El Teatro Quintero, el «templo de la cultura» al que siempre aspiró el periodista

El periodista onubense había convertido el viejo cine en una sala cultural multiusos. Se trataba de un moderno plató de televisión con un escenario para las artes escénicas y la cultura en general en donde iban a tener cabida el teatro, la música, la danza, los debates, etc. La sala donde estaba el plató tenía una grada para 300 espectadores. Aquí es donde la productora El Silencio, de Jesús Quintero, realizaba de lunes a miércoles el programa 'Paz en la tierra', de Paz Padilla, mientras que los jueves se grababa 'Ratones coloraos'.

En ese espacio que contaba con un escenario fue donde se estrenaron los distintos espectáculos, una vez que se inuauguró el Teatro Quintero. El popular periodista planificó una variada oferta de espectáculos como cabaret, danza, flamenco, conciertos, recitales de poesía, etc. El plató de televisión trabajaba a pleno rendimiento desde septiembre de 2008 con cámaras y un equipo de la más alta tecnología.

«Este proyecto se puede considerar como una sala multiusos, será un centro de arte y comunicación, un lugar de encuentro», señalaba Quintero. Esto suponía el renacimiento de un teatro de corte privado en el centro de la capital hispalense. En este sentido, Quintero lamentaba que se hubieran cerrado «cinco templos de la cultura, que es lo que para mí es un teatro, en pleno centro de Sevilla». Estos fueron el San Fernando, el Coliseo, el Llorens, el Imperial y el Álvarez Quintero. En este último el periodista intentó hacer un proyecto conjunto con Salvador Távora, «pero al final este espacio se lo llevó El Monte», comentaba.

Según el presentador de 'El perro verde', el criterio de la programación de su nuevo teatro iba a depender «de si lo consideramos una sala alternativa o un teatro comercial». La idea de este periodista era la de «intentar crear cosas en Sevilla, por eso quiero contar con personajes del calibre de Jodorowsky, Arrabal o Savater». Otro proyecto que quiso abordar este comunicador pero que al final no se llevó a cabo fue el de hacer unas entrevistas en directo a ocho personajes de actualidad en donde pudiera intervenir el público y hacer preguntas. «Sería como mi programa, pero sólo para el público que fuera al teatro, con lo cual tendría una gran frescura al hacerse todo en directo».

Reconocía Quintero que en Sevilla el nivel teatral era alto, destacando el lleno de espacios como el Lope de Vega o las salas alternativas. Por eso, este periodista apostó por traer a su teatro propuestas originales. Incluso pensó en producir él mismo algunos espectáculos. Otra parte importante del teatro era su hall, ya que allí se instaló un «zoco cultural», esto es, una gran librería en donde los asistentes tenían a mano obras completas de grandes escritores como García Márquez, Truman Capote, Borges, Cervantes, Poe, etc. Junto a estos había libros de comunicación y una selección de libros de entrevistas de Jesús Quintero. «Quiero que este espacio sea como mi mundo, por eso estoy haciendo una selección de escritores como Borges o García Márquez, y también habrá espacio para autores andaluces», señalaba.

Entre los artistas que más éxito encontraron en el Teatro Quintero destaca el caso de Arturo Fernández. En una época en la que el popular actor se quejaba de que los programadores culturales en Sevilla no apostaban por él, el periodista onubense hizo una asociación muy rentable con el intérprete. Quintero lo contrató para la obra 'Enfrentados', que contó con un gran respaldo del público. Con la comedia 'Alta seducción', en febrero de 2019, Arturo Fernández tuvo que prorrogar su espectáculo debido a la gran demanda que creó esta propuesta. En esa obra el actor cumplió los 90 años el 21 de febrero. Cuatro meses y medio después fallecía.

El viejo sueño teatral de Jesús Quintero se vio cercenado en 2019, fecha en la que su teatro cambió de nombre y de dueños después de que el periodista se viera asediado por las deudas, ya que debía 540.000 euros a la empresa propietaria del local. Fue el principio del fin de una persona que había amado el teatro como pocas personas.