cultura

Sorolla regresa al Alcázar con una exposición que retratará el alma del monumento

La muestra 'Sorolla en el Alcázar' reunirá quince pinturas que el maestro valenciano hizo a raíz de la visita que realizó a este palacio en 1908

Reprograman la exposición 'Sorolla en el Alcázar' del 15 de diciembre al 1 de marzo para que cuente con más afluencia de público

'Jardines de Carlos V en el Real Alcázar de Sevilla', pintura de Sorolla fechada en 1908 abc

La primera vez que Joaquín Sorolla (1863-1923) visitó Sevilla fue en 1902. Era Semana Santa y el pintor quedó impactado al ver a la Macarena por las calles de la ciudad. Sin embargo, todo cambió para el artista cuando regresó a la ... capital hispalense en 1908 para hacer un retrato a la Reina Victoria Eugenia Battenberg vestida con un manto de armiño. Como en esa segunda estancia gozó de más tiempo libre, tuvo ocasión de ir al Real Alcázar. Después de que el artista descubriera las luces y los colores que escondía el antiguo palacio, nada fue igual. De hecho, en sus lienzos plasmó el alma de aquellos viejos edificios, jardines y fuentes con una gran sensibilidad. Casi 120 años después de aquello, el maestro valenciano volverá a este emblemático lugar gracias a la exposición 'Sorolla en el Alcázar de Sevilla', que se celebrará en el Palacio Gótico entre el próximo 15 de diciembre y el 1 de marzo, y que reunirá un total de quince óleos.

La muestra, que inicialmente se iba a inaugurar este mes de septiembre, se retrasó hasta mediados de diciembre porque en los meses de invierno el monumento cuenta con un mayor número de visitantes. Es fruto de la colaboración entre el Patronato del Real Alcázar, la Fundación Museo Sorolla y la Fundación Unicaja. Bajo la dirección de la directora-gerente del Alcázar, Ana Jáuregui, y con la implicación del alcaide Andrés Luque Teruel, esta iniciativa artística busca subrayar no sólo la obra del pintor valenciano sino también su especial conexión con Sevilla y, en particular, con los jardines y espacios del Alcázar. Otra característica fundamental de las obras que vendrán a Sevilla es el notable juego de luces y colores en todas las composiciones, siendo patente la influencia del movimiento impresionista.

Uno de los lienzos que vienen del Museo Sorolla es 'Jardines de Carlos V en el Real Alcázar de Sevilla', que es el que tiene mayores dimensiones. Con el marco alcanza los 102,3 centímetros de altura x 126 de anchura. En primer plano se aprecia el estanque con la fuente de Mercurio, rodeado de una barandilla de hierro entre pilares de piedra. Detrás, y a la izquierda, se suceden los caminos entre macizos de plantas y adornos de pilares en piedra, columnas y jarrones cerámicos. También destacan frondosos árboles. El hecho de que el estanque no se vea completo en la composición refleja el influjo del encuadre fotográfico, que se centraba más en detalles que en el conjunto, algo que se aprecia mucho en las obras impresionistas. Está fechado en 1908 y ya se expuso en Sevilla en el año 1994.

'Reflejos de una fuente' muestra un encuadre muy fotográfico ABC

Otra pintura que se podrá ver se titula 'El Grutesco'. Este óleo sobre lienzo en el que aparece una fuente fue enviado a Londres en 1908 y también se expuso en la Hispanic Society de Nueva York al año siguiente y en Roma en 1911. Los expertos han concluido que, aunque Sorolla nombró esta obra como 'El Grutesco', en verdad plasma el Jardín de Troya del Alcázar, espacio este último que inspiró al propio artista a la hora de diseñar uno de los tres jardines que existen en su casa de Madrid.

Al igual que ocurre en 'El Grutesco', las fuentes de los Jardines del Alcázar inspiraron al pintor a la hora de crear estas composiciones. Ese es el caso del lienzo 'Fuente del Alcázar de Sevilla'. Fechado en febrero de 1908, la composición muestra una fuente hexagonal con varias macetas en el centro. A la izquierda se observa un macizo de plantas, y a la derecha, más retrasado, un pabellón o invernadero. Al fondo existe un muro encalado donde se abre un gran ventanal. Existe un predominio en el color de rosas, malvas y ocres.

El Museo Sorolla también mostrará el cuadro 'Fuente de Felipe II en el Alcázar de Sevilla'. En primer término de la composición destaca un estanque con una fuente redonda en el centro. Una barandilla, probablemente de hierro, lo separa de un camino situado a la derecha. El fondo muestra un muro encalado en el que se aprecia una ventana acristalada. Fechado también en febrero de 1908, se expuso en Londres, Chicago y San Luis.

Por otra parte, destaca la obra 'Jardines de Carlos V, Alcázar de Sevilla'. Fechado en 1910, en la composición se observan unos macizos formando un jardín geométrico con flores y árboles, de copas claras, que filtran el sol y reflejan sus rayos de formas diversas. Hacia el centro, destaca una plazoleta redonda con banco cerámico. A la derecha aparece una de las fachadas del Cenador de Carlos V.

'Rincón del Grutesco del Alcázar de Sevilla' (1910) muestra una fuente gallonada en primer término y desplazada a la derecha. Más retrasado aparece el edificio con su pequeña escalinata y el pórtico de la izquierda. Hay arbustos en el centro y un muro encalado con un óvalo, a la derecha. Junto a él, se aprecia una puerta y más vegetación. El edificio del cuadro tiene cierta similitud con la fachada de la Casa-Museo Sorolla. Aunque se titule 'Rincón del Grutesco del Real Alcázar de Sevilla', en realidad representa el Jardín de Troya de dicho monumento, como ocurre con 'El Grutesco, Alcázar de Sevilla'.

Encuadre fotográfico

La muestra continúa con 'La alberca, Alcázar de Sevilla', igualmente fechado en 1910. En este lienzo Sorolla elige un rincón del Patio de la Alberca en el que se acentúa la sensación de intimidad y sosiego. A ello contribuye el punto de vista ligeramente picado y el encuadre fotográfico, descentrado y parcial, que recorta el estanque de tal manera que como protagonista del cuadro se alzan el agua y los reflejos que en esta se producen de los muros blancos y las macetas dispuestas en el borde, creando un juego entre forma real e imagen reflejada recurrente en muchas obras del artista valenciano. La luz sesgada ilumina las macetas, el borde de la alberca y el arbusto de la derecha, creando una zona umbría al fondo con la que se establece un juego de contrastes lumínicos que enriquece el reflejo amoratado en la superficie tranquila del agua. Se pudo ver en Sevilla en 1994.

En 'Jardín del Alcázar de Sevilla', un arco vegetal enmarca la composición. A través suyo vemos una fuente con pequeña taza gallonada y pileta cuadrangular, con macizos vegetales a los lados. Detrás, varios cipreses recortados formando un arco sobre un muro blanco, donde se abre una puerta. Asimismo, hay dos lienzos con un mismo título, 'Alberca del Alcázar de Sevilla'. El primero, de 1918, muestra un estanque en primer término, sobre cuyas aguas se refleja un muro encalado de la parte superior, en el que se abre un arco de medio punto por el que se aprecia un jardín con abundante vegetación. El segundo también es de 1918. La pasión de Sorolla por las flores se muestra también en 'Rosal de Sevilla' (1908), cuya composición ofrece flores rosas en el centro y abundante vegetación a los lados.

Sorolla pintando en el Alcázar en 1908 ABC

Entre 1918 y 1919, Joaquín Sorolla realizará una serie de representaciones del jardín de su residencia madrileña. De estos se mostrarán dos lienzos: 'Primer jardín de la Casa Sorolla' y 'Jardín y porche de entrada de la Casa Sorolla'. En el primero aparece la parte delantera del jardín del actual Museo Sorolla. En el centro se contempla la fuente de mármol y los macizos que la rodean. A la derecha se ve el arranque de uno de los arcos del pórtico de la fachada principal y, al fondo, un banco de azulejería. 'Jardín y porche de entrada de la Casa Sorolla' ofrece una vista parcial del actual jardín del Museo Sorolla, correspondiente a la fachada principal. Hay una fuente de mármol, a la izquierda, rodeada por macizos con abundantes plantas florecidas.

Uno de los lienzos más vistosos de la exposición es 'Reflejos de una fuente' (1908). Sorolla pintó en otras cuatro ocasiones la fuente del Rey Moro -la de Mercurio- en visiones más o menos amplias que permitían, además de la representación de los reflejos de la fuente en el agua, la de la arquitectura circundante del palacio de Carlos V.

La exposición se cierra con el cuadro 'Fuente árabe del Alcázar de Sevilla', fechado también en 1908. En primer término, de la pila gallonada de mármol surge un surtidor con la pileta estrellada . Detrás, destacan macizos de boj que enmarcan una calle separada por unos escalones que conducen hacia el banco del fondo.

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