literatura
Traducen al italiano 'La última batalla', el legado literario de Julio Manuel de la Rosa
La editorial Scritturapura acaba de sacar la última novela que el escritor sevillano publicó en vida
El testamento de Julio Manuel de la Rosa
Sevilla
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Iniciar sesiónEn el año 2017, Julio Manuel de la Rosa publicó con la editorial Anantes 'La última batalla'. Se trataba de una novela corta antibelicista que reflejaba la crudeza que se vivió en la batalla de Stalingrado a través de la mirada de ... un soldado desertor. Pocos meses después, el 7 de febrero de 2018, el escritor y periodista sevillano falleció, por lo que esta obra se convirtió en su testamento literario. Recientemente, la editorial italiana Scritturapura acaba de recuperar este texto que tiene más vigencia que nunca por conflictos bélicos actuales que tienen compleja solución, como el de Ucrania o Gaza.
Este proyecto ha sido supervisado por el escritor y traductor italiano Alessandro Gianetti, quien ha contado en todo momento con el apoyo de los herederos del escritor, Julio Román de la Rosa y Catalina de la Rosa. Marino Magliani se ha encargado de la traducción de un texto que refleja la calidad de este gran autor que hasta el momento no era demasiado conocido en Italia. La importancia de esta nueva edición lo demuestra el hecho de que este pasado viernes Gianetti haya intervenido en directo en 'Farenheit', el programa literario de radio más prestigioso de la RAI, junto a Marco Ansaldo, autor del prólogo que precede a 'La última batalla'.
Comenta Alessandro Gianetti que el primero que le habló de 'La última batalla' fue el escritor jerezano Ignacio Arrabal, del que se ha incluido un texto suyo como introducción en esta nueva edición italiana. «Contacté con Ignacio y quedamos en Sevilla. Me habló muy bien del libro y lo leí. A partir de entonces hablé con los responsables de Scritturapura, porque estos estaban traduciendo libros de autores españoles de gran calidad». El escritor y traductor italiano añade que uno de los valores de esta novela breve de De la Rosa es que «está estupendamente escrita», además de que le parecía «perfecta para ser traducida porque empieza con alusiones a 'La tregua', novela de Primo Levi. Ese es el libro donde Levi cuenta la marcha que hacen desde el campo de concentración de Auschwitz hacia Odessa, para luego regresar a Italia. De la Rosa retoma los personajes de la historia de Primo Levi».
En ese sentido, el escritor italiano hablaba de Hurbinek, un niño que nació y murió en Auschwitz. «Al principio de 'La última batalla' -prosigue Gianetti- hay un personaje que no recuerda su nombre y que dice que cree llamarse Hurbinek. Este asegura que conoció a un químico italiano que hablaba como un poeta, en alusión directa a Primo Levi, que era químico y que estuvo preso en el campo de concentración de Auschwitz. La editorial, que es de Turín, vio el libro perfecto para publicarlo, ya que Primo Levi era de Turín. Asimismo, describe la batalla de Stalingrado de forma magistral».
Recuerda Alessandro Gianetti la gran cultura de Julio Manuel de la Rosa, ya que escribió biografías de grandes escritores como Cesare Pavese y Luis Cernuda. «Leer la obra de De la Rosa es como tener un trozo de la literatura del siglo XX de un autor de Sevilla poco conocido a nivel nacional. Todos esos elementos me llevaron a aceptar el proyecto». Este escritor y traductor añade que «el hecho de que el desertor sea ruso sin nombre y que Primo Levi esté presente en la novela pero sin nombrarlo adquiere un gran valor. Todo cobra una dimensión metafórica en contra de la guerra. Es una novela antibelicista. El posicionamiento de este escritor era el de la tercera España, al igual que Chaves Nogales». Gianetti dice igualmente que esta novela «va más allá de la batalla, de las bombas, ya que habla de la condición humana en la guerra, como también hacía Primo Levi».
Resalta asimismo este experto en literatura «la belleza de la escritura y el cuidado en la elección de las palabras» como rasgos esenciales estilísticos de la obra. «Cuando el escritor llega a la cima de su oficio concentra todo su trabajo en el menor número de palabras posible. Las palabras que usa son las adecuadas y todo eso nos mete en la angustia de este soldado que vaga por la estepa rusa intentando sobrevivir al horror que le rodea. Son los 'soldados perros', como los llemaban los nazis». En la novela el autor describe el viaje en tren que le lleva al desertor al campo de concentración. «Trata de encontrar un refugio en el tren -prosigue Gianetti-, que en verdad tiene muchos prisioneros judíos que van a Auschwitz. Es como una continuación de 'La tregua'. También destacaría que haya sabido contar una historia universal. El hecho de que ningún personaje tenga nombre aumenta ese aspecto universalista. Habla a nivel metafórico».
Igualmente es importante la descripción que hace De la Rosa de un paisaje árido y devastado con una economía de lenguaje. «El protagonista se da cuenta de que hay otro soldado, pero no se acerca. Este soldado ve que le deja un bulto en la carretera y en ese bulto hay comida. Es un gesto en el que se deja evidencia de que la hermandad entre hombres hay que hacerla a escondidas», indica Alessandro Gianetti.
Comenta este escritor y traductor que De la Rosa es «un autor de gran calidad, pero poco reconocido. Escribió en varios periódicos de Sevilla como el ABC y fue maestro de periodistas, pero no tuvo mayor repercusión que el ser uno de los miembros del llamado grupo de los narraluces. Vivía un poco de espaldas al mundo literario en cuanto a escaparate. Era un gran lector. Decía que cuando leía sentía el deseo de escribir, y que cuando estaba escribiendo sentía el deseo de volver a la lectura».
Añade Gianetti que De la Rosa era «ante todo un gran lector, como le ocurría a Borges. Es un poco de esa estirpe de escritores. Hizo muchas lecturas de Faulkner y en esta novela describe la estepa rusa casi como un lugar de Andalucía en cuanto a lo árido». En ese sentido, el escritor sevillano creó el territorio de Etruria, otra referencia italiana dentro de su obra porque los etruscos vivían en la Toscana y en Umbría. Etruria era el Aljarafe. «Ahí ambienta dos novelas -prosigue-, 'Fin de semana en Etruria' (1972) -que obtuvo el Premio Sésamo- y 'Las guerras de Etruria' (2001). «Su literatura es un puente muy bien cuidado entre cierta literatura italiana y ciertas ambientaciones andaluzas. Por eso quiero profundizar en la obra de Julio Manuel de la Rosa para traducir más en un futuro», concluye Alessandro Gianetti.
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