La Sinfónica de Sevilla recae en la incertidumbre tras la dimisión de Axelrod

El pasado martes Axelrod dejó el cargo, aduciendo motivos personales —por su reciente paternidad quiere dedicar más tiempo a su familia— y por el deseo de dedicarse a lo mejor que ha hecho desde su llegada a la dirección artística en 2014: seguir aumentando la calidad de la ROSS .

Al día siguiente, desde el Ayuntamiento se procedía a calmar las aguas, señalando que la próxima temporada ya estaba cerrada y que el estadounidense seguía como director artístico .

Si bien esto es cierto, la dimisión de Axelrod reabre la inestabilidad de la ROSS , lo que tiene también consecuencias para el Maestranza, ya que, de fondo, sigue latiendo la c arencia de un modelo claro por parte de las administraciones para ambas instituciones.

Un año atrás, sin embargo, Axelrod parecía, sobre todo para el Ayuntamiento, la solución para la ROSS . Por ese motivo, lo promovió para consejero delegado, para lo que tuvo que vencer las enormes reticencias que despertaba en la Junta de Andalucía, la otra institución que se sienta en el consejo de administración.

Al final, logró el sí de la Junta, poniendo fin a un vacío en la gerencia de un año, tras el cese de Navarro y la decisión de dividir empresarialmente al Maestranza y la Sinfónica .

Esa estabilidad con la que contaba Axelrod, por el apoyo cerrado de los músicos , la reforzaron las administraciones con una mayor dotación presupuestaria, tras lograr el Ayuntamiento el compromiso de la Junta de equiparar la inversión en la ROSS , de casi 3,2 millones cada una, un acuerdo que la Consejería había incumplido desde 2012.

Con este respaldo del comité de empresa y de las administraciones, la ROSS lograba una paz interna que debía permitir a Axelrod centrarse en lograr una mayor proyección más allá del Maestranza, tanto en Sevilla como el extranjero; buscar patrocinios para mejorar las cuentas y acometer proyectos ambiciosos; y a mpliar y diversificar público s, que redundaran en la mejora de las cifras de taquilla.

El balance de lo conseguido por Axelrod ha sido dispar. En el haber, está el hecho de haber llevado la orquesta a otros espacios de la ciudad o lograr una gira por Alemania la próxima temporada. Aunque pinchó en el ciclo de conciertos del Espacio Turina y no consiguió aumentar la ocupación en la temporada, por no hablar de captar nuevos públicos, pese a la puesta en marcha de iniciativas como ROSSClub y ROSSTV . Tampoco se incrementaron sustantivamente los patrocinios.

Además, la tensión con el Maestranza no decayó a cuenta de la negociación del convenio de relaciones y de las fechas para ubicar la temporada de abono , algo que generó un desencuentro público con la dirección del teatro durante su presentación.

Por ello, más allá de los motivos personales y artísticos expresados por Axelrod, hay que tener estas cuestiones en cuenta para poder contextualizar su marcha, aunque la más determinante entre ellas sea la quiebra de las buenas relaciones que mantenía con el comité de empresa, que se han deteriorado con los músicos por cuestiones laborales y de programación.

Al igual que sucedió con la salida de Halffter de la ROSS, la opinión de los músicos se ha dejado notar . Buena parte de las razones profundas de la inestabilidad de la Sinfónica en estos años radica en cómo las administraciones solucionaron en 2014 la crisis abierta entre los músicos y el entonces director artístico del Maestranza y la ROSS. Por equilibrios políticos, Gobierno, Junta, Ayuntamiento y Diputación optaron por dividir las direcciones artísticas de ambas instituciones, dejando un único gerente para ambas.

El modelo pronto mostró importantes carencias, por las tensiones generadas entre la ROSS y el Maestranza, que se hicieron más evidentes cuando se dividieron las empresas. De hecho, los políticos no han dejado de debatir esta temporada sobre ello y, por ese motivo, tampoco han hecho muchos movimientos para tratar de retener a Axelrod, cuya renuncia a ser consejero delegado, señalando que había «problemas históricos» que no podía cambiar, allana el camino para un nuevo modelo .

Su futuro como director artístico más allá del fin de su contrato, en diciembre de 2019, tampoco está claro y muchos cuestionan su continuidad por su actual relación con los músicos. El estadounidense no tomará su decisión hasta mayo de ese año, cinco meses después de que concluya el contrato de Halffter en el Maestranza , sobre cuyo futuro los responsables públicos aún no se han manifestado.

La situación que atraviesa la ROSS, con consecuencias para el Maestranza, debería motivar a los representantes de las administraciones a tomar decisiones de calado para devolver la estabilidad a ambas instituciones. La vuelta a un modelo anterior al iniciado en 2014 sigue sobre la mesa , pero también dejarlas como sociedades separadas con un único director programador.

Sin embargo, la posibilidad de una protesta de los músicos en la calle, puede limitar la capacidad de unos políticos que van a afrontar en los próximos meses un calendario electoral con posibles andaluzas en otoño y municipales en mayo de 2019. En este contexto, no resultaría extraño que se optara por un gerente de transición que se haga cargo de la orquesta, como hizo Rafael Soto en el interregno de un año entre Navarro y Axelrod , y dejar a un lado las grandes decisiones hasta después de las municipales.