecho de que este gran maestro hubiera recibido un encargo tan importante como el de la iglesia de Santa Ana. Allí ya realizó antes de su muerte algunos tapices, pero ya casi no pintó nada en esa época.