Rafael Ortiz y Alarcón-Criado, los andaluces supervivientes en Arco

En esta edición se presentan dos propuestas, el Programa General, que es el eje principal de la feria formado por galerías seleccionadas por el Comité Organizador, y un espacio denominado ‘Opening’, destinado a las nuevas propuestas, cuya selección está realizada por Övül Durmusoglu y Julia Morandeira .

En total serán 131 galerías de veintisiete países , quedando la participación de Andalucía a modo testimonial o de supervivencia , pues tan sólo se presentan dos galerías y ambas de Sevilla : Rafael Ortiz y Alarcón-Criado .

Atrás quedaron los años en que la comunidad estaba bien representada en Arco con once galerías , lo que redundaba en la visibilidad de los artistas andaluces, que deben estar en las ferias, y también en Arco, de la mano de otras galerías de otros puntos de España y del extranjero.

La galería Rafael Ortiz es una de las más veteranas de Arco, ya que cuenta con nada menos que treinta y siete ediciones ininterrumpidas. Este año presenta en su stand diez artistas. «Nunca hemos llevado tantos, pero hemos querido hacer un recorrido por distintas generaciones que reflejan nuestro trabajo». La galería sevillana lleva a este Arco a artistas como Monika Buch , Carmen Calvo , Equipo 57 , Dalila Gonçalves , Luis Gordillo , Miki Leal , Graciela Iturbide , Nico Munuera , Inmaculada Salinas y Jorge Thuillier . «Este último es un joven del que vi una obra suya en el Cicus y le dimos un premio. Luego yo le he seguido. Se fue a Londres y ahora ha vuelto a Madrid. Su obra me interesa mucho».

Además, Rafael Ortiz ha realizado cuatro proyectos online a propuesta de Arco con creadores como Burguillos , Curro González , José María Báez , Ignacio Tovar o José Miguel Pereñíguez , entre otros, «con imágenes de los artistas que se pueden ver incluso en 3D y ha estado bien. Los agrupamos en dúos o en razón de generaciones, o incluso alguno que este año no llevamos a Arco», dice el veterano galerista.

Por su parte, la galería Alarcón-Criado lleva un stand femenino y andaluz con seis artistas: Alegría y Piñero , Belén Rodríguez , Cristina Mejías , Ira Lombardía , Irene Infantes y Mercedes Pimiento . «Al ser una edición diferente queríamos hacer una propuesta diferente y darle una oportunidad a artistas más jóvenes y apostar por otros lenguajes. No quiere decir que el año que viene volvamos a presentar otro tipo de propuestas. Para nosotros ha sido también una especie de prospección de artistas y trabajar con gente de otra generación, aunque algunas de ellas ya han expuesto con nosotros. Lo que encontramos es que entre ellas hay un lenguaje común y son todas mujeres, más un colectivo. Detrás de todas, además de pertenecer a una misma generación y ser la mayoría andaluces, está la tradición y la artesanía . Creemos que puede funcionar bien». De la propuesta de Alarcón-Criado, es la primera vez que todas las artistas se presentan en Arco, salvo Belén Rodríguez e Ira Lombardía, informa Carolina Alarcón.

En la feria de este año hay una sección para artistas mujeres en la que se presenta un ‘sólo’. «No queríamos entrar en esa sección, pero sí queríamos jugar en paralelo a la misma. También vamos a hacer un showroom con un avance de otros artistas y lo que están haciendo».

Tanto Rafael Ortiz como Carolina Alarcón opinan que van a esta edición con ilusión pero con «mucha incertidumbre y cautela» , aseguran. «Nosotros vamos con ilusión, porque si no, para qué íbamos a ir. Yo creo que la gente va a acudir con ánimo, y está demostrado que por mucho que hagamos cosas digitales, al final el espectador y el coleccionista quiere ver la obra físicamente. Al menos, muchos clientes nos han dicho que van para Arco , así que tenemos mucha esperanza de que este Arco funcione. Vas porque contactas con coleccionistas, con comisarios e instituciones... Debemos seguir teniendo esos contactos. Pero echamos en falta las ayudas. Nosotros presentamos en Arco a artistas andaluces en gran parte y es una forma de apoyar además de a la galería, a los artistas», dice Rafael Ortiz.

Por su parte, Carolina Alarcón dice que, «a pesar de todo, hay muchas ganas de salir, de ir a ferias y de encontrarse, de ver la obra en directo. En marzo hicimos Stampa en Madrid y ya se notó que había actividad . Vamos a echar de menos las galerías latinoamericanas, porque vienen muy pocas. Va a ser una feria mucho más europea, de Alemania y de Francia, pero por otro lado abre otras vías y quizás otros mercados».

Ambos galeristas también creen que van a ser dos Arco muy seguidos, pues en octubre las galerías deberán empezar a realizar el proyecto del siguiente Arco , que se celebrará en febrero de 2022, «y es un no parar, inventarse otro proyecto, volver a crear..., mucho trabajo», dice Ortiz.

De once galerías a dos. Muchas son las causas, según Rafael Ortiz. «Influyen muchas cosas. Hay galerías que deberían estar por méritos propios en Arco, pero hay una exigencia cada vez mayor, se prioriza a los extranjeros , y hay un mínimo del 55 por ciento de galerías de fuera. Y por otro parte, lo carísimo que es Arco. Una galería que empieza no encontrará financiación para ir . Los mecanismos internos de Arco son complicados. Yo estuve en el comité de selección durante algunos años y me salí. Era como tener que opinar de los demás, y es un mundo muy complicado», asegura.

En cuanto a las disciplinas, en este Arco, como en anteriores ferias, la pintura sigue siendo la más numerosa y lo más vendido . Rafael Ortiz lleva artistas que realizan sus obras en pintura, fotografía, dibujo y escultura. Por su parte, Alarcón-Criado, sin embargo, no se especializa en pintura, sino en artistas más multidisciplinares, con instalaciones, escultura, fotografía y técnicas transfronterizas entre una y otra disciplina. «Por la galería pocas brochas pasan. Al final tú tienes un proyecto en el que no se identifica todo el mundo y trabajas para un grupo pequeño que se identifica con lo que tu propones. Da igual que en el mercado se venda más pintura, tú tienes que seguir trabajando para tu público fiel », dice Carolina Alarcón.

La pandemia ha dado en la línea de flotación del sector del arte, con las ventas casi paralizadas los últimos dos años. Las galerías cerraron, algunas ni siquiera han podido volver a abrir, y la recuperación está siendo muy lenta.

Alarcón-Criado también sufrió el cierre. «La gente no venía, claro, y eso se echa de menos. Es verdad que los que siempre venían han seguido apoyando y han venido en cuanto abrimos, y no sólo el público de Sevilla. Lo que ocurre es que durante este tiempo nos hemos volcado muchísimo en la parte digital. Hemos estado trabajando en plataformas diferentes, y todo ese trabajo que estaba empezando se ha acelerado con la pandemia . Ahora que empieza a aparecer la movilidad debemos mantener la galería física y también esas plataformas. Gracias a eso, aunque no sea lo mismo, sí se ha podido seguir manteniendo la actividad porque se ha fomentado la venta online».

Para Rafael Ortiz, el mercado se recupera muy lentamente, «y en Andalucía mucho más lento que en Madrid. La pandemia ha sido brutal, sobre todo para esas operaciones que estaban cerradas, quedándose algunas en el camino. Los coleccionistas que tienen sus negocios han parado. También han quedado cosas por rematar. Nosotros lo hemos salvado vendiendo algunas piezas de la colección de la galería y eso nos ha permitido continuar a un ritmo normal dentro de lo que cabe », dice Rafael Ortiz horas antes de enfrentarse a este Arco veraniego y con gran incertidumbre.