Stéphane Lefebvre, CEO del Circo del Sol: «Nos enorgullece que las nuevas creaciones aporten algo que la gente no había visto antes»

«Coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario quisimos relanzar el espectáculo tal cual lo hicimos la primera vez. Así que pedimos a nuestros equipos creativos que estudiaran cómo se vería 'Alegría' en 2019. Hicimos algunos cambios. El final es diferente, la música es más contemporánea, y ahora estamos usando algunos equipos que no existían a principios de los 90. La gente podrá ver el espectáculo en un ambiente relajado, bastante íntimo. Es fenomenal», explica el CEO del circo, que todavía cuenta contrariado el terremoto empresarial y personal que supuso el Covid. «Recordarán que el primer país en Europa en el que golpeó el Covid fue Italia y se suponía que íbamos a enviar el espectáculo allí. Recuerdo el lunes por la mañana en Montreal, nos reunimos el equipo directivo y pensamos que no podíamos enviar un espectáculo a Italia. Entonces, ¿dónde podíamos enviarlo? Muy ingenuamente, pensamos en otras ciudades donde podría redirigirse. Eso ocurrió el lunes por la mañana y el domingo todos los mercados estaban cerrados. Así que esta es una empresa que pasó el lunes por la mañana de tener mil millones de dólares, a seis días después estar en la bancarrota. Fue extremadamente difícil. Tuvimos que tomar algunas medidas y reestructuramos la empresa. Ahora estamos muy contentos y orgullosos del esfuerzo que hicieron todos los empleados».

Como recuerda, sin ni siquiera estar desarrollada la vacuna contra la pandemia que estaba asolando al mundo y después de haber tenido que tomar la difícil decisión de despedir al 98% de la plantilla, Lefebvre y su equipo elaboraron un plan de negocio para convencer a nuevos inversores de que apoyaran el relanzamiento del Cirque du Soleil. «Lo conseguimos, realmente, gracias a la solidez de la marca. La marca Cirque du Soleil es muy fuerte y conocida en todo el mundo. Convencimos a la comunidad financiera de que una vez que la crisis terminara, la mano de obra estaba preparada. Tomó unos siete u ocho meses completar el proceso. Y en noviembre de 2020 pudimos salir de la reestructuración con un compromiso de 375 millones para relanzar el negocio». Esa vuelta a la carpa se produjo primero en Las Vegas en 2021 y ya en 2022 saltó del continente americano. «La crisis se ha superado por dos razones principales. Una, porque artistas, intérpretes y técnicos querían volver a trabajar en Cirque du Soleil, y, en segundo lugar, porque nuestra base de seguidores estaba realmente ansiosa por volver a ver nuestros espectáculos. De hecho, hemos batido todos los récords en muchos mercados a nivel internacional», responde satisfecho.

Uno de esos mercados donde la compañía canadiense obtiene mejores resultados es el español. Una importancia «enorme» no solo desde el punto de vista comercial, sino también desde el emocional. «Hay una verdadera relación de amor entre el Cirque du Soleil y la gente de España. Siempre nos dan una bienvenida muy cálida. En España la reacción es siempre abrumadora. A los artistas les encanta actuar aquí».

'Alegría', en términos de sus creadores «una introspección operística de la lucha por el poder y la energía vigorizante de la juventud», recalará en la carpa del Charco de la Pava justo después del verano. Tomará el relevo de 'Luzia', un montaje que el año pasado triunfó en Sevilla gracias a su espectacularidad e innovación, otra de las recetas imprescindibles de la compañía circense. «Nos enorgullecemos de que las nuevas creaciones aporten algo que la gente no había visto antes y creo que la lluvia en 'Luzia' es un muy buen ejemplo. No creo que esto se haya hecho en ningún lugar del mundo y crea un momento muy emotivo con la gente. Nuestro último espectáculo, que llegará en algún momento a España, se llama 'Echo', y estamos utilizando algunos números acrobáticos que nunca antes se habían hecho. Por eso creo que el Cirque du Soleil se enorgullece de estar a la vanguardia en términos de tecnología. Pero no sólo la tecnología, sino también el desempeño humano. Nuestra firma es una combinación de ambos», afirma su presidente.

Sus artistas son, especialmente, el mayor capital de la empresa (1200 de 80 nacionalidades diferentes de entre las 4.000 personas en plantilla). «Puedes ver una gran cantidad de contenido interesante en Tiktok o YouTube, pero no hay nada mejor que estar allí físicamente y ver a la gente actuar. Puedes ver el espectáculo durante cinco días seguidos, siempre es el mismo, pero es ligeramente diferente porque la gente actúa en vivo y sucede algo nuevo cada noche. Los artistas literalmente arriesgan su vida todos los días. Lo que ves en ese momento específico de esa noche es diferente de lo que la gente verá mañana, y eso es lo que hace que se cree esta emoción con la gente».

Pero antes de un estreno hay detrás un trabajo de creación que dura entre 18 y 24 meses. Como en todos estos procesos, la base es la idea y en el Circo del Sol además del entretenimiento se persigue el «impacto positivo». «El último,' Echo', tiene mucho que ver con el medio ambiente. Con la idea, asignamos un editor y un director creativo para el programa. Y luego empezamos a buscar números directos y acrobáticos que encajen con la temática del espectáculo. Tenemos gente en nuestro departamento de casting viajando por todo el mundo. Siempre estamos buscando a los mejores del planeta para traérnoslos a nuestro equipo. Un espectáculo tiene momentos altos, pero también momentos más lentos para que la gente recupere el aliento. Contamos con un equipo completo de diseñadores de vestuario y arreglistas musicales que también trabajan con el director de escena y el creador del espectáculo para respaldar la narrativa», resume Stéphane Lefebvre.

Entre los inminentes proyectos del Cirque du Soleil está el lanzamiento de la experiencia inmersiva en Roblox, diversificando la oferta más allá de los espectáculos en vivo. «Nunca reemplazará a los shows en directo, pero la intención es que si vas a ver 'Alegría' esta noche, al día siguiente encuentres otros medios para interactuar con nosotros».

Lefebvre, que preside la compañía desde 2021 aunque empezó en el grupo como director financiero cinco años antes, se considera un eslabón más de la gran familia del circo. «La gente puede encontrar trabajo en cualquier lugar, pero quiere trabajar para el Cirque du Soleil porque hay algo especial. Me ocupo del aspecto comercial y me encanta pasar tiempo con la gente de gira, tengo mucha suerte».