Entrevista
Tamara: «Hubo un momento en el que me perdí del camino, pero ahora he vuelto»
La cantante sevillana estrena el tercer single de su próximo álbum, '25 años de corazón', con el que celebra el cuarto de siglo de carrera
Tamara: «Espero que haber contado mi experiencia sirva para ayudar a los demás, con mucha fuerza de voluntad se sale»

Tamara (Sevilla, 1984) se ha sacudido una profunda crisis de identidad -ha roto con su mánager y su marido casi a la vez- de la mejor forma que sabe hacer la reina del bolero: sacando nuevo trabajo. La intérprete está de promoción del último single ... del que será su nuevo trabajo discográfico, '25 años de corazón', y que coincide con el cuarto de siglo en el mundo de la música.
- Su última canción, 'Un paso más', tiene un mensaje muy optimista. ¿Es también autobiográfico?
-Cada frase tiene un significado, ya depende de cómo se interprete. Habla yo creo un poco de ese optimismo que necesitamos, esa superación, ese momento que hay que ser valientes de dar un paso más para uno estar bien consigo mismo. Cómo no, dentro de la canción tiene que estar la palabra amor, porque si no, no sería Tamara. El álbum se llama '25 años de corazón', empezamos sacando el 14 de febrero el primer single que fue 'Bésame', hicimos una versión en portugués y ahora ya este es el tercer single. Vamos a ir desgranando durante todo el año ese disco. 'Un paso más' es una composición de David Santisteban con su producción y arreglos, también hay un toquecito de Tamara. Estoy súper satisfecha porque de verdad es una situación en la que me identifico y en la que me encuentro ahora mismo en mi vida, tanto en lo profesional como en lo personal.
-¿Considera que la canción es un canto a la libertad?
-Sentirnos libres como un águila que toca el sol cuando da el ala, irreductibles como el puente de nuestra canción. Esta canción se le canta al amor, pero en todas sus versiones, no solo de pareja. Quítate el filtro de tu corazón. Mientras que vamos caminando en esta vida que es tan difícil, que te caes tantas veces y te levantas, que no se nos haga roca el corazón, que sigamos teniendo nuestra esencia, no cambiar y mejorar. Aunque sea difícil la vida. Yo creo que toda la canción tiene mensajes muy bonitos.
-En la canción hay una frase muy especial en la que viene a decir que ser humano no significa ser frágil.
-No, no somos frágiles. En el fondo todo el mundo tenemos una fuerza interior, ya va a depender de cada uno cómo saber administrarla y digerirla. Yo, por ejemplo, me considero una mujer bastante fuerte. Se me nota que soy muy contundente, pero a la vez con mucha paz interna en estos momentos sobre todo. Tengo el centro súper bien colocado, eso es muy importante para dar esa serenidad también. Creo que soy una mujer bastante luchadora y muy, muy, muy guerrera. Lo voy a ser siempre, ya no hay quien me cambie.
-Esta canción y algunas otras han nacido de la colaboración con David Santiesteban, autor y productor de los grandes nombres de la música española actual. ¿Cómo ha sido?
-Empezamos el año pasado con el homenaje a Manuel Alejandro y sus composiciones tan maravillosas, esas baladas que marcaron una época. Y en la que, con sutileza, se hablaba de cosas como la infidelidad o el maltrato. Desde entonces tenemos una unión fantástica, una amistad grandísima. Seguimos colaborando y vamos a seguir colaborando.
-Cumple 25 años de carrera. ¿Ha cambiado mucho la industria?
-Yo he pasado por todas la fases. Ahora vamos poco a poco, antes un disco se sacaba tras dos o tres singles. He pasado por la fase de venta de discos, la fase donde te descargabas la canción en iTunes a 0,99. Ahora que estamos en listas de reproducciones en las plataformas digitales, pagas una mensualidad al mes y con eso escuchas toda la música que tú quieras de los artistas.
-Usted siempre ha estado con Universal. ¿Consiguió adaptarse a todas esas fases o añora alguna?
-He estado siempre con Universal, eso muchos artistas no lo pueden contar. Yo una vez que paso página no miro hacia atrás. Me gusta mucho donde estoy ahora, mi manager y mi equipo. Estoy muy feliz y contenta. Es verdad que hay artistas que se hacen sus propios trabajos, pero yo estoy bien así.
-¿Qué queda de aquella niña que nos deslumbró a todos cuando salió imitando a Pocahontas?
-Hubo un momento en que Tamara se perdió en el camino, pero ahora vuelve a ser Tamara otra vez. Con más sabiduría, más experiencia, más años, pero vuelve a ser Tamara, la esencia de esa muchacha de los 20 a los 30 que tenía esa pasión por cantar y sobre todo esa ilusión. Estoy hablando tanto personal como artísticamente, van mezclados. La Tamara artista está dentro de mí. Lógicamente, claro, si tú emocionalmente no estás al 100% eso descoloca todo. Ahora me he vuelto a encontrar y hacerlo con la edad que tengo, 40 años, es maravilloso.
-¿Esa pérdida de identidad fue a la vez que cuando habló de su depresión?
-Eso fue una depresión que tuve con 31 años, fueron dos años de una depresión severa, pero pasó. Yo soy una luchadora nata, soy muy constante. Logré salir de ello y tuve la suerte de no volver.
No, no, es cuando tú te pierdes en el camino, no encuentras tu esencia y dices, «¿dónde estoy? ¿Quién soy y qué ha pasado conmigo?» «Para, Tamara, reflexiona».
- ¿Y en esa reflexión encontró otros responsables o solamente a usted?
-Nosotros somos responsables de nosotros mismos. Lo que hagan los demás depende de como te afecte. Los demás pueden hacer lo que quieran, igual que tú puedes hacer lo que tú quieras. Ahora ya es como tú te tomes lo que haga esa persona. Te afecta más o te afecta menos. Yo creo que lo importante y lo más difícil de hacer es eso, tener la madurez de intentar que no te afecte porque no es tu responsabilidad lo que otra persona haga. Yo soy responsable de mis actos, de lo que digo, de lo que hablo, de cómo amo, de lo que quiero, de lo que no quiero, de todo. La otra persona no sabemos quién sea, igual. Cada uno tiene su mochilita con sus piedritas y tú no te puedes poner una piedrita que no es tuya.
-¿Qué es lo que le ayudó a encontrarse?
-Creo que el momento en el que cambié de oficina, de manager, de equipo, hubo una renovación muy importante profesionalmente que me ha ayudado a renovarme también y a ilusionarme con los proyectos, a hacerlo con mucha ilusión para cumplir sueños. Eso me ha ayudado también en lo personal. Cuando cumplí 40 me propuse cambiar mi vida, me propuse adelgazar, necesitaba un cambio. Si yo no me amo a mí misma, no puedo amar a los demás.
-¿Se arrepiente de algo de estos 25 años de carrera?
-De nada, pese a los malos momentos no cambiaría nada.
-¿Y alguna vez pensó en abandonar?
-Ahora, últimamente, no. Pero sí lo he llegado a pensar. Hay que guardar en el corazón todo lo bueno que se ha vivido y lo no tan bueno te ayuda a crecer, a ser mejor persona.
-¿Se considera una niña prodigio?
-No, nunca saqué un álbum realmente de una niña. Saqué un álbum cantando ya canciones de verdad, o sea, no canciones para niños ni letras ñoñas, no soporto las letras ñoñas. Me gustan las letras que tengan un significado. Nunca me consideré una niña prodigio, aunque tuve la suerte de entrar en el mercado musical a muy temprana edad.
-¿A esa edad ya tenía la cabeza amueblada?
-Siempre he sido una niña bastante madura para mi edad, pasé la preadolescencia directamente a ser mujer. Pero es que era lo que yo quería.
-Lo importante también es que en esos comienzos estaba muy bien arropada, ¿no?
-Sí, mi familia siempre ha estado conmigo. He sido y sigo siendo una mujer muy tranquila, muy serena. Mi familia y mis amistades nunca me han tenido que poner los pies en la tierra porque ya los tenía. Jamás. Me sale innato. Puedo ser artista, diva, todo lo que tú me quieras llamar, pero cuando se baja está Tamara. Soy lo que soy, no hay más.
-¿Ha influido en esa tranquilidad que formó su propia familia muy joven?
-Es que yo todo lo he hecho muy joven. Fui madre muy joven, con 21 años. Lo he hecho todo muy deprisa, pero no lo cambiaría por nada en el mundo porque ha sido una vida muy intensa y todavía lo que queda por vivir, esperemos que sea mucho más.
-¿Le ha costado compaginar la maternidad con la carrera artística?
-Es duro compaginar las dos cosas. Pero querer es poder. Todavía hay machismo, a la mujer nos toca el papel más difícil. No es lo mismo el hombre artista que tiene sus hijos y se los deja a la mamá en casa que al revés. En el 2025 todavía no se ha superado eso. No he sentido culpa. Mis niños con 2 añitos cuando veían la maleta ya sabían que mami se iba a trabajar, que es mi pasión.
-¿Ser nieta de Rafael Farina le abrió las puertas o le resultó más difícil triunfar?
-Ni más fácil, ni más difícil. En mi familia, la verdad, somos artistas muy personales, no tenemos nada que ver uno con el otro y por eso nunca ha habido comparación. Para mí es un orgullo. Yo tenía dos posibilidades. O iba a ser psicóloga porque me encantaba o me dedicaba a la música y al final me decanté por la música.
-Teniéndolo en casa no le dio por el flamenco.
-Yo he nacido dentro de la copla y el flamenco, lo llevo en mis venas y en mi alma. Pero no, yo me fui haciendo mi propio sello, mi propia personalidad. Me decanté por la música melódica romántica. Rara vez me verá cantando flamenco.
«No creo que deje la música por nada, aunque no soy como esos artistas que se quieren morir en el escenario»
-¿Y no le gustaría explorar otros estilos?
-Bueno, es que dentro de lo melódico romántico hay muchos estilos. Me encantaría hacer un disco de mariachi puro y duro, porque me encanta. Me gustan los tangos argentinos, me gustan los vals peruanos, o sea, hay mucho por hacer sin salir de mi estilo. La gente me identifica perfectamente, sabe qué es lo que hace y qué es lo que canta Tamara. Se me reconoce la voz y se me reconoce físicamente. Son las propiedades maravillosas que puede tener un artista. Y no me he salido. Puedo decir con orgullo que es una carrera muy limpia, muy bonita, que cada disco tiene un porqué y un significado y que va dentro del abanico de lo que sé hacer. O sea, no vamos a transformar a Tamara ahora después de 25 años.
-Su lista de colaboraciones es extensa. ¿Con qué otros artistas le gustaría trabajar?
-Con Francisco vamos a seguir gira. Hace poco hice un dúo en un concierto en Madrid con Olga Tañón, es amiga mía hace muchos años y tenía muchas ganas de cantar juntas, no está grabado en estudio, pero sí en el escenario y fue algo maravilloso. De los que me gustan a mí he colaborado con muchos y me encantaría también con Marc Anthony y Alejandro Fernández. O sea, tengo ahí todavía mucho por hacer.
-Su plan B era ser psicóloga, ¿cambiaría ahora de profesión?
-No, yo creo que ya no. Vamos a pelear 20 años más, todavía tengo fuerza, pero como empecé tan jovencita yo me voy a retirar antes.
-No la veremos en otra cosa entonces...
-No creo que deje la música por nada, de momento mientras que el público quiera. Aunque no soy como esos artistas que se quieren morir en el escenario, yo no, no le encuentro el sentido. Yo ya quiero estar en mi casa tranquila. Tengo hijos, vendrán nietos... Aunque la música es uno de mis pilares fundamentales, si me falla, todo se tambalea.
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