La mítica Argónida de Caballero Bonald

Porque «Ágata ojo de gato» concentra, como si de un complejo prisma se tratara, las múltiples caras de un espacio recreado desde la literatura donde la naturaleza es indomable, resuenan mitos antiguos (el tesoro de Tartessos que desencadena la acción) y el paisaje se erige como protagonista absoluto.

Una novela total, la favorita de Caballero Bonald de toda su producción narrativa, en la que pueden encontrarse ecos de la gran novela americana del Norte y del Sur, rastreables en la fortuna y la destrucción de la saga familiar de los Lambert en una Doñana reinventada como mítica Argónida , pero en el que puede rastrearse el paisaje humano de la zona en sus personajes.

Pero si Doñana es uno de los grandes protagonistas, el otro es el lenguaje de una novela que puede leerse como un «largo poema en prosa», en palabras de la escritora y crítica literaria Aurora de Albornoz .

A ese territorio mítico volverá décadas después Caballero Bonald en «Diario de Argónida» (1997), su regreso a la poesía tras trece años de silencio. Doñana se transmuta ahora en, según sus propias palabras, «una tierra virgen , primigenia, favorecida por los dioses a la que nunca nadie podría mancillar».

Un poemario, mantiene el especialista y escritor Luis García Jambrina , «sobre la reinvención del pasado personal e histórico a través de la escritura ». Quizás los últimos versos del poema «Apunte del natural» puedan alcanzar a resumir el significado de Argónida para este poeta: «Paisaje ameno, mesurado manso,/benigna imagen que remeda/tu cobijo primero, tu última morada».