La pandemia lleva a los libreros de Sevilla a unirse por primera vez en un gremio

Porque esta pandemia ha supuesto para los libreros sevillanos dar el paso y constituirse por primera vez como gremio , lo que persigue dos objetivos: de un lado, tener una voz única para negociar con administraciones como el Ayuntamiento de Sevilla y la Diputación a la hora de articular políticas de fomento de la lectura y acogerse a ayudas; y, de otro, tener un órgano para poner en marcha iniciativas propias, como campañas de promoción de estos establecimientos.

La Asociación Gremio de Librerías de Sevilla y Provincia , que acaba de constituirse, cuenta ya con veintiocho librerías adscritas , que como explica su presidente, Manuel Padilla , de Padilla Libros , abarca desde «pequeños establecimientos a grandes librerías con varias tiendas; así como del centro de Sevilla, de barrios y de pueblos, que ofrecen, además, tipologías distintas, pues las hay desde las muy literarias e infantiles a las que combinan también artículos de papelería».

En estos momentos se han adscrito al gremio librerías de la capital andaluza , como Rayuela, Palas, Reguera, Baobab, El Gusanito Lector, Padilla Libros, Isla de Siltolá, Casa Tomada, Entre Líneas, Yerma, Botica de Lectores, Caótica, Verbo, Tagore, El Oso y su Libro, Panella, Isla de Papel, Novo Géminis, La Fuga, La Traviesa de Changay, Librería Nuño, El Erizo de Papel, Fabulando y El Molino de Cienta.

A ellas se unen también establecimientos de la provincia, como Cabrera, en La Algaba ; Al Andalus, en Écija ; Instituto, en Castilleja de la Cuesta ; y Atenea, en Lebrija. Un total de veintiocho librerías, aunque la cifra puede aumentar en breve, explica el presidente, pues han mostrado interés en adscribirse otros establecimientos de Benacazón, Gines y Los Palacios.

La junta directiva, añade, trata de ser un reflejo de esa diversidad de establecimientos. Así, junto a Padilla figuran en la directiva como vicepresidenta, Esperanza Alcaide , de la céntrica El Gusanito Lector ; como secretaria, Sandra Poblet , de El Erizo de Papel , ubicada en El Plantinar; como tesorera, Carmen Carnead o , de la red de librerías Verbo ; y dos vocales de librerías de la provincia, como son Francisco Serrano , de Al Andalus, y José Domingo Bellido , de Atenea.

La idea de organizar un gremio de libreros de Sevilla, explica, surgió «durante el confinamiento, porque las librerías sevillanas estábamos afiliados a la Federación Andaluza de Librerías , por lo que no teníamos una interlocución directa con el Ayuntamiento, que en ese periodo articuló ayudas para el sector. Entonces, decidimos organizar un gremio».

Con este gremio los libreros pretenden «tener un contacto directo con la administración y que podamos participar más del mundo cultural de Sevilla. Esto nos está permitiendo entrar en el circuito cultural . También pretendemos que se ponga el foco en el comercio de proximidad que somos las librerías y en el libro de texto».

Desde el Ayuntamiento y la Diputación, explica Padilla, la acogida a la iniciativa ha sido buena y los han emplazado a después de Navidad, en previsión de que esté más despejada la situación sanitaria, para hablar de cuestiones que van «desde las ayudas al sector a actividades propias de fomento de la lectura, como el Día del Libro y la Feria del Libro ».

José María Gutiérrez , de la Librería Tagore , ubicada en Sevilla Este, cree que la iniciativa es una buena manera de encarar la difícil situación derivada de la pandemia, que ha reducido su actividad cultural, por las restricciones impuestas, a pequeñas presentaciones de libros , que deben celebrarse antes de la hora de cierre, las seis de la tarde.

«Soy muy partidario de que trabajemos en común , aunque las librerías seamos muy distintas. Nosotros que somos de barrio tenemos unos 20.000 títulos en el establecimiento y hacemos un trabajo cultural importante, aunque es difícil llenar diariamente la caja solo con eso y añadimos otros productos que tienen sinergias con el libro , como papelería y juegos educativos».

En Al Andalus tienen una estrategia similar que pone el acento en el libro de texto . «Frente a una capital, donde hay universidades y el nivel cultural es más elevado, es más difícil mantener una librería en los pueblos, donde somos, junto a las bibliotecas, los únicos sitios donde cualquier interesado en la lectura puede asomarse», indica el librero Francisco Serrano .

Pese a las limitaciones en las actividades y en los horarios, las perspectivas del sector para la campaña de Navidad , uno de los momentos álgidos de la venta de libros, no son malas. Es común la percepción de una vuelta al comercio de proximidad , tras el impacto de la pandemia, frente a la compra en grandes plataformas. Bien es cierto, como señala Padilla, que depende de la ubicación de la librería . «Yo lo que tengo alrededor son hoteles y en el centro vive poca gente y no hay turistas, lo que lastra las ventas».

Gutiérrez nota en su barrio que se «ha despertado una sensibilidad y se acercan personas, más allá de los clientes habituales, a ver si tienes el libro. Además, ya estamos viendo en los últimos días de noviembre que comienzan las ventas de cara a la Navidad que es, junto con la primavera, es cuando más libros se venden ».

Para mejorar sus ventas los libreros sevillanos cuentan desde hace unas semanas con la web «todos tus libros , puesta en marcha por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal) que permite acceder a los fondos de casi doscientas librerías independientes de toda España y comprar un ejemplar entre más de 1,1 millones de títulos.

Es la alternativa de los libreros a gigantes del comercio electrónico, en el que cada establecimiento «hace sus recomendaciones». En Andalucía se lo han tomado en serio. «En la comunidad se han dado de alta cuarenta y una librerías , superando a Madrid, que tiene unas treinta».