Flamenco
Pedro El Granaíno abre las puertas del Alcázar de Sevilla
El cantaor inauguró ayer miércoles 28 de julio el ciclo Noches en los Jardines del Alcázar con la guitarra de Antonio de Patrocinio
Luis Ybarra Ramírez
Se llama como el rey que mandó construir el palacio que presume desde su fachada mudéjar unos metros más allá: Pedro. Rostro de bronce sobre piedra llamado a domeñar las emociones. Su eco abre tantas ventanas como las cierra. Leventa pedernales y castillos. Construye y ... resucita escuelas aparentemente equidistantes que terminan por fundirse en un mismo metal. El suyo, que es de todos. Su aleación es el riesgo. Lo imposible. Cantar en tono de mujer la soleá apolá, con la cejilla de Antonio de Patrocinio al 7, sin transportar, y no morir en el intento. Así inauguró el ciclo Noches en los Jardines del Alcázar, junto a la Puerta de la Alcoba .
Muy despacito. Callando, y esto no es un recurso literario, sino una narración exacta de los hechos, las cigarras a medida que se acercó al macho del cante. Para la granaína, su segunda hazaña, allí solo reinaba ya la quietud . A los árboles se les había agotado el ruido nocturno. Qué silencio el de la naturaleza que tuvo que romper Pedro para imponer su voz entre tanta belleza parada. Su monumento es efímero. El de los pórticos y relieves, perenne. La pelea, cuando gime, no está en saber cuál vale más, sino en presenciar cómo hacen para entenderse mejor, creando así la obra total: su pecho abierto en dicho espacio. Las citas de este enjundioso enclave han llegado para exponer la música en plenitud. Están ahí y no cesarán hasta octubre.
El primero de todos ha sido un cantaor flamenco todavía sin disco que recoge y ensancha la garganta con la misma naturalidad que lo hace la marea. Él cuela un fandango de Tomás Pavón por abandolaos con la lengua tapada de ceniza y hablando de amapolas. Absolutamente remoto, entre escombros que son bellos y cuadros de antaño que de pronto cobran un nuevo matiz. Su repertorio, plagado de letras y detalles de Enrique Morente , desde 'La leyenda del tiempo' del disco 'Lorca' a los tangos de Granada y la seguirilla, esa que grabó en la película 'Flamenco' de Carlos Saura, agita maestros y los tamiza . Con un grito desnudo ejecuta la cartagenera de Antonio Chacón. El remate seguirillero de Manuel Molina alumbra más sin el exceso, y así lo hace, muriendo con los labios hendidos sin que el toque le dañe. Entona la 'Nana del caballo grande' de Camarón y cae presto en la taranta. Trae por tangos la gitanería popular de Remedios Amaya. El réquiem solemne de Vicente Amigo que llama a la tierra para alzarla.
Y lo que está deseando toda la afición, que desde fuera no entiende cómo aún no ha arrancado su discografía en solitario, su obra, es que las premisas que más nos atraen evolucionen hacia algo aún más propio. Que El Granaíno no cante más que por sí mismo . Que registre su sello y haga de su talento una pieza reconocible, no un mosaico. La buena noticia es que tiene todo para hacerlo. Que está en ello. Y que los demás andamos disfrutando del proceso.
A la entrada, el público comenta que vale la pena asistir a este festival, independientemente de lo que después salga sobre el escenario. A la salida, el discurso cambia en pro del dramatismo. Será la fuerza del directo o la pasión desmedida que provoca aquello que ocurre in situ. Será Sevilla o será el flamenco. La tierra, los sueños... Pero El Granaíno deja exhausto el paladar de cualquiera. Ponerlo en los jardines del Alcázar con la Giralda asomándose por las almenas y una luna con el borde difuso es apostarlo todo para que alguien sufra el síndrome de Stendhal . Ándense con cuidado con Pedro, que tiene nombre de rey, pero mucho más poder sobre la silla.
Noticias relacionadas
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete